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La luz de la luna iluminaba toda la ciudad tras algunas nubes oscuras que la intentaban esconder.

El despertador de Dominique intentó pronunciarse pero fue rápidamente silenciado por ella, quien había estado despierta toda la noche.

Llevaba días sin lograr conciliar el sueño, desde que recibió aquel mensaje junto a la ubicación, el mismo día que se reencontró con su hija, aunque no de la forma que ella quería.

Un fuerte suspiro fue todo lo que se logró escuchar antes de que se levantara con pesadez y se dirigiera hacia la ducha sin mirar la hora, no era necesario, que su despertador sonase le indicaba que eran las 4:30am.

Pasó media hora y ya se encontraba sentada en su auto, un Dodge Viper 1991 de color negro. Arrancó el vehículo de forma tranquila mientras conducía y sentía la brisa pesada chocando contra su rostro, sin duda sería un día lluvioso.

Manejó hasta el hospital y se dirigió hacia una sala apartada en la morgue. El lugar se sentía frío y solitario, realmente así era, nadie querría estar allí.

Con un semblante inexpresivo se paró fuera de la habitación observando por la pequeña ventana que había en la puerta.

- ¿Señora DiPierro? - se acercó el forense por su espalda generando un leve susto en la morena, quien se limitó a asentir.

- Le traigo el informe oficial, siento mucho su pérdida. - habló con una expresión compasiva mientras le entregaba los papeles. - Puede ingresar si así lo desea.

- Muchas gracias. - asintió sin observarle, su mirada seguía dentro de aquella habitación, aunque realmente tampoco estaba allí. Tras unos segundos se dio media vuelta y se dirigió a la salida.

___ • ___

La noche ya se había esfumando, dando paso a un cielo cubierto de nubes grises y oscuras. Luego de una larga vuelta por la ciudad, la morena se dirigió a las oficinas.

Entró con tranquilidad dirigiéndose hacia su oficina, pero una voz la interrumpió a mitad del camino.

- ¿Dónde estabas? - habló Ilhan.

- ¿Eres mi madre? - respondió sin prestarle mayor atención.

- Saliste muy temprano.

- Tenía algunos pendientes. - volvió a responder sin mirarle.

- Dominique, ¿estás bien? - interrogó con algo de preocupación al notar su expresión.

- Estoy bien. Estaré en mi oficina, avísame cuando lleguen los demás. - continuó su camino dejando a su amigo algo descolocado.

Tras una larga hora de revisar detalles del caso que tenía en las manos comenzaba a estresarse, sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento. Cerró sus ojos y se apoyó en el respaldo de la silla por unos segundos, hasta que sintió la presencia de alguien observándola.

Con algo de lentitud se volvió a incorporar mientras observaba a la puerta, Paul se encontraba allí parado, pidiendo permiso con la mirada para ingresar.

- Adelante. - habló fijando su vista en los papeles.

- Buenos días. - ingresó el moreno de forma tranquila. - ¿Cómo se encuentra? - se acercó levemente al escritorio.

- Bien, ¿ya llegaron todos? - interrogó sin levantar la mirada.

- Sí, venía a avisarle que ya están todos los agentes convocados en la sala de reuniones esperándola. - asintió frunciendo levemente el ceño.

Atracción Prohibida (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora