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Dominique acababa de bajar del avión, agarró la pequeña maleta que llevaba con ella y sacó su teléfono, el cual indicaba una ubicación.

—💭—

Un día antes.

Luego de haber llegado a las oficinas y dirigirse a su despacho se sentó con tranquilidad en su silla, abriendo la computadora que tenía frente a ella e ingresando a la base de datos del SNI.

Busco en los archivos el nombre que necesitaba, obteniendo únicamente "En búsqueda y captura", lo demás era clasificado.

Algo frustrada cerró su computadora pensando por un segundo. Rápidamente tomó su teléfono y marcó un número.

- Pollería "El Pollón", ¿en qué le puedo ayudar? - habló una voz del otro lado del teléfono, Dominique no pudo evitar sonreír levemente.

- Quiero ordenar los menú número 33 y 4443- respondió con tranquilidad.

- ¿Quiere aderezos? - la voz del hombre al otro lado de la línea sonaba normal. Era un restaurante fuera de lo normal, todos sus menú estaban nombrados con números y no con palabras.

- Sí, quiero doble aderezo. - frenó por un segundo como si intentase recordar algo. - Mayonesa y mostaza, por favor.

- Su orden está siendo procesada, aguarde un momento. - habló nuevamente el hombre.

Tras unos segundos de silencio se volvió a pronunciar.

- Línea asegurada, dime.

- Necesito su última ubicación.

—💭—

Finalmente salió del aeropuerto decidida en dirección al estacionamiento, donde se paseó por un rato entre los vehículos hasta que logró observar uno de color negro con vidrios oscuros.

- Trabajar en el SNI no es tan malo después de todo. - no pudo evitar sonreír mientras se acercaba al mismo sacando una llave de su bolsillo, la cual abrió el auto.

—💭—

Año 1998.

Dominique caminaba hacia su casa cuando vio como un vehículo chocaba a un chico que iba en bicicleta. Se acercó rápidamente al observarle allí tirado, el hombre del auto, contrario a pararse a ayudar, aceleró continuando su camino.

La morena llamó a emergencias con nervios. En cuestión de minutos una ambulancia había llegado al lugar, los trasladaron a ambos, ella quiso ir para que no despertase solo ya que no llevaba documentación.

Una vez allí fue interrogada por la policía, dio todas las características que recordaba del vehículo y se quedó luego de avisar a su padre.

Rato después el pelirrojo despertó.

- Los médicos dijeron que estarás bien. - le sonrió amablemente.

- ¿Qué sucedió? - preguntó algo confundido mientras comenzaba a recordar. - Estaba yendo hacia mi casa y de repente todo se puso negro.

- Un idiota te atropelló y se dió a la fuga. - habló molesta.

- Gracias por ayudarme. - sonrió levemente removiéndose en la cama. - Debo irme, si no llego a tiempo tendré problemas..

Atracción Prohibida (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora