Había una vez, una princesa pelirroja prisionera en un armario debajo de la escalera.
La princesa vivía en un castillo que no era suyo. Con un sufrimiento que no debería. Hasta que un día, un semigigante apareció en la puerta de este, tiñendo su des...
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【Pruebas】
LILITH sentía el aire frío y húmedo mientras caía… caía… caía… y…
¡PAF!
Ambos aterrizaron sobre algo mullido, con un ruido suave y extraño. Se incorporaron, con ojos desacostumbrados a la penumbra. Parecía que estaban sentados en una especie de planta, pero ambos hermanos, siendo tan despistados en herbología, no supieron reconocerla.
—¿Estás bien, Litlu?— pregunto Harry.
—Todo bien, ¿Y tú?
Harry pareció relajarse al saber que su hermana no había sufrido daño alguno, puesto que suspiro, levantó la cabeza y grito:
—¡Todo bien!— grito al cuadradito de luz del tamaño de una estampilla, que era la abertura de la puerta trampa —¡Fue un aterrizaje suave! ¡Pueden saltar!
Ron se lanzó de inmediato, aterrizando a un lado de Harry, a él lo siguió Hermione y al final Ryan.
—Debemos de estar a kilómetros del colegio— dijo Hermione.
—Me alegro de que está planta este aquí— dijo Ron.
—¿Te alegras?— chillo Hermione —¡Miren!
Hermione saltó y trató de alcanzar una pared húmeda. Tuvo que luchar porque en el momento en que cayó, la planta comenzó a extenderse como una víbora para sujetarle los tobillos. En cuanto a Harry y Ron ya tenía las piernas firmemente cubiertas sin que se hubieran dado cuenta.
Fue en ese instante que Ryan se dio cuenta de que planta se trataba y su cabeza comenzó a pensar en como liberarse. Lilith, por otro lado, llevada por la desesperación, comenzó a moverse mientras los tentáculos comenzaban a agarrarla.
Hermione pudo liberarse antes de que la planta la atrapara. Ahora miraba horrorizada, mientras los chicos luchaban para sacarse la planta de encima, pero mientras más luchaban, con mayor fuerza y, más rapidez los envolvía la planta. El único tranquilo era el Grindelwald, que intentaba con todas sus fuerzas recordar lo que le había dicho Bia.
—¡Dejen de moverse!— ordenó Hermione —Sé lo que es esto. ¡Es un lazo del diablo!
—Oh, me alegro mucho de saber cómo se llama, es de gran ayuda— gruño Ron, tratando de evitar que la planta se le enroscara en el cuello.
La pelirroja hizo lo posible para concentrarse en otra cosa antes de que le diera un ataque nervioso. Fue ahí que vio como el pelinegro de Slytherin estaba tan calmado a pesar de que estaban en una planta que podría matarlos, y cuando él le sonrió supo que tenía que tomar el control de sus emociones. Por lo que optó por respirar hasta calmarse.
