XXXI

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Con la confesión del recepcionista, ya casi todo estaba claro para jungkook que tenia la certeza que su madre era quien le daba las instrucciones al hombre que ocasiono el accidente.

La descripción que habia hecho el recepcionista sobre el causante de todo se le hacia demasiado familiar, pero su mente aun no tenia claro de quien se trataba.

Realmente estaba desesperado por saber toda la verdad, queria llegar al final de todo sin importar que casa que tenia una nueva pista en su corazon se creaba un nudo pensando que todo era su culpa. Cuanto desearia ser el quien hubiera estado en el accidente y no au pequeño muñequito.

Se permitio llorar y gritar estando en la calida cama de su hogar, no queria verse ni sentirse debil pero todo era muy abrrumador.

Cuando logro desahogar lo que sentia ejecuto su siguiente paso, el más arriesgado pero que seria la pieza clave para hundir a todos los culpables.

Contrató a un investigador privado, un hombre con una reputación impecable en el mundo subterráneo de la electronuca, dando una orden clara "Necesito que consigas toda la información posible sobre las llamadas y registros del celular de mi madre. Aaegurate de nob dejar rastro de tu presencia."

Cuando Jungkook logró desahogar lo que sentía, supo que era momento de ejecutar su siguiente paso, el más arriesgado pero también el más crucial para hundir a todos los culpables y obtener justicia. Esta fase de su plan requería precisión y discreción absolutas, por lo que no podía confiar en cualquiera. Necesitaba a alguien con habilidades excepcionales y una reputación impecable en el mundo subterráneo de la electrónica.

Tras una cuidadosa búsqueda, encontró al hombre perfecto para el trabajo: un investigador privado conocido en los círculos más oscuros por su destreza y eficacia. Este hombre, que había trabajado en innumerables casos complejos, tenía la habilidad de infiltrarse en cualquier sistema sin dejar rastro, un fantasma en el ciberespacio. Jungkook concertó una reunión en un lugar remoto y discreto, lejos de miradas indiscretas.

En una noche lluviosa, se encontraron en un almacén abandonado a las afueras de la ciudad. El sonido de la lluvia golpeando el techo de metal proporcionaba un telón de fondo ominoso a su conversación. El investigador, un hombre de mediana edad con ojos fríos y calculadores, escuchó atentamente mientras Jungkook exponía su plan.

"Necesito que consigas toda la información posible sobre las llamadas y registros del celular de mi madre. Cada conversación, cada mensaje de texto, cada detalle que puedas encontrar. Quiero saber con quién ha estado hablando, sobre qué y cuándo. Y lo más importante, asegúrate de no dejar rastro de tu presencia. No puede haber ningún indicio de que alguien haya accedido a su dispositivo," dijo Jungkook con una firmeza inquebrantable.

El investigador asintió, comprendiendo la gravedad de la situación y la necesidad de absoluta confidencialidad. "Entendido. Este trabajo requerirá tiempo y precisión, pero te aseguro que conseguiré lo que necesitas. Mi método es infalible, y nadie sospechará nada."

Durante la semana siguiente, el investigador se sumergió en su trabajo. Utilizó técnicas avanzadas de hackeo y dispositivos de alta tecnología para acceder de forma remota al celular de la madre de Jungkook.

Paralelamente, Jungkook vivía en una constante tensión. Sabía que el éxito de su plan dependía en gran medida de la discreción del investigador y de la calidad de la información que este pudiera obtener. Cada noche, revisaba mentalmente cada detalle de su estrategia, asegurándose de no haber dejado cabos sueltos.

Finalmente, tras una insufrible semana de espera, el investigador contactó a Jungkook. Se encontraron nuevamente en el almacén abandonado. El investigador entregó a Jungkook un pequeño dispositivo USB. "Aquí tienes todo lo que me pediste. Las grabaciones de las llamadas, los mensajes de texto, y los registros detallados de todas las comunicaciones. No hay rastro de que alguien haya accedido al dispositivo. Todo está limpio."

Jungkook tomó el USB, sintiendo el peso de lo que contenía. "Gracias. Tu trabajo ha sido impecable. Te haré llegar el resto del pago como acordamos."

El investigador asintió y desapareció en la noche, dejando a Jungkook solo con la prueba que tanto había buscado. De vuelta en su apartamento, Jungkook conectó el USB a su computadora y comenzó a revisar la información. Cada archivo que abría le revelaba más sobre la implicación de su madre. Las llamadas, los mensajes, todo apuntaba a una planificación meticulosa y una frialdad que le resultaba difícil de asimilar.

Cada nueva prueba se agregaba al sobre manila, que ya estaba grueso con la acumulación de evidencias. Jungkook sabía que la confrontación final estaba cerca. Sin embargo, también sabía que debía actuar con cautela. No podía precipitarse; necesitaba asegurarse de que cuando finalmente enfrentara a su madre, tendría todo lo necesario para desenmascarar a todos los culpables y asegurarse de que no pudieran escapar de la justicia.

El omega de Jeon [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora