-¡Omega insolente! -gritó Jungkook desde su auto, sus palabras resonando con frustración y deseo insatisfecho mientras veía a Taehyung alejarse.
Con un gruñido, se hundió en el asiento del conductor y encendió el motor, sus manos apretando con fuerza el volante. El dolor y la necesidad ardían dentro de él, una combinación torturadora que lo tenía al borde de la desesperación. Mientras conducía hacia su lujoso departamento, sus pensamientos no podían apartarse del desafiante y seductor omega.
-Jamás pensé que mis bolas pudieran doler tanto -murmuró para sí mismo, la voz cargada de irritación y anhelo. La erección que palpitaba dolorosamente en sus pantalones era un recordatorio constante del poder que Taehyung tenía sobre él.
El tráfico de la ciudad parecía moverse a paso de tortuga, cada semáforo en rojo y cada retención aumentaban su frustración. Cada segundo que pasaba, su mente estaba inundada de imágenes de Taehyung: sus caderas moviéndose con tanta sensualidad, el calor de su cuerpo contra el suyo, los gemidos suaves y provocativos que lo habían llevado al borde de la locura.
Finalmente, llegó a su edificio. El portero lo saludó, pero Jungkook apenas le prestó atención, su mente estaba fija en una sola cosa: aliviar la tortura que Taehyung había provocado. Subió rápidamente en el ascensor, cada segundo se sentía eterno mientras el dolor y el deseo se combinaban en una necesidad urgente.
Al llegar a su piso, abrió la puerta de su departamento con manos temblorosas. Entró y cerró la puerta tras de sí, apoyándose contra ella por un momento mientras trataba de calmarse. Pero tanto el como su lobo estaban en punto de ebullición, la necesidad era demasiado fuerte. Se dirigió apresuradamente hacia su dormitorio,
desabrochándose la camisa y los pantalones en el camino.Al llegar a su lujosa habitación, se dejó caer sobre la cama, quitándose la ropa con movimientos apresurados y torpes. Su erección, dura y dolorosa, se liberó finalmente, y dejó escapar un suspiro de alivio mezclado con frustración.
-Maldito Taehyung... -murmuró mientras envolvía una mano alrededor de su polla, comenzando a moverse con urgencia. Cerró los ojos, dejando que su mente se llenara de las imágenes más recientes del omega, de su cuerpo moviéndose contra el suyo, de la sensación de su piel suave y caliente.
Cada caricia de su mano era un intento desesperado por recrear las sensaciones que Taehyung había provocado en él. Sus movimientos se volvieron más rápidos, más desesperados, mientras su respiración se volvía errática y pesada. Podía imaginarse perfectamente el cuerpo de Taehyung sobre el suyo, sus gemidos suaves en su oído, su aroma a vainilla llenando sus sentidos.
El placer construyéndose en su abdomen era una mezcla de alivio y frustración, la necesidad de alcanzar el clímax era casi insoportable. Jungkook se movía más rápido, sus jadeos llenando la habitación mientras se perdía en las fantasías de Taehyung, en el deseo ardiente que lo consumía.
Finalmente, con un gruñido bajo y gutural, Jungkook encontró su liberación, el espeso liquido blanco mancho su mano y parte de su fornido pecho, su cuerpo temblando con la intensidad del orgasmo. Cerró los ojos con fuerza, su mano aflojándose mientras el placer se desvanecía lentamente, dejándolo exhausto y aún ligeramente frustrado.
Mientras yacía en la cama, recuperando el aliento, sus pensamientos volvieron a Taehyung. El omega había jugado con él, lo había llevado al límite solo para dejarlo así, con una mezcla de placer y frustración. Jungkook sabía que esto no iba a terminar aquí. Su deseo por Taehyung solo había crecido, y estaba decidido a devolverle el favor, a hacer que el omega sintiera la misma desesperación que él había sentido.
-Esto no ha terminado, Taehyung -murmuró para sí mismo, una sonrisa decidida curvándose en sus labios-. Voy a hacerte pagar por esto.
La noche era joven, y la guerra de deseos entre ellos apenas había comenzado. Jungkook sabía que había más juegos por venir, más momentos de intensa pasión y desafío. Estaba listo para enfrentarlos, para jugar y ganar, porque en el fondo sabía que ambos disfrutaban de este juego peligroso y seductor.
-Eso fue divertido e intenso -dijo Taehyung para sí mismo mientras se dirigía a su baño. Necesitaba una buena ducha fría para bajar el calor que aún ardía en su cuerpo.
Al entrar al baño, dejó que la puerta se cerrara suavemente tras él. Encendió la ducha y dejó que el agua fluyera, el vapor comenzando a llenar el pequeño espacio. Se desnudó lentamente, dejando caer cada prenda al suelo, sus pensamientos aún nublados por la reciente interacción con Jungkook. La anticipación, el deseo, y la satisfacción de haber mantenido el control lo hicieron sonreír mientras se metía bajo el chorro de agua fría.
El agua helada golpeó su piel, provocándole un estremecimiento inicial antes de que su cuerpo se acostumbrara a la temperatura. Cerró los ojos y dejó que el agua se llevara el calor y la tensión, sus manos recorriendo su cuerpo para asegurarse de que cada rincón se enfriara. Sus pensamientos se volvieron más claros mientras se relajaba, disfrutando del momento de tranquilidad.
Pasaron unos treinta minutos antes de que Taehyung finalmente sintiera que el fuego dentro de él había disminuido. Apagó la ducha y salió del baño, secándose lentamente con una toalla suave. Se miró en el espejo empañado, sus ojos brillando con una mezcla de satisfacción y un toque de desafío. Sabía que había dejado una fuerte impresión en Jungkook, y el pensamiento le provocó una sonrisa.
Decidió vestirse con su pijama favorita, una de seda extremadamente ligera que acariciaba su piel con cada movimiento. El tejido suave y fresco era un contraste bienvenido después del calor de la ducha. La tela se deslizó sobre su piel, dejando una sensación de lujo que disfrutó mientras terminaba de arreglarse.
Salió del baño con una sensación renovada de confianza y tranquilidad. Su pijama de seda se movía suavemente con cada paso que daba, creando un contraste sensual con su piel todavía ligeramente húmeda. Caminó hacia su habitación, disfrutando del silencio y la calma de su entorno.
Se dejó caer sobre su cama, el suave colchón abrazándolo mientras se acomodaba entre las sábanas. Sus pensamientos volvieron a Jungkook, recordando cada detalle de su encuentro.
Taehyung sonrió para sí mismo, preguntándose qué movimientos haría Jungkook a continuación. Sabía que el alfa no se rendiría fácilmente, y la expectativa de sus futuros encuentros le provocaba una excitación casi palpable. Le gustaba jugar, y estaba seguro de que Jungkook sería un oponente digno.
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El omega de Jeon [Kookv]
Fanfictionkim taehyung es hermoso, caprichoso y mimado dispuesto a conseguir todo lo que quiere. Jeon jungkook un alfa que demuestre poder y grita dinero, dispuesto a cumplir cada capricho a ese hermoso omega