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Kim Taehyung se miraba en el espejo, satisfecho con su atuendo. Sus largos y sedos rizos caían en cascada, enmarcando un rostro de facciones delicadas, sutilmente maquilladas para resaltar sus precisos ojos grises y sus labios carnosos. Unos skinny jeans negros ajustaban a la perfección su esbelta figura, acentuando sus curvas de manera irresistible y resaltando su increible trasero. La camisa negra con mangas brillantes contrastaba con su piel palida, y un fino cinturón marcaba su cintura, definiendo aún más su silueta. Unos zapatos de punta con un ligero tacón completaban el look, agregando un toque de sofisticación y elegancia.

Era la imagen perfecta para una noche de fiesta.

Un zumbido en su bolsillo lo sacó de su ensimismamiento. Era su hyung, llamando para avisarle que ya estaba afuera del edificio. "Ya bajo, hyung", respondió con una sonrisa traviesa.

Kim Taehyung tomó su bolso y se dirigió a la puerta, listo para conquistar la noche.

Al salir del edificio, el aire fresco de la noche lo envolvió. Caminó con paso firme hacia el lugar donde lo esperaba su hyung, la emoción palpitando en su pecho. Era una noche que jamás olvidaría, asi lo presentia.

Mientras caminaba, no podía evitar sentir una oleada de confianza en sí mismo. Sabía que era atractivo, pero más que eso, se sentía cómodo en su propia piel. La ropa que llevaba le hacía sentir poderoso y seguro, y eso se notaba en su actitud.

Al llegar al club, la música lo golpeó de lleno como una ola de adrenalina. El ritmo vibrante inundaba el lugar, electrizando el ambiente y encendiendo las almas de los presentes. Taehyung, contagiado por la energía contagiosa, sonrió con picardía y se dirigió hacia la barra junto a su amigo pidiendo dos whiskys que sirvieron como la chispa que inició la noche. De un trago, el líquido ámbar encendió sus gargantas y los preparó para la diversión. Con una mirada complice kim y park jimin se encaminaron con paso firme y decidido, se adentraron en la pista de baile, donde un mar de cuerpos se movía al ritmo de la música. Taehyung, con su natural sensualidad, se dejaba llevar por la melodía, ondulando sus caderas con movimientos lentos y cadenciosos que hipnotizaban a todos los que lo observaban.

Era como un imán que atraía miradas y despertaba deseos. Su belleza angelical, enmarcada por sus rizos castaños que bailaban al ritmo de la música, era un espectáculo digno de admirar él lo sabía y no dejaria pasar ninguna oportunidad.

La noche transcurría entre baile y tragos, cada segundo más emocionante que el anterior. De pronto, un hombre se abrió paso entre la multitud, atrayendo la atención de Taehyung con su presencia imponente. Era un alfa Alto, musculoso, con cabello azabache que caía sobre sus hombros y una mirada profunda que parecía penetrar en el alma. Su aroma, una mezcla embriagadora de whisky y masculinidad, envolvió a Taehyung y a su omega en una atmósfera seductora.

El hombre se acercó con decisión, tomando a Taehyung de la cintura y atrayéndolo hacia su cuerpo, susurrando algo al oído del castaño, palabras que provocaron una sonrisa traviesa en sus labios. Taehyung, sin dudarlo, rodeó el cuello del azabache con sus brazos, entrelazando sus manos y acercando sus pomposos labios a los delgados del contrario, rompiendo cualquier distancia presente en ellos con un beso apasionado.

La música se convirtió en un mero telón de fondo, un ritmo distante que se desvanecía ante la intensidad del momento. Cada roce, cada caricia, cada mirada cómplice era una explosión de sensaciones que los consumía a ambos.

Cuando el aire faltó, se separaron con una sonrisa triunfante en los labios de Taehyung, quien se acerco al oido del alfa susurrando "Sera otro día guapo" con un guiño pícaro, se despidió del apuesto hombre, sabiendo lo que habia provocado en el y teniendo la certeza que aquel alfa lo buscaria. Kim taehyung siempre consugue lo que quiere fue lo que se repitio en su mente.

La noche para esos dos bellos omegas habia terminado retirandose triunfantes En esa noche. Taehyung se había sentido en la cima del mundo, el rey de la pista y el centro del universo. Su belleza, su encanto y su actitud arrolladora lo habían convertido en el protagonista de la fiesta, dejando una huella imborrable en la memoria de todos los presentes y en uno en especial.

Al salir del club, la fresca brisa nocturna le acarició el rostro, llevándose consigo el calor de la música y la adrenalina del baile. Taehyung sonrió, satisfecho con la noche que había vivido. Era hora de volver a su departamento, a su refugio personal. Subiendose en el auto de su hyung pronto llegó a su edificio "adiós mimi cuidate" "adios tae, descansa" y sin más el chico de ojos grisaseos bajo del auto ingresando al edificio para porfin subir a su anhelado apartamento y tirarse encima de la comoda cama recordando al varonil alfa mientras mordia sus labio inferior.


El omega de Jeon [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora