XVIII

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-¡Hey, Tae! ¿Me estás escuchando?

Claro que no lo hacía. Taehyung estaba ocupado mirando su teléfono, escribiéndole a Jungkook. Su sonrisa lo delataba, estaba dejando que el alfa derrumbara el muro de su corazón. Hace una semana que había aceptado el cortejo del alfa, aunque aún no habían tenido ninguna cita. Ambos estaban ocupados: Taehyung con la entrega final del semestre y Jungkook con sus empresas.

-¡Kim!- gritó un chico de cabello rosado para que el contrario le prestara atención.

-Oye Jimin, ¿por qué gritas?- respondió confundido Taehyung, levantando la mirada del teléfono.

-Llevo hablándote desde que inició el almuerzo y no contestas- replicó Jimin con un tono de leve frustración pero sin perder la sonrisa.

-Lo siento, es que estoy hablando con Jungkook. Quiero invitarlo a una cita- explicó Taehyung, sonriendo tímidamente mientras miraba de nuevo la pantalla de su teléfono.

-Oh, mi pequeño bebé se enamoró- dijo Jimin con un tono de voz burlesco, no pudiendo evitar reír ante la situación. No podía creer que su amigo estuviera tan comprometido con su "relación".

-No soy un bebé, Jimin, y no estoy enamorado. Solo le estoy dando una oportunidad- contestó Taehyung, rodando los ojos, aunque una ligera sonrisa delataba su verdadera emoción.

-Espero que ese alfa sepa hacerte feliz, sino tendrá serios problemas conmigo- declaró Jimin, cambiando su tono a uno más serio y protector.

-Claro que sí, Mimi, estoy seguro de que nunca me haría daño- dijo Taehyung, convencido de sus palabras, mientras volvía a escribir en su teléfono.

El ambiente en la cafetería de la universidad era bullicioso, lleno de estudiantes charlando y riendo. Taehyung y Jimin estaban sentados en su mesa habitual, rodeados de amigos y compañeros, pero en ese momento, para Taehyung, el mundo exterior se desvanecía cuando pensaba en Jungkook. A pesar de la distracción constante de los estudios y las responsabilidades, el alfa siempre lograba hacerse un lugar en su mente y en su corazón.

-¿Y qué le vas a decir?- preguntó Jimin, curioso.

-Estaba pensando en invitarlo a cenar este fin de semana. Conozco un lugar tranquilo y agradable, perfecto para nuestra primera cita- respondió Taehyung, un poco nervioso pero decidido.

-¡Eso suena genial! Estoy seguro de que lo pasará muy bien contigo. Solo asegúrate de relajarte y ser tú mismo- aconsejó Jimin, dándole una palmadita en el hombro a su amigo.

Taehyung asintió, agradecido por el apoyo de Jimin. A pesar de su fachada segura y confiada, internamente estaba ansioso por cómo se desarrollaría la cita. Sin embargo, la idea de pasar tiempo con Jungkook, de conocerlo más llenaba su corazón de una calidez desconocida.

 Sin embargo, la idea de pasar tiempo con Jungkook, de conocerlo más llenaba su corazón de una calidez desconocida

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-Hola, muñequito. ¿Cómo te fue hoy?- preguntó Jungkook con una voz suave y cariñosa.

-Hola, Jungkook. Me fue bien, por fin podré descansar de la universidad. ¿A ti qué tal te fue en la empresa?- respondió Taehyung, relajado y contento de escuchar la voz de su alfa.

-Bien, cerré el negocio con la empresa de la que te había hablado- contestó Jungkook con orgullo.

-Vaya, sí que eres ágil en los negocios- comentó Taehyung, impresionado.

-No solo en los negocios, mi amor- respondió coqueto Jungkook, dejando que su voz se tiñera de un tono seductor.

-Claro, como digas- replicó Taehyung, fingiendo indiferencia aunque no podía evitar sonreír.

-¿Estás nervioso, pequeña cosita?- preguntó Jungkook, detectando un ligero cambio en la voz de Taehyung.

-Claro que no, mejor hablemos de algo más. ¿Te gustaría cenar conmigo el sábado?- propuso Taehyung, tratando de cambiar el tema.

Jeon palideció. El sábado debía asistir a una cena con la señorita Park, una reunión que tenía que resolver de una vez por todas. La presión de este compromiso le nublaba la mente, pero sabía que tenía que encontrar una solución.

-Lo lamento, precioso. Tengo una cena con unos inversionistas. ¿Te parece el domingo? Ese día seré todo tuyo- dijo Jungkook, tratando de sonar lo más tranquilo posible.

-Oh, por supuesto, no hay problema- contestó Taehyung, aunque un poco desanimado.

-Bien, nos vemos. Adiós, mi precioso muñequito- se despidió Jungkook, intentando inyectar calidez en sus palabras.

-Adiós, Jungkook- dijo Taehyung antes de colgar la llamada.

El sábado por la noche, Jungkook se preparó para la cena con la señorita Park. Esta reunión era crucial para él; necesitaba romper el compromiso que su familia había arreglado sin su consentimiento. La señorita Park era una mujer influyente y poderosa, pero Jungkook estaba decidido a ser honesto sobre sus sentimientos y la imposibilidad de continuar con el acuerdo.

Llegó al restaurante y fue recibido por la señorita Park quien lo beso en la mejilla, estaba elegantemente vestida. Jungkook no era ciego la omega frente a el era muy guapa y tenia un cuerpo bien cuidado. La cena comenzó con conversaciones formales y triviales, pero Jungkook sabía que tenía que abordar el tema principal, tomando un sorbo de vino, hablo.

-Señorita Park, hay algo muy importante que debo discutir con usted- dijo Jungkook con seriedad.

-Claro, Jungkook. ¿De qué se trata?- respondió ella, borranfo la sonrisa de su rostro al ver la expresión del alfa frente suyo.

-Debo ser honesto. No puedo continuar con este compromiso. Mis sentimientos están con otra persona y sería injusto para ambos continuar con esto- explicó Jungkook, tratando de ser lo más claro y respetuoso posible.

La señorita Park frunció el ceño, visiblemente sorprendida y molesta. Su reacción fue inmediata y contundente.

-¿Qué estás diciendo, Jungkook? ¡Esto es inaceptable!- exclamó, levantando la voz y atrayendo la atención de los demás comensales del restaurante.

-Por favor, mantenga la calma. No quiero causarle ningún daño, pero esto es lo correcto- intentó calmarla Jungkook, consciente de las miradas que comenzaban a dirigirse hacia ellos.

-¡No me digas que me calme! ¡Mi familia ha invertido mucho en este compromiso y no permitiré que lo rompas tan fácilmente!- gritó la señorita Park, poniéndose de pie y golpeando la mesa con fuerza.

La escena se volvió un escándalo rápidamente. Los murmullos y las miradas curiosas aumentaron mientras la señorita Park continuaba expresando su indignación. Jungkook, manteniendo la compostura, intentó apaciguar la situación.

-Lo siento profundamente, pero mi decisión es firme. Espero que podamos resolver esto de manera civilizada- dijo Jungkook con firmeza, aunque su corazón latía con fuerza.

Finalmente, la señorita Park, dándose cuenta de la atención que estaban atrayendo, tomó una respiración profunda y se esforzó por recuperar la compostura.

-Muy bien, Jungkook. Pero te aseguro que esto no quedará así. Hablaremos de esto más adelante- dijo ella con frialdad antes de marcharse del restaurante, dejando a Jungkook solo en la mesa.

Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio. Sabía que esto no sería fácil, pero había dado el primer paso hacia su libertad. Ahora, solo quería enfocarse en su relación con Taehyung y asegurarse de que nada ni nadie se interpusiera en su camino hacia la felicidad

El omega de Jeon [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora