Lucifer continuó su camino por los vastos y oscuros pasillos de su castillo, sus pasos resonando suavemente en las paredes de piedra. A pesar de la magnificencia del lugar, cada rincón, cada sombra, parecía una burla cruel a su poder, recordándole que, a pesar de su estatus, no había nada que pudiera hacer contra el dolor de la pérdida.
Al llegar a su estudio, una habitación que había evitado en los últimos días, se detuvo frente a la puerta cerrada. Durante siglos, ese lugar había sido su santuario, un refugio donde podía escapar del caos del Infierno y sumergirse en sus pensamientos. Pero ahora, la sola idea de entrar le producía una sensación de vacío. Sabía que ahí, rodeado de sus libros y recuerdos, no podría evitar que los pensamientos sobre Lilith lo abrumaran. Sin embargo, también sabía que no podía seguir evitándolo.
Con un suspiro profundo, empujó la pesada puerta, que se abrió lentamente, revelando el interior del estudio. Las paredes estaban cubiertas de estanterías repletas de libros antiguos, todos organizados con precisión. Una gran ventana en la parte posterior dejaba entrar la luz de la luna, bañando la habitación en un resplandor plateado que parecía casi irreal.
Lucifer se acercó al escritorio en el centro de la habitación, una imponente pieza de madera tallada que había sido un regalo de Lilith hace siglos. Sentarse allí siempre había sido un placer, pero hoy, al tomar asiento, sintió una opresión en el pecho, como si el mismo aire hubiera dejado de fluir. Dejó que sus manos recorrieran la superficie del escritorio, recordando cómo Lilith solía sentarse en el borde mientras charlaban sobre los eventos del día, o simplemente compartían el silencio en compañía mutua.
En un impulso, abrió el cajón principal del escritorio, donde guardaba una pequeña caja de madera. Sacándola con cuidado, la abrió lentamente, revelando su contenido: una pequeña colección de cartas y recuerdos, cosas que Lilith había dejado atrás. Algunas eran notas breves que ella le había escrito, llenas de bromas privadas y pequeños gestos de amor, otras eran dibujos que Charlie había hecho cuando era niña, llenos de colores brillantes y figuras alegres.
Sacó una de las cartas y la desplegó, leyendo las palabras de Lilith con una mezcla de nostalgia y dolor. Su letra fluida y elegante, acompañada de un dibujo que Lilith había hecho de ellos dos juntos, le provocó una punzada en el corazón. Lilith siempre había tenido la habilidad de hacer que incluso las palabras más simples sonaran como poesía. Cada línea de la carta estaba impregnada de su personalidad vibrante, su sentido del humor y, sobre todo, el amor profundo que compartían.
Mientras releía la carta, una lágrima silenciosa se deslizó por la mejilla de Lucifer, cayendo sobre el papel y borrando ligeramente la tinta. Rara vez mostraba emoción, pero en ese momento, la soledad y el dolor eran demasiado grandes para ignorar. Cerró los ojos, dejando que el peso de sus emociones lo inundara por un momento. Era un alivio extraño, poder llorar en la soledad de su estudio, lejos de las expectativas de aquellos que lo consideraban invulnerable.
Finalmente, se secó las lágrimas y volvió a guardar la carta en la caja. Sabía que no podía permitirse quedarse atrapado en el pasado, pero eso no significaba que podía simplemente olvidar. Lilith siempre sería una parte de él, una parte que lo había definido y moldeado, y aunque su ausencia lo consumía, también lo motivaba a seguir adelante. Porque al final, Charlie todavía estaba allí, y necesitaba de él, aunque no lo admitiera.
Lucifer cerró la caja y se puso de pie, tomando una decisión en su mente. Si bien el dolor por Lilith nunca desaparecería, tampoco lo dejaría consumirse. Saldría de ese estudio, dejaría atrás la melancolía que lo había invadido, y se aseguraría de que Charlie estuviera a salvo. No podía protegerla de todo, lo sabía, pero haría todo lo posible para asegurarse de que nunca tuviera que pasar por el dolor que él estaba sintiendo.
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La Maldición de tu Amor (Charlastor)
RomanceDespués de la guerra contra los exorcistas y la remodelacion del Hotel, Charlie y los demás integrantes del staff se preparaban para la reignaguracion Sin embargo, surgió una nueva amenaza de las profundidades: un ser misterioso y formidable que po...