Capítulo veintisiete

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El olor de la cocina inundaba la casa. El almuerzo que ambos estaban preparando estaba quedando bueno a simple vista.

Después de todo, estaban acostumbrados a estar en el hogar del pelinegro compartiendo las tareas domésticas.

Kaito y los padres de Akaashi llegarían en un rato, por lo que decidieron preparar soba, la comida favorita del menor de la familia.

Habían pasado una buena mañana, disfrutando de su intimidad y compartiendo una larga ducha para aliviar algunas molestias musculares.

Podría recordar cómo las manos de Bokuto lo masajeaban mientras el agua caía por su piel, definitivamente fue un delicioso momento.

-Kaashi -llamó Bokuto a su costado, haciéndolo salir de su ensoñación- ¿donde los coloco? -tenia varias verduras picadas en la tabla de picar que Akaashi le indicó usar- tiene sentido lo energético que es Kaito con todas las verduras que come.

-Me tranquiliza que no sea como otros niños que no le gustan -tomo los ingredientes que tenía Bokuto y los coloco en la olla que tenía los fideos.

-Es asombroso como lo has criado, eres un buen mamá -besó rápidamente la mejilla del pelinegro para caminar hasta la mesa y acomodar las ultimas cosas que faltaban para recibir a los familiares.

-Gracias Bokuto-san -era común escuchar aquel halago desde que conoció que Bokuto, él era quien más apreciaba el esfuerzo que hace sobre Kaito.

-¿No te duele nada? Aún está disponible el masaje -se sonrojo levemente por lo que el alfa dijo, mientras sentía como este lo abrazaba por atrás y dejaba descansa su cabeza en su nuca.

Después de su mañana íntima, el bicolor le había propuesto ayudarlo con sus dolores musculares, que ya no eran tan graves, pero Bokuto parecía exagerar cuando se trataba de Akaashi.

-Estoy bien -respondió cerrando la olla para que la comida terminase de hacerse. Claramente varias partes de su cuerpo dolían, pero era un dolor soportable- ¿Usted como se siente? ¿Su celo en verdad terminó?

-Es raro que sólo durara un día -Bokuto se sentía satisfecho, al menos su parte alfa lo hacía, porque si fuese por Bokuto, el estaría tomando a Akaashi en ese minuto- tendré que consultar con mi médico por mis próximas rutinas.

-Si desea puedo acompañarlo -masajeo los brazos que rodeaban su cintura, con cero intensiones de soltarlo.

-¡Gracias Kaashi! -sintio como se le era depositado un beso bajo su oreja- ¿Esta todo listo?

-Si, ya casi -le bajo la intensidad a la llama de la cocina, para que se siguiese cocinando a fuego lento- Bokuto-san...

-Dime, Kaashi -pregunto ronroneando sobre las glándulas odoríferas que tenía en su cuello.

-¿Que piensan sus padres sobre mi? -no conocía a los padres del mayor y estaba nervioso de lo que pudiesen pensar de él.

-¡Que eres genial! -uso un tono de voz alto, como el que habituaba usar- les hablo mucho de ti y están sorprendidos encantados con cada historia que les cuento con Kaito.

-¿No piensan nada malo? -sabía lo que podía pensar la sociedad de un omega soltero y con un hijo. No le importaba en lo más mínimo lo que la gente pensara de él, pero no quería cargar una mala presentación frente a los padres del alfa.

-¿Porque deberían? -se volvió a apoyar en el hombro de Akaashi.

-No lo sé -ahí estaban sus inseguridades atacándolo de nuevo- es normal que la gente piense cosas raras de un omega separado que además tiene un hijo.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora