Capítulo trece

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-Y eso fue lo que me dijo -terminó su relato de lo sucedido con ahora, su ex pareja.

Se habían movido a la sala luego de agarrar un vino ya que Akaashi dijo que lo necesitaría para hablar. Sentados lado a lado en el sillón, pero viéndose de frente y apoyando sus codos en el respaldo.

-Buaaaah... -exhaló después de escuchar sin interrupciones al omega- es difícil de creer que alguien haya abandonado a su pareja sin dar explicaciones.

-Ya no las quiero -sorbió de su vino- digo, sería bueno saberlo pero ya dejaré de insistirle. Debo cuidar de Kaito.

-Y de ti -completo su frase.

-Y de mi -acepto con una sonrisa algo leve- Gracias por acompañarme Bokuto-san.

-Me agradeces demasiado Agaashi -también bebió- es un gusto hacerlo si se que eso te hace sentir mejor.

-¿Porque es así? -cuestiono aún con su sonrisa, no podía creer lo bueno que era el alfa con sus palabras.

-¿Así como? -rio después de preguntar, quizás el alcohol le estaba haciendo efecto.

-Tan... no lo sé -buscaba la palabra mientras observaba el rostro definido de Bokuto- ¿único?

-¿Crees que soy único? -pregunto avergonzado pero sin quitar su sonrisa.

-Definitivamente -también se coloro por su propia declaración- es bueno con los niños, es atento, es muy bueno en su profesión... ¿como es que no tiene pareja? -Akaashi cayó en cuenta de sus palabras después de decirlas, el licor definitivamente aflojaba su boca.

-Bueno... -antes de que pudiese disculparse el alfa habló- tengo un defecto.

-¿En serio? -al notar que al alfa no le molestó su pregunta, decidió descubrir más de este- es difícil creer que usted tenga defectos.

-Me halagas mucho Agaashi -dejó la copa en la mesa- mi defecto es natural, no puedo hacer nada contra eso.

-¿Tiene alguna enfermedad?

-Algo así -comenzó su relato- cuando llegó mi primer celo me detectaron una anomalía en mi aroma -recordó mirando el techó blanco- eran feromonas más fuertes de lo normal, lo que provoca debilidad en otras castas.

-¿Como así? -no había sentido ninguna debilidad y eso que pasaba bastante tiempo con aquel alfa.

-Durante mi celo -rasco su nuca- mi olor se vuelve repugnante.

-¿A que huele? -le entró la curiosidad.

-Sigo con el mismo aroma, pero con los omegas que he intentado estar me han dicho que no han soportado las feromonas que desprendo -terminó de aclarar su duda.

-Usted pasa sólo los celos -no fue una pregunta, fue una afirmación, sintiéndose identificado con aquella frase.

-En pocas palabras si -levantó sus hombros restándole importancia al asunto- he intentado tratamientos pero muchos alteran mi ciclo y otros hacen que los parches supresores no funcionen entonces no puedo entrenar.

-Entiendo -se sintió culpable al haber sacado a la luz un tema quizás delicado para Bokuto.

-Ademas algunos dice que el olor a Limón no es atractivo en alfas -volvió a tomar su vino, lo necesitaba.

-No creo que su olor sea repugnante -respondió tratando de hacer un halago- usted huele muy bien.

-Que halagador -no sabía si Akaashi era consciente de lo que decía, pero al menos se sentía bien ser elogiado- Tu también Akaashi -su sonrisa se volvió a iluminar inconscientemente cuando volvió a ver a Akaashi- tu olor de menta es tranquilo.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora