Había una vez, una princesa pelirroja prisionera en un armario debajo de la escalera.
La princesa vivía en un castillo que no era suyo. Con un sufrimiento que no debería. Hasta que un día, un semigigante apareció en la puerta de este, tiñendo su des...
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★¶ Visita al zoológico ¶★
Lilith
Odiaba ese ruido.
Odiaba ese lugar.
Odiaba ser despertada.
Pero odiaba más no poder escapar de ahí.
Y aquí estaba. Intentando despertar a mi hermano, Harry Potter, mientras mi dulce primo saltaba en las escaleras como si estuviera matando una araña.
Odiaba que en el armario debajo de las escaleras se escuchará hasta el sonido que hacían los cubiertos al caer.
Golpeé con fuerza el techo, si se lo puede llamar así, para que de una vez por todas se callara.
—¡Cierra la boca Dudley!— grité
—¡Es hora de levantarse primita!— respondió de la misma forma, luego escuché el sonido de pies bajar las escaleras, lo que indicaba que Dudley estaba yendo a la cocina.
Bufé.
—Harry— lo moví un poco en un interno de despertarlo, parecía estar en un muy agradable sueño, pero lamentablemente era hora de despertar. Se giró a un lado, sin intenciones de despertar—Harry— repetí el proceso, sin éxito otra vez —Harry despierta— se movió un poco pero no despertó.
Me cansaste.
—¡HARRY POTTER, MALDITO CUATRO OJOS DESPIERTA DE UNA VEZ!— le di un golpe que lo hizo sobresaltarse.
Al fin.
—¿Qué paso?— murmuró adormilado mientras se acomodaba los lentes.
—Pasa que es hora del desayuno— me gire en busca de algo, lo cual fue muy complicado considerando lo estrecho del lugar.
—Buenos días, Lilith— lo escuché decir.
Volví a girar solo para encontrarme con mi hermano con una sonrisa somnolienta.
—Buenos días, Harry.
Tomé el pequeño dulce que le daríamos a nuestro primo por su cumpleaños.
—Vamos a desayunar— dicho esto salí del armario con Harry detrás.
Pasamos de largo el hall, llegando a la cocina donde ya estaba tía Petunia. Di un paso atrás por inercia.
