7.

158 15 7
                                    

Era un día tranquilo en las calles de Marbella, Wesker y Márquez habían salido a patrullar ya que eran los únicos agentes disponibles y no había mucho por hacer.

Estaban de camino al badulaque cuando les llegó una alerta de secuestro en el motel, se dirigieron hacia allí de inmediato. Al llegar se encontraron a un chico en la puerta con sangre desbordando su pantalón.

- Caballero, ¿se encuentra bien? - Wesker se acercó con su arma en la mano, siendo seguido de cerca por Vera.

- Yo estoy bien, quien no está bien es mi chica, se la llevaron. - respondió algo alterado.

- ¿Cómo es su nombre? - preguntó Vera con un tono tranquilo.

- Mi nombre es Jonan, el de mi chica es Darlene. - ambos agentes le miraron de forma curiosa. - Ella se fue un día, me dijo que tenía que encargarse de algunas cosas y se fue. Desde ese día siempre vengo aquí porque es donde ella vivía, tenía la esperanza de volver a verla... - bajó levemente la vista. - Hoy llegó alterada, alcanzó a decirme que teníamos que irnos rápido, cuando estábamos saliendo un enmascarado llegó. Me disparó para que no los siguiera y se la llevó. - su tono denotaba preocupación y dolor.

- ¿Darlene ha dicho? - habló Wesker sacando una libreta.

- Así es agente, Darlene DiPierro. - Vera y Paul se miraron confundidos.

- Le llevaremos al hospital, venga con nosotros. - habló Vera invitándolo a subirse a su auto.

- No, yo estoy bien, un amigo está viniendo a recogerme. Ayúdenla a ella. - Wesker lo dudó por un segundo pero le pareció bien, si se trataba de quien ellos creían tenían un gran problema.

- ¿Llevaba algún teléfono encima?

- Sí, llevaba su teléfono. - Jonan le dió el número de teléfono de Darlene a Wesker.

- Vera, vamos a las oficinas y la rastreas. - Encendió el auto y comenzó a manejar hacia las oficinas.

- Cree que sea... ¿coincidencia? - preguntó Vera con un tono intranquilo.

- No existen las coincidencias. - respondió Wesker sin quitar su vista del camino.

___

Dominique acababa de llegar a su casa después de varios días internada. Se dirigió a la cocina agradecida por finalmente poder comer algo real, odiaba la comida del hospital así que ver su heladera con varias viandas fue un alivio. Agarró una, la calentó y se sentó a comer cuando su teléfono la interrumpió, un número le estaba enviando fotos.

Lo prendió con tranquilidad hasta notar de quién era ese número.

- No puede ser. - susurró, su tranquilidad se había esfumado en un segundo.

Entró rápidamente al chat observando dos fotos que hicieron que su corazón se detuviese. Era una chica rubia con americana verde siendo apuntada por varios hombres vestidos de negro con armas largas, tenía varios cortes por su rostro y la americana se veía manchada de sangre.

Sintió como su respiración comenzaba a acelerarse, era por quien estaba en Marbella. Sabía dónde estaba su hija pero no quería intervenir, no hasta que fuese necesario, y cuando supo que un ex compañero estaba tras ella intentó ayudarla, pero ya era tarde.

Mientras pensaba en qué hacer una ubicación le llegó seguida de un mensaje.

"Esta es tu última advertencia."

Corrió hacia el estacionamiento, sacando su auto y poniendo la dirección en el GPS mientras se dirigía hacia allí, era un lago del norte. Mientras conducía sentía sus manos temblar levemente, su corazón latía como si fuese a salirse de su pecho, su respiración comenzaba a ser rápida y su piel se había tornado más blanca de lo normal.

Atracción Prohibida (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora