Capítulo ocho

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Ahora, además de todo su martirio mental, tendría que lidiar con la rabia de un cachorro molesto.

Entro a la casa y vio los pequeños zapatos en las escaleras supuso que se encerró un rato en su cuarto por lo que le daría su espacio para que pensara las cosas.

Él también debía hacerlo.

Llamar a Samu y pedirle una segunda oportunidad no era una opción. No debía rogarle a nadie para que esté a su lado y con el tema de Kaito lo ha sabido manejar muy bien por su cuenta.

El problema es cómo manejará su pequeño cachorro él no ver a su padre por mucho tiempo. Aquello era lo que menos quería en el mundo. Que su hijo creciera únicamente con un padre.

Pero la vida a veces da giros inesperados por lo que le tocaría lidiar con los revoltijos de sentimientos de Kaito.

-Kai-chan -golpeó la puerta de la habitación- hablemos pequeño -ingreso buscando rastro del menor- oh no -encendió rápidamente la luz y se acercó al interior de la habitación- ¡No de nuevo!

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Manejaba tranquilo por las calles de Tokio, cada vez acercándose más a su destino. El gran estadio de su equipo estaba a aproximadamente 20 minutos en auto y el tiempo aumentaba si había tráfico, para su suerte hoy no.

Su teléfono comenzó a vibrar, no le gustaba usar el teléfono cuando manejaba ya que siempre había hecho caso a los carteles y recomendaciones que le daban al manubrio. No maneje ebrio, tampoco maneje usando el teléfono.

Lo iba a simplemente a ignorar el aparato, pero el nombre de Akaashi era simplemente inevitable.

-Holaa Agaashi -respondió teniendo el teléfono en altavoz para no desconcentrarse en la ruta.

-Bokuto-san -su voz sonaba desesperada- ¿está Kai-chan con usted? -sonaba agitado.

-¿Que? -se habían despedido hace un rato, obviamente el cachorro no estaba con él- ¿por que? ¿Kai-chan? -también se angustió- volveré de inmediato, no está conmigo.

-No, no -le negó- por favor no es necesario, yo lo buscaré -escuchaba que hablaba con alguien más aparte de él- estoy buscando por el vecindario, los guardias dijeron que no han abierto la puerta de entrada a nadie así que debe estar aquí.

-Puedes entrar a mi casa la puerta del jardín siempre está sin llave y la entrada de la terraza sin seguro -se arriesgaba demasiado al dejar aquellas dos entradas abiertas, pero el vecindario es muy seguro y el ambiente es calmado.

-Muchas gracias -se podía escuchar como caminaba con desesperación- lo buscaré.

-Avísame cuando lo encuentres -sólo oyó un "humm" por parte del omega, quizás quería llorar- Agaashi, él aparecerá, aférrate a eso.

-Gracias Bokuto-san -escuchó como el contrario sorbo su llanto- me voy, adiós -finalizo la llamada.

-Ahhh.... -suspiro largo encontrando su estacionamiento- ¿donde estarás Kaito?

Salió del auto tomando las llaves y casi olvida su bolso que había dejado atrás. Habría la puerta del pasajero agarrando su bolso negro con el logo de MSBY y teniendo otra sorpresa. En el tapete había dejado un abrigo negro con el mismo logo, solo que ahora se veía abultado. Tomo el abrigo y su sorpresa aumento.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora