XXI

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Taehyung se despertó por un intenso dolor en sus caderas y trasero. Cuando intentó moverse, un fuerte brazo lo apresaba sosteniéndolo de la cintura. Fue entonces cuando recordó que había pasado el celo con Jungkook. Mientras trataba de zafarse, se recriminaba a sí mismo, pensando en lo que había hecho. Había cometido un gran error, uno que no podía deshacer.

Retiró lentamente el brazo de su cintura y luego intentó levantarse, soltando un bajo chillido cuando una punzada recorrió su espalda baja. Jamás había sentido un dolor así; ese alfa casi lo partió en dos.

Cuando sus pies tocaron el frío suelo de su habitación, sus piernas temblaron como gelatina. En ese instante, odiaba a su lobo interior. Se había dejado llevar por el azabache sin pensar en las consecuencias. Como pudo, se dirigió al baño para darse una larga ducha. Mientras dejaba que el agua tomara una adecuada temperatura, buscó un espejo. Respiró aliviado al ver que no había ninguna marca en su cuello. No lo malinterpreten, le gustaba Jungkook, por eso había aceptado su cortejo, pero aún no estaba listo para unirse con él de esa forma.

Mientras se bañaba, dejando que el agua aliviara un poco su cuerpo adolorido, el alfa que había dejado en su cama se despertó por la ausencia del omega a su lado. Jungkook abrió los ojos lentamente, parpadeando para adaptarse a la luz que entraba por la ventana. Al notar la falta de calor a su lado, su primera reacción fue buscar a Taehyung.

-Tae... - murmuró, su voz aún ronca por el sueño.

Se levantó de la cama, notando la rigidez en sus músculos por la intensa noche que habían compartido. Al escuchar el sonido del agua en el baño, se dirigió hacia allí, preocupado. Al acercarse a la puerta, la abrió lentamente, asomando la cabeza para ver a Taehyung bajo el chorro de agua.

-Tae, ¿estás bien? - preguntó Jungkook, su voz suave y sus ojos puestos en el curvilineo cuerpo del contrario, su oecho se unflo de orgullo al visualizar laa notables marcar en el torso, caderas y cuello de su mequeco.

Taehyung giró la cabeza ligeramente, encontrándose con los ojos brillantes de Jungkook.

-Estoy... bien. Solo un poco adolorido - respondió Taehyung, tratando de manejar su manojo de nervios.

Jungkook frunció el ceño, entrando en el baño sin dudarlo, despojandose de la poca ropa que llevaba. Se acercó a Taehyung, envolviéndolo en sus brazos con cuidado.

-Lo siento, Tae. No quise lastimarte - murmuró Jungkook, sus manos acariciando suavemente la espalda del omega.

Taehyung se relajó ligeramente por el suave toque de Jungkook.

-Dejame ayudarte- pidio jungkook tomando la espoja lila para pasarla por el jabonoao cuerpo del menor.

Tae no se resistio, le agradaba la sensación de delicadeza del alfa y el esmero por limpiar su tersa piel.

Cuabdo jeon twrmino de duchar a su castañito lo envolvio en una toalla pra llevarlo a la habitación y darle privacidad para que se viatiera, miengras el se aseaba correctamemte tambien

Cuando salio tae ya estaba vestido, con un jean algo suelto y una camisa blanca un poco grande, se veia muy gierno veatido haci.

Al sentir nuevamente la predencua del alfa tae logro visualizarlo tan solo con una toalla sujetada a sus caderas dejandi espuesto au gran torso, haciendo que se sonroje.

-por que te sonrojas, ya haz viato todo mi amor, ¿no lo recuerdad?-

Ahora tae parecia un tomate queria que la tierra se lo tragara en ese mismo instante.

-Te quedaste sin habla mi amor?-

-Callate-

Jeon solo rió mientras se vestía con un jean oscuro algo ajustado y una camisa negra que había mandado a traer la noche anterior mientras el omega dormía.

-Te llevaré a desayunar, así que termina de arreglarte, precioso- dijo Jungkook con una sonrisa encantadora.

Kim solo asintió, su estómago rugiendo en protesta por no haber comido nada aún. Una vez que ambos estuvieron listos, salieron del departamento y se dirigieron al parqueadero donde estaba el lujoso auto del alfa.

Jeon se adelantó para abrir la puerta del copiloto para Tae, le gustaba ser caballeroso.

-Gracias- respondió Tae mientras tomaba asiento en el auto.

-¿A dónde iremos?- preguntó Tae cuando el alfa comenzó a manejar.

-Iremos a mi restaurante favorito, te encantará la comida- dijo Jungkook, lanzándole una mirada cómplice.

Tae no respondió más, solo asintió mientras miraba por la ventana, disfrutando del paisaje de la ciudad que pasaba rápidamente. Sus pensamientos divagaban, pero se sentía a gusto con Jungkook a su lado.

-Llegamos, cariño- anunció Jungkook mientras aparcaba el auto en el parqueadero del lujoso restaurante.

Jeon le entregó su tarjeta al encargado para confirmar su registro. Con una sonrisa, el encargado los guió a una mesa en una sección privada del restaurante, alejada del bullicio, donde podían disfrutar de su desayuno en tranquilidad.

El lugar era elegante, con una decoración moderna y sofisticada. La vista desde su mesa daba al jardín del restaurante, creando un ambiente relajante y acogedor.

-Este lugar es hermoso- comentó Tae, mirando a su alrededor impresionado.

-Sabía que te gustaría- respondió Jungkook, sonriendo mientras tomaba la mano de Tae sobre la mesa.

El mesero llegó rápidamente, entregándoles los menús y tomando nota de sus bebidas. Tae decidió probar algo nuevo, eligiendo un plato recomendado por Jungkook. Mientras esperaban la comida, conversaron sobre temas triviales, disfrutando de la compañía del otro.

Sin embargo, en una mesa distante, una mujer observaba la escena con desdén. La señorita Park, una figura conocida en los círculos empresariales, estaba furiosa. Había planeado su vida alrededor del compromiso con Jungkook, y ahora veía cómo él dedicaba su atención a un insignificante omega. Sus manos se apretaron alrededor de su copa de vino, sus ojos llenos de enojo.

-Así que este es el omega que ha capturado su atención...- murmuró para sí misma, sin poder apartar la mirada de la pareja feliz.

La comida llegó, y Tae y Jungkook comenzaron a disfrutar de sus platos. Jungkook no podía evitar sonreír cada vez que veía la expresión de placer en el rostro de Tae al probar algo delicioso.

-Está increíble, Jungkook. Tienes buen gusto- elogió Tae, saboreando cada bocado.

-Me alegra que te guste. Quería que este momento fuera especial- respondió Jungkook, sus ojos llenos de cariño.

Mientras tanto, la señorita Park no podía soportar más la escena. Se levantó de su mesa con determinación, sus tacones resonando en el suelo del restaurante mientras se dirigía hacia ellos. Jungkook la vio acercarse y su expresión cambió, volviéndose más seria.

-Señorita Park- dijo Jungkook, levantándose cortésmente pero sin soltar la mano de Tae.

-Jungkook- respondió ella con frialdad, su mirada despectiva posándose en Tae por un momento antes de volver a Jungkook. -No esperaba verte aquí... y mucho menos con compañía.

-¿Que pretende acercandose a mi mesa?

-Absolutamente nada, solo venia a ver quuen capturo tu atención y a advertirte que yo no pierdo nunca jeon-

La tención era palpable en el aire, tae solo observaba la interacción mientraa en su mente se planteaban muchas preguntas, ¿Quién era esa mujer?, ¿Por qué lo miraba haci?, ¿Cómo conocia a jungkook y por que lo amenazaba?

¿Les esta gustando?

El omega de Jeon [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora