𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞

Capítulo veintitrés

-¡Miren! ¡Estoy muy alto! -extendió sus brazos al cielo, como si quisiera abrazar las nubes blancas y suaves que decoraban el fondo celeste.

-Ten cuidado Kai-chan, puedes caer -hablo Keiji observando los movimientos, a su vista "peligrosos", que estaba haciendo- afírmate de Bokuto-san.

El recién mencionado tenía sobre sus hombros al cachorro sentado, quien de vez en cuando se agarraba de sus cabellos blancos por órdenes de su mamá.

-¿Quieres un helado Kai-chan? -pregunto el bicolor, inclinando su cabeza hacia atrás para ver su respuesta y agarrando sus piernas para que esté no cayera.

-¡Sip! ¡De fresa! -la respuesta era más que evidente por lo que asintió varias veces para dejarla clara.

Alzó sus brazos mientras era elevado para salir de los hombros de Bokuto, quien lo dejó en el suelo del parque a donde habían llegado.

-¡Tenemos que encontrar al vendedor! -coloco una postura como si estuviese buscando a aquella persona, con su mano firme a la altura de sus cejas tapándole la luz del sol.

-¡Ahí está! ¡Ya lo vi! -salio corriendo hacia un puesto en donde se encontraba una pareja vendiendo helado.

-¡Kai-chan! ¡Espéranos! -gritó Akaashi pero Kaito ya había llegado a aquel puesto. Era un lugar que solían visitar y un parque bastante seguro así que no corrían el miedo de nada.

-¿Como va todo el tema del Miya? -pregunto un Bokuto serio a su lado. Se había aguantado todo el camino aquella pregunta, pero obviamente no quería que Kaito escuchase aquella conversación.

-Ya hable con él y le dije que cualquier cosa la hablara con el abogado -recordó la muy breve llamada que tuvieron, no quería escuchar su voz así que sólo fue cortante y preciso en sus mensajes- el abogado que usted me recomendó es comprensible, eso me tranquiliza. Gracias por el contacto.

-Es lo mínimo que podía hacer -su voz ya no era tosca o dura- en verdad me gustaría poder ayudar de otra manera.

-No se preocupe Bokuto-san -saco su mano del bolsillo de su abrigo para tomar tímidamente la mano del alfa- esta haciendo muchas cosas por mi, estoy muy agradecido.

-¡Yo también estoy feliz de estar contigo! -acercó la mano contraria a sus labios, besando los nudillos- ¿Salimos el fin de semana? -pregunto emocionado con los ojos brillando.

-¿Es una cita? -sonrío ante la propuesta, coqueto y con cariño.

-Sólo si la aceptas -sonrió de igual manera, aún que más resplandeciente con sus dientes a la vista.

-Esta bien... -se apoyó en el lado de Bokuto mientras soltaba su manos para cruzar su brazo con el del alfa- podemos tener una cita.

-¡Mamá! -volvió Kaito pero ahora con un helado entre sus manos- ¡El señor dice que sale esto el helado! -alzo su mano levantando dos dedos y mostrándoselos a los adultos.

-Ten Kai-chan -Bokuto entendió la seña del menor y de su bolsillo sacó un billete de mil yenes, entregándoselo al menor.

-¡Gracias! -recibió el dinero y regresó por el mismo camino que había ido, todo bajo la atenta mirada de la pareja.

-¿Kai-chan... no ha dicho nada de nosotros? -pregunto un tímido Bokuto , guardando su billetera en su lugar.

-En realidad si -acarició el brazo del mayor, mientras recordaba la conversación que tuvo ayer con su cachorro.