Capítulo cinco

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Había pasado bien la tarde, además de que compartió un pequeño momento con el cachorro vecino. Adoraba su alegría y entusiasmo en el voleibol, le hacía recordarle a él mismo hace muchísimos años. Arrugo el ceño cuando llego a agarrar la manija de la puerta.

No se sentía del todo contento a pesar de que su día había sido tranquilo. Entrenar a los más pequeños le hacía pensar que todo su esfuerzo estaba dando frutos ya que muchos lo veían como alguien a quien admirar, incluso Kaito que parecía muy interesado en querer aprender. Lo que le molestaba no tenía nada que ver con el deporte.

Estaba más relacionado con cierto omega.

La imagen cansada del omega se le volvió a mostrar ante los ojos mientras ingresaba a su casa. Vio como la preocupación lo llenó cuando Kaito decidió rechazar alzarlo. Además de que previamente se veía preocupado.

Pensó en las palabras de Kuroo por un instante.

Akaashi ya tenia alfa, eso era algo seguro, pero en la sociedad era mal visto a un omega deprimido y cansado, era símbolo de un mal alfa atendiendo a su omega.

Pensó en ayudar al pelinegro, quizás con el cachorro o simplemente sacándolo de su rutina agotadora, pero no sabía si contaba con la confianza suficiente para hacer aquello. No deseaba que el omega se molestara por alguna acción imprevista por lo que debía ser cautelo al hablar y actuar -cosas que nunca se le dieron muy bien-

Kaito era un buen muchacho, era respetuoso, amable y adoraba el deporte, era como una pequeña felicidad que había lanzado su balón de voleibol por sobre su cerca y aterrizado en su patio.

Akaashi era deslumbrante. Por lo que habían hablado sabía que el omega era refinado, quizás de una familia de clase alta y con las expectativas a tope sobre llevar con calma su familia. Aunque piensa que sólo lo demostraba y no lo sentía realmente. Era raro también ver a un omega con alfa e incluso cachorro y no estar casados o enlazados, porque Bokuto no olía ninguna feromonas de alfa al rededor de Akaashi.

Su teléfono vibró en su bolsillo trasero después de haber llegado a su sala de estar.

"-Estaremos allá en una hora, ponte lindo-"

El nombre de tsum-tsum se mostró en la pantalla, casi olvidaba por completo que allanarían su casa para una fiesta imprevista.

"-yo siempre estoy lindo-" contesto enviando el mensaje.

Procedió a llamar a su compañero y mejor amigo. Le contaría primero lo de la fiesta para motivarlo a venir a su casa más rápido y después lo interrogaría con todo lo que estaba comenzando a sentir.

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-Deberías tomar distancia -recomendó bebiendo de su trago de quien sabe que pero seguro que tenía alcohol.

-¿Que clase de distancia? -pregunto paseando por su casa, colocando platos vacíos en la mesa. Atsumu le dijo que él llevaría las cosas para su "fiesta"- quiero decir, es mi vecino.

-Bokuto -llamó la atención- es obvio que te atrae, entonces corta ese lazo de amistad con él -bebió otro trago- sea cual sea su tipo de relación, ese omega tiene alfa y un cachorro del mismo alfa -hablo con lógica. El bicolor paseaba por los pasillos guardando par de cosas y encendiendo un par de luces ya que comenzaba a oscurecer.

-Creo que es la décima vez que me lo recuerdas -se sentó por fin en un sillón único, estirando las piernas.

-Parece que debo recordártelo más seguido, es como si lo olvidaras

-No es eso -hecho la cabeza hacia atrás- creo que él no está bien...

-¿Como podrías saberlo? -dejó el vaso ahora vacío sobre la mesa- lo conoces hace poco, no podrías saberlo con seguridad.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora