El omega de Jeon [Kookv]

XXVII

Refugiado en la antigua cabaña de su abuela, Taehyung encontró un lugar para sanar y planear. La cabaña, aunque en mal estado, tenía un aire acogedor que prometía un refugio seguro. Pasó días limpiando, reparando y decorando con esmero, infundiendo en cada rincón un toque de su esencia. Con el paso del tiempo, la cabaña se transformó en un hogar cálido y acogedor, un lugar donde él y su bebé podrían estar en paz.

Una noche, mientras la luna llena iluminaba el bosque con su resplandor plateado, Taehyung salió al claro frente a la cabaña. Mirando al cielo, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. La luna, poderosa y brillante, parecía escuchar su dolor y sus súplicas.

-Diosa Luna -susurró con voz entrecortada-, te prometo que hundiré a la señora Jeon por lo que nos ha hecho. Volveré para reclamar lo que nunca quise dejar. Jungkook, nuestro amor, y nuestro hijo estarán juntos, como debió ser desde el principio.

Taehyung cerró los ojos, dejando que las lágrimas fluyeran libremente, sintiendo una renovada fuerza y determinación. Sabía que debía ser fuerte, no solo por él, sino por el pequeño ser que crecía en su vientre.

Mientras tanto, en la ciudad, la señora Jeon se sentía triunfante. Aprovechando la aparente muerte de Taehyung, no tardó en presionar a Jungkook para que siguiera adelante con su vida.

-Es lo mejor, hijo -le dijo con voz firme pero afectuosa-. Ahora podrás casarte y formar una verdadera familia, con un hijo de buena sangre, no como el bastardo que ibas a tener con ese... Taehyung.

Las palabras de su madre golpearon a Jungkook como una bofetada. Hasta ese momento, no había sabido que Taehyung estaba embarazado. La ira y la tristeza se mezclaron en su interior, formando un torbellino de emociones.

-¿Taehyung estaba embarazado? -preguntó con la voz temblorosa.

-Sí, pero olvida eso, hijo. Esa criatura no era digna de nuestra familia -respondió la señora Jeon con desdén.

El lobo de Jungkook, inquieto y furioso, le indico que no confiara en su madre. Había algo en sus palabras que no cuadraba. A pesar de la presión, Jungkook decidió aceptar aparentemente los deseos de su madre y se comprometió a casarse.

Sin embargo, en su corazón, las palabras del lobo resonaban con fuerza.

-Confía en la Diosa Luna. Ella permitirá que seas feliz -le repetía su lobo.

Jungkook, lleno de dudas y angustia, se aferró a esa pequeña esperanza, convencido de que la verdad saldría a la luz y que, de alguna manera, Taehyung y su bebé estaban vivos.

La noticia del embarazo de tae lo tenia debastado, ¿por qué no le dijo? ¿Como lo sabia su madre? Estaba realmente confundido y au ego herido, no puso proteger a tae ni a su cachorro. No cumolio su promesa y ahora ya era muy tarde.

A pesar de su tormento interno, Jungkook trató de mantener la compostura. Pasaron los días y su madre seguía adelante con los planes para su matrimonio. Aunque Jungkook apenas la conocía, no tuvo más opción que aceptar las circunstancias, al menos por el momento.

Un día, la señora Jeon lo citó en un lujoso hotel para discutir los preparativos junto a la señorita Park. Al llegar, Jungkook observó el elegante entorno del hotel, con sus brillantes candelabros y opulentos decorados. En el salón principal, su madre lo esperaba, conversando animadamente con la señorita Park, una mujer de porte refinado y sonrisa encantadora, pero cuyos ojos parecían calculadores.

-Jungkook, querido, ¡por fin llegas! -dijo la señora Jeon al verlo acercarse-. Ven, tenemos mucho que discutir sobre la boda. La señorita Park y yo hemos estado viendo algunas opciones maravillosas para el banquete y la decoración.

-Hola, Jungkook -saludó la señorita Park con una sonrisa cortés-. Estoy emocionada de que podamos planificar esto juntos.

Jungkook forzó una sonrisa y tomó asiento junto a ellas. Mientras su madre y la señorita Park hablaban entusiasmadamente sobre los detalles de la boda, él no podía evitar que su mente divagara. La imagen de Taehyung y la noticia de su embarazo lo perseguían sin cesar.

-¿Qué opinas, Jungkook? -preguntó su madre, sacándolo de sus pensamientos-. ¿No crees que estas flores serían perfectas para el centro de mesa?

Jungkook miró las imágenes que le mostraban, pero apenas las registró.

-Sí, están bien -respondió distraídamente.

La señora Jeon frunció el ceño, notando la falta de interés de su hijo.

-Jungkook, esta boda es muy importante para nuestra familia. Necesito que te enfoques y participes activamente en los preparativos -dijo con firmeza.

Jungkook asintió, tratando de concentrarse en la conversación, pero su mente seguía volviendo a Taehyung y su bebé. Sentía una mezcla de culpa, ira y desesperanza. Tenía que encontrar la verdad, pero no sabía por dónde empezar.

Después de varias horas de planificación, la reunión finalmente terminó. La señorita Park se despidió amablemente, mientras Jungkook y su madre se quedaron un poco más.

-Hijo, sé que esto es difícil para ti, pero es lo mejor para todos. Necesitamos que sigas adelante y te concentres en el futuro -dijo la señora Jeon, poniendo una mano en el hombro de Jungkook.

Él la miró, con una mezcla de dolor y desconfianza en sus ojos.

-Mamá, ¿cómo supiste que Taehyung estaba embarazado? -preguntó de repente, con la esperanza de obtener alguna pista.

La señora Jeon frunció ligeramente el ceño, pero rápidamente recuperó la compostura.

-Eso no importa ahora, Jungkook. Lo que importa es que sigas adelante con tu vida. No dejes que el pasado te atrape -respondió evasivamente.

Jungkook supo que no obtendría más información de su madre en ese momento, pero la duda seguía creciendo en su interior. Necesitaba saber más, y estaba decidido a descubrir la verdad, sin importar las consecuencias.