Había una vez, una princesa pelirroja prisionera en un armario debajo de la escalera.
La princesa vivía en un castillo que no era suyo. Con un sufrimiento que no debería. Hasta que un día, un semigigante apareció en la puerta de este, tiñendo su des...
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【A través de la puerta trampa】
LILITHobservó como una mujer pelirroja entraba a la habitación visiblemente cansada. Se le hizo un nudo en la garganta, era su madre.
No entendía como veía su madre desde abajo, como si se hubiera encogido. Tampoco se preguntó dónde estaba, solo le importaba lo que veía, su madre le sonreía. A ella. A Lilith.
—¿Qué voy a hacer con ustedes?— pregunto divertida, arrullando al pequeño Harry mientras su primogénita los miraba desde su cuna llorando de emoción al verla —¿Qué les parece una canción para dormir?
El pequeño niño vio eso como una señal para llorar más fuerte y que así su madre les cante.
—Okay, Okay. Ya entendí— dijo Lily. La mujer comenzó a cantar con una voz suave aquella canción que le había enseñado su suegra:
Hijo del corazón Deja ya de llorar Junto a ti yo voy a estar Y nunca más te han de hacer mal
Lilith veía como su madre dejaba a su varón, que se había quedado dormido, en la cuna que le correspondía. Antes de acercarse a ella, la pequeña estiró sus brazos, desesperada porque su madre la arrullara a ella también.
Tus ojitos de luz
La pequeña pelirroja rio cuando su madre dio una vuelta con ella en brazos.
El llanto no ha de nublar Ven, mi amor
Los ojos comenzaban a pesarle, pero se negaba a cerrarlos. Sabía que si lo hacía, no volvería a ver a su progenitora.
Nadie nos ha de separar
Finalmente el sueño le ganó, cerro sus ojos pero sin dejar de aferrarse con sus pequeños bracitos a su madre.
Cuando dejo de sentir el calor de Lily se removió en su lugar, amenazando con volver llorar. Pero no lo hizo, su tristeza se calmó un poco al sentir un cálido beso en la frente, seguida de una voz masculina que le decía:
—Descansa, mi pequeña princesa. Papá te va a cuidar.
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