Capitulo III - Rescate

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Mientras tanto Alastor estaba en su estación de radio acomodando los últimos detalles para que fuera perfecta tal y como la recordaba en su vida humana, al finalizar el wendigo llamo a si sombra

- ve a cuidarla, no queremos que la diversión acabe tan pronto, esta chica está llena de sorpresas- concluyo a lo que su sombra solo asintió y se escabuyo entre la oscuridad de la habitación

En cambio el padre y la novia de Charlie estaban buscando en los posibles lugares donde podría a ver ido por los papeles faltantes, pero nada simplemente no aparecía

-algún indicio de donde pudo haber ido? Ya revisamos todo el norte -dijo Vaggie con total preocupación

- ninguno todavía pero lo mejor seria dividirnos, tu ve a la zona oeste del círculo y yo voy al este, al final nos reunimos en el sur para ir al centro, de acuerdo?- le indico la trayectoria que el pensaba lo mas fácil para Lucifer a lo que ella solo movió la cabeza asintiendo

Mientras tanto, nuestra querida princesa estaba en dirección a uno de los ayuntamientos de la ciudad Pentagrama. La noche había caído, envolviendo las calles en un manto de sombras que parecía moverse con vida propia. Charlie caminaba con determinación, aunque una ligera sensación de inquietud la acompañaba.

Las luces de neón de los edificios y los ruidos lejanos de la actividad nocturna le recordaban que, aunque el camino era solitario, no estaba realmente sola.

Llegó finalmente al ayuntamiento. El edificio,grande pero muy descuidado las ventanas rotas y algunos otros destrozos que parecía que se iba a caer en cualquier momento. La princesa respiró hondo y empujó las puertas pesadas, adentrándose en su interior.

En el vestíbulo, una recepcionista aburrida y medio dormida levantó la vista al escuchar los pasos de Charlie. Sin mucho interés, le preguntó:

- ¿En qué puedo ayudarte?

- Buenas noches. Necesito acceder a unos documentos para mi Hotel, los cuales serian unas automatizaciones de eventos y de seguridad-dijo Charlie, con la amabilidad que la caracterizaba pero con cierto nerviosismo

La recepcionista la miro por unos segundos sin entusiasmo y de un cajón de su escritorio sacó los papeles que le solicito

- Está bien. Toma, esto es lo que buscas - Dijo, entregándole un folder sin siquiera verificar su contenido.

Charlie parpadeó, sorprendida por la facilidad con la que consiguió lo que necesitaba, pero decidió no cuestionarlo. Agradeció a la recepcionista y se dispuso a salir del edificio.

Mientras tanto, Lucifer y Vaggie continuaban su búsqueda incansable. El tiempo corría en su contra, y la desesperación empezaba a hacer mella en ellos. Cada minuto que pasaba sin noticias de Charlie aumentaba su preocupación. Sin embargo, no podían darse por vencidos. La seguridad de Charlie dependía de ello.

Charlie, con los documentos en la mano, salió del ayuntamiento y se encaminó hacia la próxima parada en su misión la cual era regresar al hotel. Sin embargo, al cruzar el umbral de la puerta, un hombre robusto y de aspecto desagradable se interpuso en su camino.

- ¿Tú eres la princesita de la redención? - Preguntó con una voz burlesca.

- Sí, soy yo, porque te interesa unirte a nuestro programa -respondió con entusiasmo ya que esto sería muy importante para ella

El hombre solo soltó una carcajada desagradable.

- Claro que no perra esa idea es tan estúpida eso de redimir a los pecadores aqui es un puto paraiso se puede hacer lo que sea-dijo, acercándose más a ella.

Charlie intentó retroceder, pero el hombre la agarró del brazo con fuerza.

- Suéltame -exigió ella, tratando de zafarse.

- Por qué tanta prisa? Quisiera divertirme un poco más contigo -dijo el hombre con una sonrisa perversa, comenzando a forcejear con ella. Charlie sintió el pánico crecer dentro de ella al darse cuenta de sus intenciones.

De repente, una voz familiar resonó en la oscuridad.

- Me temo que tendra que buscar tu diversión en otro lugar, caballero -dijo Alastor, apareciendo de las sombras con una sonrisa peligrosa en el rostro.

El hombre soltó a Charlie de inmediato, el miedo visible en sus ojos.

- D-demonio radio -balbuceó el hombre, retrocediendo.

Alastor avanzó lentamente, sus ojos brillando con malicia.

- Ah, veo que reconoce mi nombre, entonces sabe que no tolero este tipo de comportamiento -dijo con suavidad, aunque su tono era letal.

El hombre tartamudeó una disculpa y salió corriendo, pero eso no le sirvió de mucho ya que Alastor invoco sus tentáculos atravesandolo por todo el cuerpo y al final dejo caer si cuerpo inerte sobre la acera

Charlie, todavía temblando, miró a Alastor.

- G-gracias -dijo y luego sintió un impulso de abrazarlo que al principio lo penso pero después se avalanzo sobre el - gracias no sabría que me hubiera hecho si no hubieras llegado-

El demonio carmesí solo alzó los brazos por la sorpresa y luego con desagrado

- Darling ya sabes que no me agrada el contacto fisico y mucho menos que me abracen. - Dijo Alastor con interfiera en su voz a lo que Charlie lo solto de inmediato.

- Perdón solo quería agradecerte lo que hiciste por mi y no me acordaba - se disculpo con la cabeza baja y jugando con sus dedos pulgares

El demonio radio sólo soltó un bufido e invoco su micrófono y con este le halzo la cara a Charlie -sonríe quería sabes que nunca estas completamente vestida sin una y no te preocupes no fue nada ahora no es conveniente que nos mantengamos mucho tiempo aquí nos podría pasar algo - Dijo Alastor lo último con sarcasmo ya que quien se atreveria a desafiarlo siendo tan poderoso

- si sería mejor que nos fuéramos, no nos gustaría que alguien nos dañara- le siguió el juego y Alastor le ofreció su brazo a lo que ella lo miró un poco dudosa talvez era una clase de prueba pero luego disperso esa idea de su mente y lo agarro para luego retomar el camino al Hotel y así descansar un poco

La Maldición de tu Amor (Charlastor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora