Capítulo diesiciete

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No tenía claro de donde se originaba esa inquietud.

Sus días habían estado más abrumados por la energía de Kaito que nadie podía contener.

Bueno sólo una persona pero aquel ser se encontraba lejos de Tokyo ahora mismo.

-Mamaa... -reclamaba por atención el pequeño acostado boca arriba en el sofá con los brazos estirados.

-Dime Kai-chan -escribía mientras le respondía a su hijo. Su mente lo único que pedía es que no fuera otra pregunta más de las miles que ya llevaba como: "¿que pasaría si el sol se apagara?" o "¿si lloviera chocolate?"

-¿Cuando va a venir? -esa pregunta no se la esperaba.

-¿Como? -pregunto mientras seguía trabajando, el sonido frenético de su teclado parecía hipnotizante- ¿a quien te refieres Kai-chan? -sólo esperaba que no preguntara por Osamu, cada vez se le hacía más difícil explicarle a su hijo que su "padre" no cruzará la puerta para llegar de nuevo al hogar.

-Del ecino... -la respuesta lo sorprendió- Bokuto no ha venido...

-Es porque está ocupado Kai-chan -trató de consolarlo, dejando de lado su trabajo un momento. No esperaba que su hijo preguntara por aquel alfa.

-¿Como papá? -aquellas conversaciones no terminaban bien. Siempre acababan con Kaito llorando o sollozando en sus brazos.

-Esta ocupado con su trabajo -se acercó a paso lento, acercándose al sillón donde estaba recostado el menor.

-Como papá -se dio vuelta dándole la espalda a su figura materna, abrazando una almohada para ocultar su rostro.

Ahora se arrepentía de haberle dicho a Bokuto que no le dijera nada a Kaito sobre su viaje. Ya que pensó que sería peor si este sabía que Bokuto no vendría por unos días, quizás incluso buscaría la manera de colocarse en las cosas del alfa e ir con él hasta Osaka.

-¿Quieres saber dónde está Bokuto-san? -se sentó a un costado del cachorro quien ocupaba la mayor parte del sillón.

-Shi... -hablo con el rostro contra la almohada.

-Él tendrá un juego en Osaka -admitió la verdad, viendo como Kaito se levantaba emocionado parándose en el sillón para estar a la altura de su mamá.

-¡¿Vamos a ir?! -pregunto emocionado dando saltitos en el sillón con sus puños cerrados.

-Osaka queda algo lejos Kai-chan -agarro al menor por debajo de sus hombros alzándolo- pero veremos el partido aquí.

-¿Juntos? -pregunto abrazando el cuello de Akaashi.

-Juntos -afirmó dándole un beso en su mejilla- primero debo bañarte.

-¡Si! -se removió de la emoción, normalmente a los niños no le gustan las horas de los baños pero a Kaito le encantaba jugar en la bañera mientras su mamá lavaba sus cabellos negros- ¡con espuma!

-Claro y podemos ver el juego cenando -volvió a proponer y la sonrisa de su hijo se extendió a más no poder.

-¡Que divertido! -camino hasta el cuarto del baño, dejando a Kaito en el suelo para comenzar a desvestirlo- ¿puedo meter mis juguetes a la bañera? -hablo mostrando un par de carritos y patitos que estaban a un costado de las cremas.

-Claro pequeño -comenzó a llenar la bañera con agua midiendo su temperatura con su mano. Cuando encontró que el agua estaba perfectamente tibia entró a Kaito quien se sentó a esperar que lo limpiaran- ¿Quieres otro juguete? -ofreció mientras se arremangaba la camisa para no mojarla tanto.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora