𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 - 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞

Capítulo veintiséis

Era consciente de lo que había aceptado cuando decidió ayudar a Bokuto con su rutina de celo.

Sabía lo que el alfa podía hacerle y pensaba que estaba bien.

Estaba bien si era con Bokuto.

Le había demostrado ser un hombre espectacular, amoroso y atento. Además de un gran ejemplo para su hijo, quien también lo admiraba y quería mucho.

Así que sabía que estaba bien compartir aquello.

Siempre que fuese con Bokuto.

-¡Agh!... -los dedos en su entrada lo estaban torturado- ¡Uhmm! -no quería interrumpir al alfa que lo devoraba desde su entrada hasta su miembro, pero sentía que se ahogaba.

El aire está pesado y estar agitado hacia todo más complicado. Agradecía no tener ninguna prenda sobre su cuerpo ya que sabía que estaría muriendo por la temperatura que su cuerpo estaba obteniendo.

-Eres delicioso omega -hablo con voz profunda, mientras volvía a envolver con sus labios el miembro ajeno- sabes dulce, me encanta.

-Espere... agh... -se sujetaba de las sábanas para no incomodar al alfa en su labor.

Su extasis seguía subiendo, parte de este acumulándose en su abdomen bajo, queriendo ser llenado lo más pronto.

Pensó que quizás el mismo estaba entrando en celo, pero descartó la idea ya que no debería llegarle pronto.

Las manos del alfa sujetaron con fuerza la cintura, mientras su boca succionaba el miembro de Akaashi, quien entre súplicas y gemidos pedía tiempo para respirar adecuadamente.

Además de ser lamido sobre su falo, en su entrada jugueteaban dos dedos largos y carnosos, entrando y saliendo de esta, haciendo que su lubricante natural provocase un ruido lascivo mientras se escapaba de su entrada y caía sobre la mano del alfa.

Sus ojos se entrecerraban de vez en cuando, tratando de estar consciente en cada minuto para ayudar al alfa, pero era difícil mantenerse cuerdo cuando Bokuto poseía una increíble habilidad con sus mano y boca. A tal nivel de hacerle casi imposible no cerrar las piernas en un impulso cuando su cuerpo se sentía sobre estimulado.

Su pecho bajaba y subía con intensidad cuando los movimientos en su anillo carnal comenzaban a ser más rápidos y fuertes, abriéndolo aún más para ser preparado para el siguiente paso del alfa.

Fue una acción rápida que Bokuto manipuló sobre él, dejando de lamer su extensión y sacando los dedos de su interior, para usar sus manos y voltear el cuerpo ajeno.

-¿Bokuto-san? -pregunto al no poder verlo. Apretó entre sus manos una almohada en donde pudiese apoyar su rostro.

-¿Que sucede mi omega? -respondió, mientras masajeaba ambos glúteos, apretándolos y volviendo a abrirlos para ver la entrada resbalosa que presenciaba.

-¿Como se siente?

-Increíble, contigo debajo mío, no debo pedir nada más -su ropa interior también había desaparecido en algún lugar de la habitación- eres precioso y todo mío.

-Lo soy -sintio como el alfa se inclinaba sobre su cuerpo, viendo como apoyaba cada mano a un lado de su rostro- sea gentil...