Olvidate de mí.

31.-Nuevo destino.

No he dormido en toda la noche.

Son las seis de la mañana y ya no aguanto más en la cama.

Me visto con la ropa que deje ayer afuera y me la pongo, meto el pijama en la maleta y cierro mi habitación con llave, no quiero que nadie descubra que me voy a ir de casa.

Bajo a la California y me voy a surfear un rato. Cuando las cafeterías han abierto salgo del mar y me visto.

Voy a un bar donde está todo buenísimo.

Pido un batido de vainilla y unas magdalenas de estas decoradas, que están buenísimas.

Aprovecho para llamar a mamá.

Al tercer toque lo coge.

-Hola mamá, te echo de menos. ¿Qué tal te va?

-Hola cariño, yo también te echo de menos, no te he llamado porque he estado muy liada con esto del divorcio. Ayer recibí un mensaje de tus hermanos, lo siento mucho. No te preocupes nos vas a tener que vivir con ellas por mucho tiempo.

-Gracias mamá, ¿Cuándo vienes?

-Hoy comemos juntas. Donde quieras.

-Gracias, adiós te dejo.

-Adiós, te quiero.

Estoy más tranquila después de colgar. Me ha dicho que no voy a tener que vivir con ellas eso significa que va a comprar otra casa. Menos mal. 

Ya no trabajo, mi tía me ha dicho que con mis hermanos ya no me necesita y como yo soy la única que no necesito dinero pues soy la que deja de trabajar pero por mi encantada de pasar el resto de las vacaciones con mis amigos de fiesta en fiesta y claro está que con Blake.

Vuelvo a la playa y me encuentro a Tara y su séquito y bueno los amigos del instituto y Mark.

Ya os conté que mi grupo y su grupo son enemigos. Cuando me perciben se giran y me matan con las miradas, yo paso de ellos como siempre, solo quiero meterme en el agua y olvidarme de todo el mundo pero claro hay una mirada que si me asusta y es la de Mark, me vienen imágenes de la otra noche y me da un escalofrió y más cuando se acerca.

Me agarra de la muñeca con fuerza.

-Te dije que te alejaras de él.

-Y lo hice.

-Te fuiste por la noche con él y a su casa.

-Eso fue porque él me salvo de que tú me violaras.-le contesto soltándome de su agarre.  

-Te lo diré otro vez más, no te acerques a Blake, lo que él me hizo no va a ser nada con lo que mis amigos le harán.

-Ya le pegaron.

-Esos amigos no, otros. Avisada estás, si tanto te gusta aléjate de él. ¿Me has oído?

Asiento con la cabeza y él se va con su grupo de amigos.

Su mirada estaba llena de ira y odio, en serio, no entiendo como he podido estar tan pillada por él.

Porque en el instituto es el chico perfecto.

La verdad es que miente muy bien. Demasiado bien, y eso me asusta, ¿a cuántas personas más habrá hecho daño, como a aquel chico?

Cuando llega con su grupo de amigos me mira y se ríe, luego se gira y besa a Maggi.

Me da asco pensar que ese monstruo me ha besado a mi.

Lo importante es que te has dado cuenta a tiempo.

Si, y ahora a decirle otra vez a Blake, que me olvide, que no quiero saber nada de él.

Necesito ayuda y rápido.

Escribo un wasap a Linna diciéndola que en cinco minutos estoy en su casa.

Son las doce y he quedado con mi madre a las dos, así que aun tengo tiempo.

Cargo todo a la California y me pongo en marcha hacia casa de Linna.

En el camino pienso pero no me concentro, no se como decirle a Blake que me deje y verle aun así todo los días.

Aparco y me dirijo a la puerta y llamo, espero a que salgan abrirme, vuelvo a llamar por si acaso no me han escuchado.

Abren la puerta y mi amiga me da un abrazo.

-¿Qué ocurre?-dice preocupada.

Subimos a su habitación y la cuento la discusión en la cena con mi padre, las nuevas amenazas de Mark y la pido algún consejo.

-Lo mejor es que le digas que no sientes nada por él, que solo era un juego, siempre ha sido un juego, porque si le dices que es por lo de Mark o algo por el estilo, seguirá persiguiéndote y será cuando los matones de Mark le harán daño.

-Que difícil es el amor.

-Muy difícil.

Seguimos hablando hasta que me doy cuenta de la hora que es.

-Linna, muchísimas gracias por todo pero he quedado con mi madre para comer en cinco minutos, me tengo que ir ya, si no quiero llegar tarde.

-No te preocupes, ya me contaras y suerte.

Subo corriendo a la California y conduzco hacia el restaurante.

Cuando llego mi madre me está ya esperando.

-Hola mamá, siento llegar tarde, pero estuve hablando con Linna y se me olvidó mirar el reloj.-digo dándola dos besos.

-Tranquila, no llevo mucho.-dice sonriente pero añade seriamente lo que me asusta-he quedado contigo para decirte que nos vamos a Nueva York.

-¡¿A vivir?!

-De momento a pasar lo que nos queda de verano. He encontrado allí trabajo, y no quiero dejaros aquí con tu padre, y menos a ti. Luego después de dos meses me concederán el traslado a un hospital de aquí, aunque no es seguro. Aun no voy a comprar una casa aquí por si acaso no me conceden el traslado, de ser así te quedarías con tu tía terminando el último año  de instituto y luego vendrías otra vez con tus hermanos y conmigo a Nueva York . Pero antes de adelantar acontecimientos estaremos allí dos meses pero deberás llevar todas tus cosas allí.

Me he quedado con la boca abierta, osea primero me voy solo de vacaciones, si tenemos suerte volvemos aquí a vivir, si no me vengo yo sola y mis hermanos y mi madre se quedan allí. Dios esto es mucha información en muy poco tiempo.

-Lo bueno es que ayer empaquete todas mis cosas.-digo aun asombrada.

Y que no volverás a ver más a Blake después de dejarle, y será más fácil olvidarle.

Amber en multimedia.