Capítulo. 36: Uniformes

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El chico nos veía con ojos de espanto y de asombro... Su mirada decía mucho, pero no podía explicar qué era lo que tenía. Debo añadir que no recuerdo haberlo visto en mi vida.

-¿Nosotros...? -comenté para que continuará.

Drake nos volteó a ver a los dos a los ojos.

-Ustedes... -continuó sobándose la nuca. Son... Geniales para este trabajo. -repuso nervioso y con una débil sonrisa.

-¿Estas bien? -Jane le preguntó.

Creo que deberíamos llamarlo de "usted"... Pero es que es de nuestra edad...

-Sí... Vengan, les diré dónde van a trabajar. -se paró rápidamente, aún parecía estar nervioso.

Ese chico había actuado demasiado raro. Voltee a ver a Jane, como preguntándole con la mirada qué estaba pasando. Ella negó con la cabeza y subió sus hombros en respuesta de un "no sé". Salimos de la oficina, donde Drake nos había dejado solos, y lo seguimos hasta la barra de la cafetería.

-Bueno... -Drake empezó más calmado. ¿Quién quiere el puesto de mesero y el puesto de cajero? -repuso con una pregunta.

-Yo quiero ser mesera. -Jane dijo entusiasmada.

-Okay, y tú... -Me señaló mientras escribía en unos papeles. Tú serás cajero. -repuso mientras cerraba su pluma.

-Entonces... ¿Tenemos que llevar uniformes? -pregunte curioso.

-Sí, pueden sentarse aquí... Les serviré un café mientras Charles busca en la bodega los uniformes. -Drake dijo con una sonrisa. No se preocupen, el café es gratis para los empleados. -repuso mientras iba por éste.

Le sonreí en agradecimiento y vi a Jane.

-Hey... ¿Por qué crees que haya actuado así? -pregunte mientras lo veía a lo lejos servir el café.

-No tengo la menor idea, ¿crees que nos haya reconocido y sepa que somos asesinos? -preguntó algo preocupada.

-No lo sé... Espero y no... -no pude hablar más porque se aproximaba con el café.

-Bien, aquí tienen. -colocó el café en la mesa. Recuerden los horarios: Tienen que estar aquí a las 8:00 A.M y cerramos a las 5:00 P.M, de lunes a jueves, pero el viernes tienen que estar aquí a las 10:00 A.M y cerramos a las 10:00 P.M, sean puntuales. -nos entregó una hoja con los horarios.

-Claro, gracias. -dije sonriente.

-Sí, muchas gracias. -Jane le agradeció mientras tomaba su café.

-No hay de que, tengo que irme... Adiós. -se despidió y salió de la cafetería rápidamente.

Ni si quiera nos dejo despedirnos. ¿Qué le ocurre?

-Gente tan rara. -pensé en voz alta algo molesto y tomé un sorbo de mi café.

-Lo dice el normal. -Jane se burló para hacerme reír.

Reí un poco y me di cuenta de que Charles se aproximaba con los uniformes.

-Tomen. -nos entregó los uniformes. Los espero mañana, compañeros. -Charles nos sonrió cálidamente.

-Aquí te veremos. -le sonreí devuelta y él se retiró.

Le eché un vistazo a los uniformes y estaban muy... Ugh... Tal ves para Jane no, pero para mi... Eran muy femeninos.

-Están hermosos, y luego tienen una gorra con una tacita de café. -Jane comentó viéndolos.

-Uh... -no sabia qué decir.

-Pff... ¡Jajaja! -Jane rió de la nada.

-¿Tengo cara de payaso? -pregunte sin entender porque reía.

Pensé que se burlaba de mi expresión.

-Es que... ¡Jajaja! Te dieron un uniforme de mujer. -respondió entre risas.

Me puse rojo en ese momento... No tengo la menor idea por qué, pero sentí mis mejillas ardiendo.

-¡No puede ser! -comente un poco molesto y camine hacia Charles.

-¡Jajaja! -Jane no paraba de reír.

Camine hasta la barra de la cafetería donde Charles se encontraba limpiando una taza.

-¡Hey! ¡Charles! ¿Qué demonios es esto? -pregunte molesto.

Se espantó tanto por mis gritos que casi se le cae la taza. Me miró con una sonrisa tímida.

-¡Oh! Disculpa es que... No tenemos... Más uniformes de hombres. -comentó mientras se rascaba su cabello.

-¿Qué? ¿Y supones que yo voy a usar esto? -señale el uniforme.

-Eh... Sí, la siguiente semana traerán más uniformes... Como quiera esta casi igual que el mío, mira. -Charles me mostró su uniforme, el cual era para hombre... Para macho alfa, pecho peludo.

-Sí, excepto por el hecho de que este tiene una cosa tipo falda. -renegué.

-Falda short. -me corrigió tímido.

-¡Eso! No me interesa qué sea. -dije molesto.

-En serio lo siento, mira... Solo úsalo por unos tres días, te prometo que llamare a la costurera para que se apure lo más que pueda. -trato de convencerme.

Dí un largo suspiro.

-Supongo que no hay otra opción. -dije molesto. Además no es tu culpa. -repuse.

Jane se aproximó a nosotros. Ella me preguntó con la mirada: ¿Lo pudiste cambiar?, por lo cual me negué. Rió un poco.

-Bueno, ahí te lo encargo por favor... Te vemos mañana Charles. -me despedí de él mientras Jane me entregaba mi café.

-Adiós. -Jane se despidió.

-Sí, cuídense. -se despidió.

Al fin, salimos de la cafetería y nos dirigimos a la creepy house.

-Entonces, ¿usaras ese uniforme? -ella preguntó curiosa mientras cruzábamos una avenida.

-Prométeme no decirle a nadie y no hacerme bullying. -le pedí tímido.

-Sin bullying no hay amistad. -rió.

Su risa era tan bonita.

-¡Jane! -le dije con la cabeza en el piso fingiendo estar enojado.

-¡Bueno! No diré nada, pero no te prometo nada con lo del bullying. -me sonrió.

Reí y la abrace mientras caminábamos. Lo hice por accidente, simplemente... Tenía que abrazarla... Quería protegerla y tenerla cerca de mi. Cualquiera que nos viera así ahorita, diría que somos algo más que amigos... Una pareja.

-Eres mala, Killer. -le sonreí mientras la abrazaba.

-Ya me conoces, Rogers. -me sonrió de vuelta y me permitió abrazarla.

Ambos reímos y caminamos abrazados a casa.

Remember me | Ticci TobyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora