El omega de Jeon [Kookv]

XXVI

El plan de acabar con la vida de taehyung y el bebé que crecia en su vientre se puso en marcha esa misma noche mientras el omega dormia. Debian de actuar rápido y sin fallos, el asesor sobornó a un guardia del edificio de Taehyung, quien, con la promesa de una considerable suma de dinero, accedió a abrir la puerta del apartamento del omega sin realizar ninguna pregunta. El objetivo era simple: dejar una fuga de gas que, eventualmente, provocaría una explosión haciendo parecer que el omega habia sido tan torpe que olvido cerrar la valvula provocando su propia muerte.

Para la señora jeon el plan no tenia fallos, al final ella seria la ganadora y todos su objetivos serian cumplidos. Era solo cuestion de unos dias.

La codicia y el odio la habian segado por completo, dañaria a quien fuera con tal de lograr sus cometido.

Sin embargo todo plan tiene fallos. Una vez la fuga de gas comenzo el agudo olfato del lobo del castaño se percato del peligro avisando a su parte humada que debia salir de alli.

Tae estaba alarmado el sabia que no era cuestión de torpeza por parte de el, ese dia no habia cocinado nada, era impoaible causar un accidente asi.

Recordo de las amenazas de la madre de jungkook y la omega del supuesto compromiso.

Sus ojos amenazaban con empezar a lagrimear. No podia creer como la ambisición y el poder segaba tanto a las personas no al punto de querer asesinar a alguien.

Perdido en sus pensamientos, decidio renunciar a lo que era su vida para ponerse a salvo a el y al pequeño cachorro que lleva en su vientre.

Abrio las ventanas y llamo a los bomberos avisando de la fuga y un posible incendio debido al escape del gas.

Cuidadosamente ocasiono una chispa que se expandiria por todo el departamento sin dejar rastro de nada, ni siquiera de el. Desapareceria de la vida de todos para empezar una nueva.

Con lagrimas en los ojos salio lo más rapido del que era su hogar, con sumo cuidado de no ser visto.

Con la llegada de los bomberos taehyung aprovecho para salir del edificio y dejar todo atrás incluso a jungkook quien habia derrumbado la barrera de su corazón, aquel alfa aue habia sido complice para llevar un pedacito de amor en su vientre.

Los bomberos lograron actuar rápido controlando el fuego, pero no fue del todo exitoso dentro del lugar no habia nadie.

Jungkook al enterarse de la noticia subio a su auto manejanfo a toda velocidad. Al llegar al edificio solo rogaba porque los bomberoa salieran pronto con su castaño en brazos sano y salvo.

El tiempo para el preocupado alfa era eterno. Todo a su alrededor estaba estatuco y en silencio apesar de la multidus y el bullicio de las mismas personas su mente habia pausado todo.

Cuando los hombres encargados de controlar la emergencia salieron del lugar, jungkook alzó su mirada rapidamente recorriendo loa alrededores en busca del rizado.

Desesperado corrio hacia los hombres. -¿Donde está?, ¡taehyung!...¡taehyung!-

-señor dentro del apartamento no habia nada ni nadie. Solo quedan cenizas, lo lamento quien eatuvuera dentro no sobrevivio-

Nadie sobrevio, esas palabras golpearon su mente repitiendose como un eco dentro de si. Todo era una pesadilla su omega no habia muerto no, eso era imposible el tiene que estar vivo.

Su mundo se estaba desboronando. Habia perdido para siempre al pequeño rizado de bonita sonrisa geometrica.

Sin poder aguantar mas sus rodillas ticaron el suelo al tiempo en que sus mejillas eran mojadaa por las gotaa de agua salada qye salian de sus oscuros ojos.

Jungkook permanecía en el suelo, incapaz de aceptar la realidad que se le presentaba. Las palabras del bombero seguían resonando en su mente, destruyendo cada esperanza que había tenido de encontrar a Taehyung sano y salvo.

Sin embargo, en algún lugar lejos del caos, Taehyung observaba la escena desde una distancia segura, con el corazón roto pero determinado a empezar de nuevo. Sabía que para proteger a su hijo, debía desaparecer por completo de la vida que conocía. Mientras las llamas consumían los restos de su antiguo hogar, hizo una promesa silenciosa: algún día, Jungkook sabría la verdad y ellos estarían a salvo, pero por ahora, su única prioridad era sobrevivir.

Taehyung se giró y se alejó, con la esperanza de un futuro más seguro para él y su pequeño cachorro.

Mientras Jungkook se desmoronaba en medio de la calle, la señora Jeon recibía una llamada esperada con ansias. Su teléfono sonó, y al ver el número del asesor, una sonrisa malévola se dibujó en su rostro.

-¿si? -contestó con voz calmada.

-Señora Jeon, todo salió perfecto. No hay rastro de Taehyung ni del bebé. El plan fue un éxito -informó el asesor con tono seguro.

La señora Jeon respiró hondo, sintiendo una satisfacción oscura llenando su corazón.

-Excelente trabajo. Asegúrate de que el guardia reciba su pago y que nadie sepa de nuestra implicación en este asunto -ordenó con firmeza.

-Por supuesto, señora. Todo está bajo control -aseguró el asesor antes de colgar.

La madre de Jungkook se permitió un momento para disfrutar de su triunfo. Pensó en cómo su hijo finalmente podría deshacerse de esa relación que tanto había despreciado. Todo estaba según sus planes, y nada podía salir mal ahora.