Después de más de dos horas habiéndome perdido mi comida preferida, lasaña, aunque tengo muchas.
Me desperté bueno me despertó mi madre. Tenía unos pelos y una cara que si me ve un niño pequeño se asusta y mucho.
Cuando bajé mi madre estaba hablando con mi vecino Mark Evans.
Que horror él aquí y yo con estás pintas por favor tierra tragame.
El chico que me gusta desde que empecé la cárcel, está en mi puerta y preguntando por mí.
Ai dios me va a dar algo es Mark Evans, Mark Evans. Amber respira, se natural.
-Eh, hola Mark ¿Qué querías?-le digo mostrando una pequeña sonrisa.
-Hola, es que mi madre me dijo que te ofreciste para cuidar a los mellizos cuando lo necesitáramos. ¿No?
-Claro, ¿por qué?
-Pues ahora te necesitamos. Mi madre me dejo a cargo de ellos, pero es imposible controlarlos. Necesitó que me ayudes, por favor.
Dice con una cara de agobio, se nota que me necesita.
-De acuerdo. Déjame que me arreglo un poco y voy.
-Gracias, gracias de verdad mil gracias te espero, no tardes o cuando llegues no habrá Mark, te lo aseguró, son unos diablos.-dice dándome un abrazo.
-Bueno ahora nos vemos.-digo cerrando la puerta y sonrojándome.
Subo las escaleras de dos en dos de la emoción. Cuando llego a mi habitación me dirijo al baño abro el grifo para que se vaya calentando el agua.
Abro el armario e intento elegir algo de ropa cómoda pero que haga que se fije en mi.
No puedo tardar mucho ya que me ha dicho que fuera rápido.
Opto por unos shorts de camuflaje y una camiseta ajustada negra de tirantes un pelin corta y mis converses bajas negras.
Me dirijo a la ducha. Y después de cinco minutos ya me había duchado y vestido. Solo me eche un poco de rimel, solo me pinto si salgo de fiesta o a algo por el estilo, y el pelo me le peine y deje que se secara al aire libre.
Baje para la puerta y cogí antes de irme una manzana.Madre mía voy a ir a la casa de Mark Evans. Siempre he estado enamorada de él, pero nunca se fijó en mí. Sus ojos son un mar profundo que con solamente mirarle un segundo te pierdes en ellos, tiene el pelo castaño el flequillo para arriba y una sonrisa juguetona perfecta, su forma de vestir no es arreglada pero tampoco va con chándal digamos que su forma de vestir es desestresada tipo casual.
Él es el popular del instituto y yo, yo no soy que digamos popular ósea mis amigos si, y yo pues digamos que por juntarme con ellos lo soy pero no me gusta hacerme notar.
Si no me juntara con ellos nadie sabría que existencia. Mi grupo de amigos y el de Evans son enemigos ya que los dos son los grupos más populares. Están todo el día peleándose.
Cuando me quise dar cuenta estaba llamando a la puerta de su casa. Mis manos están sudando y no se porque, ya que solo voy a cuidar a sus hermanos.
-Hola, gracias por venir.-me da un abrazo-Ven, entra, están en el salón.
Asiento con la cabeza sonrojándome.
Entramos al salón, allí están los dos niños, saltando por los sillones.
-Chicos, parar ya.-dice con cara de enfadado.-Ella es Amber, nuestra vecina y la que me va ayudar a cuidaros.
Dice sonriéndome mientras que me señala.
-Hola, tu debes de ser Lili,-digo mirándola-y tu Hardin. Encantada de conoceros.
Estuvimos toda la tarde riéndonos y jugando con ellos.
Por fin pude hablar largo y tendido con Mark es un chico encantador, también pude hacerle cosquillas y el ami, creo que nos lo pasamos mejor que los mellizos.
Cenamos pizza y ahora acabamos de dormir a los niños han caído rendidos.
Estábamos sentados detrás de sus puertas mirándonos cuando empezó hablar.
-Muchas gracias, no se que habría echo sin ti.
-De nada ha sido un placer-digo levantando me y bajando las escaleras- llámame cuando necesites más ayuda.
-No espera-dice agarrándome de la muñeca-Déjame recompensarte, invitándote a la fiesta de playa, mañana te recojo a las nueve, van a estar todos allí.
Me dice con su sonrisa juguetona.
-No tenia pensado ir, tengo que hacer la maleta.
-¿A donde vas para rechazar una cita de un chico tan apuesto como yo?-dice apoyándose en el marco de la puerta y sonriendo de medio lado.
-Ahg.-digo poniendo los ojos en blanco-Sabia que te lo tenias creído pero no tanto.
-Venga por favor, acompáñame nos lo pasaremos genial.-dice suplicando con ojitos de cachorrito.
-Mmm me lo pensaré. Adiós creidillo.-digo yéndome a mi casa notando su sonrisa.
Cuando llego a casa la luz de la cocina esta encendida lo que es extraño ya que es tarde.
Me acerco y veo a Derek y a Zack con el pelo mojado y comiendo leche con galletas.
-Hola chicos, ¿Qué hacéis con el pelo empapado?-digo cogiendo un baso con leche uniéndome a ellos-Espera que lo adivino, habéis estado surfeando hasta ahora y sin avisarme, malos.-digo haciendo pucheros.
-Eres tú la que nos has dejado por ese tal Mark, hermanita.-dice Derek quitándome una galleta.
-Total, no te hubieras perdido nada.-dice Zack con un pelin de ¿odio?
-Uy, ¿ qué mosca le ha picado ha este?
-Nada que ya no es el único punto de las miradas de las chicas.-me responde Derek.
-No es eso, es que ese socorrista no se que cree que es, va por ahí dando vueltas sin camiseta y creyéndose un dios griego.-hace una mueca de asco- además hace cualquier excusa para hablar con las chicas.
-Lo que te decía Am, esta celoso. Si el pobre chico esta harto de ellas, pasa de ellas.
-Dios que niño pequeño.
-Oye Am,¿ vais ha ir tú y tu amiga Linna a la fiesta?-dice Zack con cara ansiosa.
-Ella claro que ira yo no lo se.-digo con cara de sorpresa, él siempre me pregunta por todos no solo por Linna, porque se nota a leguas que le importa un comino que vaya yo.-Bueno me voy a la cama chicos hoy ha sido un día agotador.
Cuando subo encuentro mi móvil vibrando. Tengo diez llamadas de Linna y cien mensajes de ella en wasap.
La llamo y hablamos por una hora y la cuento todo, ella grita de emoción y me dice que tengo que ir obligatoriamente con Mark.
A los dos minutos de colgar, me llama un número desconocido.
-Hola hermosa, entonces vienes conmigo ¿no?-dice con voz ronca y atractiva y se al momento que es Mark.
-Claro.-digo con una sonrisa.
-Pues mañana te recojo ponte guapa aún que con cualquier cosa estás perfecta.-dice cortando la llamada.
Después me quedo dormida escuchando su última frase en mi cabeza "ponte guapa aún que con cualquier cosa estás perfecta".
Mark en multimedia.
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Olvidate de mí.
Romance-Ya sabía que me echabas de menos, pero no para llorar.-dice quitándome una lágrima de la mejilla. No me he dado cuenta de cuando he empezado a llorar. Hasta que me ha interrumpido Blake. -No lloraba por ti, idiota. -Pues deberías, porque estoy muy...