Atracción Prohibida (Domisker)

14.

Dominique se encontraba recostada en un sillón de su oficina con un vaso de Whisky en la mano cuando el pelirrojo interrumpió su tranquilidad.

- Buenas tardes. - ingresó sin pedir permiso.

- Hola. - continuó recostada sin prestarle atención.

Ilhan se dirigió hacia ella para arrebatarle el vaso de la mano, acción que hizo que la morena se incorporase en el lugar viéndole mal.

- Te voy a despedir. - dijo disgustada.

- No lo harás. - sonrió brevemente. - ¿Desde cuándo bebes en el trabajo? - la miró luego de dejar el vaso en el escritorio.

- Necesitaba un trago. - se levantó para dirigirse a su escritorio.

- ¿Es el primero? - preguntó su compañero al observar la botella junto al sofá.

- El segundo. - volvió a agarrar el vaso.

- Entonces ya tuviste el trago que necesitabas. - volvió a quitárselo.

Dominique volvió a mirarlo mal y se resignó, sentándose en el sofá.

- ¿No has hablado con Paul? - se sentó junto a ella, observándola negar con la cabeza.

- Deberías, lo has evadido por dos días. Tu confías en él y yo confío en ti, dile la verdad.

La morena lo miró con una expresión triste.

- Perdóname. - dijo bajando su mirada.

- ¿Por qué?

- No debí buscarte, tú estabas tranquilo sin correr peligro, ahora estás aquí entre agentes que no te conocen, que creen que eres una persona que no eres y te expones diariamente a que alguien descubra tu identidad. - volvió a mirarle con los ojos vidriosos. - Debí solucionarlo yo, yo lo provoqué - sonrió irónicamente lanzando un suspiro mientras sus ojos se volvían más cristalinos. - No debí involucrarte, lo siento.

El pelirrojo se acercó a ella y la rodeó con sus brazos.

- No estaba tranquilo ni estaba viviendo. Vine aquí porque quise, tú no me obligaste a nada así que no te culpes.

Una lágrima finalmente resbaló por el rostro de Dominique, quien se quedó en el lugar que estaba mientras Ilhan la abrazaba con cariño.

- Todo estará bien. - se apartó levemente y limpió el rostro de su amiga. - Te lo prometo. - esbozó una leve sonrisa, la cual logró tranquilizarla.

Tras unos minutos Ilhan salió de la oficina, cruzándose en el pasillo a Vera, Echedey y Paul, quienes se encontraban allí hablando de un caso.

Los primeros dos lo saludaron alegremente, pero Wesker esquivó su mirada y se fue hacia su oficina.

- Creí que la etapa de celos se había acabado. - dijo divertido Armiche.

- No son celos. - respondió.

- ¿Entonces qué es? - preguntó el canario con curiosidad sin borrar su sonrisa.

- Necesitan hablar. - cambió de tema. - Tengo una idea.

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- Entonces ambos saben lo que deben hacer, ¿verdad? - preguntó el pelirrojo.

- Sí señor. - sonrió Echedey.

- Que bueno que me hayan dejado fuera de esto, no quiero que la jefa se enfade conmigo. - habló con tranquilidad Vera.