Odette | Reiner Braun

"FOUTTE" (PARTE TRES)

La recordaba, recordaba esa primer impresión que me causo pero ahora el recuerdo de la noche en que conocí a Yelena se veía opacado por el recuerdo de su cuerpo tirado y su frente llena de sangre.

-Yelena, recuerdo que Erwin me la presentó en una reunión. Dijo que ella le ayudaría con un nuevo negocio.

"Es una mujer horrenda pero tiene buenas recomendaciones"

-Odette, ¿sabias a qué negocios se refería el señor Smith?

- Al inicio no, aunque después lo sospeche - suspire - cuando vi que llegaba con una o dos chicas a las reuniones... Petra, Hanna, Nifa, Hitch. Las conocí solo de vista pero las recuerdo. Erwin casi no me dejaba estar en esas fiestas, al principio por el embarazo y después porque debía cuidar de nuestro hijo pero tampoco trataba de averiguar más, en el fondo sabía que también Erwin se acostaba con ellas y prefería ignorar todo eso.

Recordaba la sensación de vacío que me oprimía el pecho en ese tiempo, muy similar a la que sentía ahora.

-Hasta esa noche, estaba dormida en la habitación de William. Recuerdo que me despertaron unos gritos seguido de algo rompiéndose y al final un estruendo, igual que fuegos artificiales. No sabía si debía salir o no pero muchas ideas llegaron a mi cabeza y temía que algo le hubiera pasado a Erwin, así que salí rápido. Busque en su oficina personal y lo vi. Tenía rasguños en el rostro y un corte en el pecho.

"¡Erwin! ¿Estas bien? ¿Qué paso?"

-¿Qué fue lo que viste?

-Al principio no vi nada más, mis ojos solo se centraron en él hasta que note el arma en su mano y el cuerpo sobre la alfombra.

Por mucho tiempo el recuerdo de esa chica llamada Petra no me dejo dormir, verla ahí tirada con un disparo en el pecho me causo tantas pesadillas que por varias semanas despertaba llorando.

"Erwin ¿pero qué hiciste?

Inconscientemente me aleje de él

"Odette, ven aquí linda. Estoy bien, solo tuve que encargarme de algo pero ya esta."

Me quedé petrificada cuando me abrazo y me recargo contra su pecho. Su cuerpo estaba tranquilo, su piel tibia ligeramente húmeda por la sangre del corte pero su corazón. Mierda su corazón latía tan tranquilo que me lleno de miedo.

"Tranquila, no me paso nada, solo son unos rasguños"

Levante los ojos y vi su rostro, me sonreía como si no hubiera una chica muerta sobre su alfombra.

"Vamos arriba."

-Recuerdo que lo único que pensé en ese momento es que debía salir de ahí, mi cabeza me decía que no estaba a salvo que tenía que irme lejos y llevarme a William conmigo pero no pude.

- ¿Por qué?

- No lo se, de verdad lo intente. Pero no pude dejarlo.

Lo había decidido un par de semanas después de esa noche, las pesadillas se volvían más constantes. Así que tome algunas cosas de mi hijo y aproveche su paseo de la tarde para huir.

El camino hacia la central de trenes fue eterna, cada hombre con traje o cabello rubio me asustaba pero me aterraba más volver a casa y pensar que me pudiera pasar lo mismo que a Petra. Pero cuando estuve frente a la taquilla, lista para comprar dos boletos no pude.

"¿Cuál es su destino?"

Esa simple pregunta hecha por la chica tras la taquilla fue como un balde de agua, no tenía un lugar a dónde ir. ¿Qué podía hacer, regresar a Canadá con mis padres y suplicar porque me dejaran entrar a su casa a mi y a mi hijo? No conocía a nadie en el país y solo tenía el dinero que había podido guardar durante una semana.