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El aire en la sala de reuniones de las oficinas del Servicio Nacional de Inteligencia estaba cargado de tensión esa mañana, estaban en los detalles finales de planificación para la redada.

Dominique y Paul se encontraban terminando de firmar los informes pertinentes mientras sus agentes releían cada uno de ellos.

Desde que se habían visto obligados a posponer la operación debido al secuestro de Paul, las relaciones con la policía habían empeorado, si eso se podía.

Técnicamente los agentes del SNI eran superiores jerárquicos, pero la falta de respeto y cooperación por parte de la policía, o mejor dicho, de ciertos agentes en concreto, creaba constantes discusiones, y ese día no sería una excepción.

- ¿Están todos los equipos listos? - preguntó Dominique de forma calmada mientras revisaba los informes finales.

Al notar el asentimiento por parte de sus agentes tomó el teléfono y marcó el número de la comisaría para comunicarse con la DB ya que debían coordinar la operación conjunta.

Después de unos momentos de espera, una voz suave respondió al otro lado.

- ¿Están listos para la redada? - preguntó la morena directamente al oír la voz de la peliblanca.

- Nosotros no vamos a estar ahí. La operación estaba programada para ayer y no nos notificaron con tiempo que se había cancelado. - respondió de forma tranquila, pero una pizca de superioridad se dejó notar en su tono.

- Fue un imprevisto, tuvimos a un agente secuestrado. - habló intentando mantener su tono tranquilo e imponente al mismo tiempo.

- Como dije, no hemos sido notificados. Somos cuerpos independientes, no trabajamos para el SNI ni nos movemos a su conveniencia. - finalizó Prada, colgando el teléfono.

Una sonrisa forzosa se posó en el rostro de Dominique. Lentamente bajó el teléfono y giró su mirada hacia los agentes, quienes la veían con curiosidad, principalmente Paul.

- Haré una visita a Prada antes de la redada. - habló y salió de la sala, dejando a todos algo confundidos.

Paul caminó con ella, sabía que lo solucionaría pero no la haría plantar cara sola, la peliblanca había estado generando conflictos internos desde hacía tiempo.

- No se querrán perder esto, vamos. - susurró Ilhan a Vera y Echedey con una sonrisa traviesa mientras salía detrás de ellos, conocía lo suficiente a Dominique para saber que no acabaría en buenos términos.

- ¿Qué te dijo? - habló Paul mientras iba junto a la morena en el vehículo.

- Que no se mueven a nuestra conveniencia. - sonrió irónica. - ¿De verdad hace falta que vaya a aclarar las cosas? - dejó salir un largo suspiro.

- Eso parece. - la miró de reojo. - Si lo prefieres puedo hablar yo. - habló tranquilo, comprendía su frustración.

- No, a mí fue a quien respondió así, yo hablaré con ella. - lo observó antes de salir del vehículo. - Gracias. - le sonrió y se dirigió hacia la comisaría.

Para sorpresa de Wesker, apenas entró allí una extraña tranquilidad se adueñó completamente de la pelinegra, no como minutos antes en el vehículo cuando se desahogaba.

- Prada. - habló levantando levemente la voz para que la otra la escuchara ya que estaba al otro lado del pasillo.

Esta se volteó y se dirigió hacia ellos junto a su compañero Peralta.

- Buenas tardes detectives. - habló la morena al acercarse.

- Buenas tardes. - hablaron ambos al unísono con un tono altanero.

Atracción Prohibida (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora