Capítulo veinte

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-Esto está muy bueno Bokuto-san -hablo Akaashi después de tragar una porción del desayuno.

-Me alegra saber que te gusta -Bokuto no era un maestro en las artes culinarias, pero tuvo que aprender si es que quería sobrevivir solo- adoro los desayunos, más si estoy bien acompañado.

-Puedo decir lo mismo -observó que el alfa ya había terminado de comer y se dedicaba a dar pequeñas miradas al cuerpo de Akaashi- ¿quiere más? -hablo refiriéndose a la comida, en tono de broma.

-Creo que fue muy bueno -hablo refiriéndose a otro significado en sus palabras- ¿te sientes bien? ¿Te duele algo?

-Oh... -Akaashi cayó en cuenta de a que se refería Bokuto- no se preocupe tanto, estoy bien -bajo la mirada avergonzado, prefiriendo acabar con su desayuno antes que seguir sintiendo su rostro rojo.

-¿Seguro? -volvió a insistir con las preguntas.

-Si, Bokuto-san -ya había respondido varias veces lo mismo pero el alfa aún parecía preocupado por haberlo lastimado, cosa que claramente no hizo- nosotros... ¿tendremos más... citas? -pregunto comiendo del desayuno para disimular su inquietud.

-¡Claro que si! -respondió contento- sólo si me lo permites, obviamente... -mencionó lo último con un tono de voz más bajo.

-Yo no tengo problema con repetirlo -hablo sin ver al alfa- me gusta su manera de cortejar.

-¡Me alegra oír eso! -su felicidad se podía oler en las feromonas de limón- aunque creo que me salte algunos pasos -hablo rascándose la nuca, sabiendo perfectamente que lo que habían hecho ayer quizás necesitaba algo de tiempo.

-Todo ha sido perfecto, no se preocupe por ello -entendía a Bokuto.

Él también tenía el estereotipo de que las relaciones sexuales debían esperar hasta más tiempo en una relación formal, pero si era con Bokuto aquella práctica no le importaría realizarla más seguido.

-¿Recuerda lo que le mencioné ayer? -pregunto el pelinegro, cambiando el tema.

-Me dijiste muchas cosas -respondió tratando de recordar, aún que su mente estaba fresca con los últimos momentos en la habitación del omega.

-Sobre Kaito... -hablo en un suspiro.

-Oh... lo recuerdo -las palabras de preocupación tenían sentido en la mente de Bokuto. Akaashi era un omega preocupado por su cachorro.

-Antes de continuar con lo nuestro me gustaría saber que opina él... -jugó un rato con los utensilios, moviendo la poca comida que quedaba en el plato- no me mal entienda, yo de verdad adoro cada momento con usted y me hace realmente feliz, solo que deseo saber que piensa Kaito y -antes de que pudiese seguir con su monólogo, Bokuto lo detuvo.

-¡Hey! Tranquilo... -tomo la mano libre de Akaashi entre las suyas- te entiendo -masajeo los nudillos del omega bajo sus yemas- Bueno... no tengo un hijo, pero puedo comprender tu preocupación.

-Gracias... -dio un gran respiro antes de continuar- Estoy seguro de que Kaito se lo tomará bien...

-¡Yo también estoy seguro de eso! -la sonrisa de Bokuto le daba la seguridad en sus palabras.

-De hecho... -apretó la mano que Bokuto le sostenía- ¿podríamos ir con calma? Todo esto... -Akaashi sabía que decirlo después de haber compartido un momento tan íntimo con el alfa era absurdo, pero deseaba preguntar.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora