Al entrar a la habitación oyó suaves voces riendo y jugando al parecer.
Se acercó a paso lento para no interrumpir por más que quería ver a Kaito, la risa del pequeño lo estaba reconfortando.
Al asomarse por la pared que aún cubría su presencia logró ver cómo Bokuto, hablaba y reía con un Kaito más que despierto, mientras el menor jugaba con un peluche entre sus manos.
Un peluche que recuerda muy bien ya que era la pequeña cosa que Bokuto ganó en la feria.
-¡Mamá! -hablo el menor- ¡Mira lo que me dio Bokuto! -exclamó mientras alzaba el peluche de aspecto raro- ¡Es pequeño y feo! ¡Me encanta! -la risa de Kaito lo hacía sentir bien, pero las casi inexistentes manchas rojas por su rostro le hacían recordar lo que pasó.
Saber que Kaito lo paso tan mal y lo más probable es que estuvo asustado y ansioso, y él no estuvo cerca para ayudarlo.
-¿Te gusta? -hablo acercándose a la camilla en donde estaba el menor.
-¡Mucho! ¡Es muy chistoso! -siguió observando el pequeño objeto mientras tarareaba y jugaba con el.
-¿Le diste las gracias a Bokuto-san? -pregunto sentándose en una silla cercana a la camilla, justo a un lado de Bokuto. Tener cerca al bicolor lo lograba calmar.
-¡Sip! -alzaba el juegue mientras pretendía que volaba. La voz de Kaito sonaba normal, como si nada de lo que le contaron anteriormente hubiese ocurrido.
-¿Como te sientes Kai-chan? -pregunto tomando una de las manos de su hijo, viendo que esta también poseía algunas manchas rojizas- ¿te duele algo?
-Nop mami -respondió pero quito la mano del agarre ya que sentía algo de comezón- ¡Bokuto me dijo que soy un niño muy fuerte y valiente!
-¿Es verdad? -giro levemente su rostro para ver al alfa a su lado. Quien con los ojos dorados clavados en él, le asentía con seguridad.
-¡Claro que lo es! -respondió con una sonrisa- ¡Kai-chan es fuertisimo! ¡Por eso se recuperará pronto!
-¡Sii! ¡Lo haré! -extendió sus brazos al cielo como suele hacer para celebrar cada pequeño logro que tenia.
-Espero que sea cierto... -susurro bastante bajo para no ser escuchado. La culpa aún le dolía y estar en el hospital todavía era señal de que los médicos aún no daban su diagnóstico completo.
La puerta de la habitación resonó, dejando claro que alguien había ingresado a aquel espacio.
Primero se mostró el gemelo Miya de cabellos rubios, caminando ya más calmado que cuando lo vio antes y tras de él lo seguía el doctor que bien conocía.
-Hirugami-san -llamó Akaashi levantándose de su asiento.
-Buenas tardes Akaashi, Bokuto -se inclinó para saludar- ¿como te encuentras Kai-chan? -movió su cabeza para ver al pequeño.
-¡Muy bien! -volvió a responder sin problema a la pregunta que ya le habían hecho, pero no le disgustaba ser la atención de todos.
-Me alegro -asintió varias veces antes de dirigir su mirada de nuevo al omega mayor- ¿tienes un minuto para hablar?
-Claro -asintió también, con algo de miedo por lo que pudiese escuchar- ¿puede ver a Kaito? -toco el hombro del bicolor, ganándose su mirada.
-Siempre... -acarició la mano que estaba sobre su hombro- Ve, tranquilo.
-Gracias -sonrio antes de seguir al doctor a un espacio apartado de la habitación.
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𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞
FanfictionBokuto se presenta a un nuevo ambiente para el comienzo de una vida cercana a sus nuevos vecinos, que tanto adoro desde el primer día. Una familia tranquila se presentaba en la casa a su izquierda, "tranquila" a excepción de un travieso cachorro que...