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Al día siguiente, Sunoo se levantó temprano, sintiéndose un poco más fuerte después de haber pasado tiempo con su hermana Rose. Sin embargo, la realidad de su situación volvió a golpearlo cuando se dio cuenta de que tendría que ir al instituto solo. Rose no podía llevarlo y sus amigos, Chanhee y Jungwon, tampoco podían acompañarlo esa mañana.

—Estoy bien —se dijo a sí mismo, intentando convencerse mientras se ponía la mochila.

El camino al instituto se sintió más largo de lo habitual. Cada paso resonaba en su mente como un recordatorio de su vulnerabilidad. Al llegar a la entrada, su corazón se hundió al ver a Heeseung, Jungkook, Jaemin y Jaehyun. Los chicos sonrieron con malicia al verlo solo.

—Miren a quién tenemos aquí, solito y desprotegido —dijo Heeseung, avanzando hacia él con los demás a su lado.

—Parece que nuestra putita se siente valiente hoy —añadió Jungkook, riendo.

Sunoo intentó retroceder, pero sus piernas temblaban y el miedo lo paralizó. Justo cuando los chicos se acercaron más, Jungwon apareció corriendo.

—¡Sunoo! —gritó Jungwon, llegando justo a tiempo.

Sin pensarlo dos veces, Jungwon agarró a Sunoo del brazo y lo arrastró lejos del grupo. Los otros chicos se quedaron mirando, sorprendidos y frustrados por haber perdido su oportunidad.

—¡Vamos, rápido! —dijo Jungwon, sin soltar a Sunoo hasta que estuvieron a una distancia segura.

Sunoo respiraba con dificultad, intentando calmarse. Miró a Jungwon con gratitud, aunque su orgullo estaba herido por haber sido rescatado de nuevo.

—Gracias, Jungwon. No sé qué haría sin ti —dijo Sunoo, con la voz temblorosa.

—No tienes que agradecerme, Sunoo. Somos amigos y siempre estaré aquí para ti —respondió Jungwon con una sonrisa reconfortante.

El día continuó sin más incidentes, pero Sunoo no podía sacudirse la sensación de ser observado. Sentía las miradas de Heeseung y sus amigos, llenas de odio y burla, pero trató de concentrarse en sus clases y en la compañía de Jungwon.

Al final del día, mientras caminaban de regreso a casa, Jungwon habló.

—Sunoo, sabes que siempre puedes contar con nosotros, ¿verdad? Chanhee y yo estamos aquí para ti, no importa qué pase.

—Lo sé, Jungwon. Y lo agradezco. A veces siento que no soy lo suficientemente fuerte, pero tenerlos a ustedes me da fuerzas —respondió Sunoo, sonriendo débilmente.

Llegaron a la casa de Sunoo y se despidieron. Sunoo entró y encontró a Rose en la sala, preparando la cena.

—¿Cómo te fue hoy, Nunu? —preguntó Rose, mirando a su hermano con preocupación.

—Fue... un día difícil, pero Jungwon me ayudó —respondió Sunoo, dejándose caer en el sofá.

Rose se acercó y le dio un abrazo. —Eres fuerte, Nunu. Más de lo que crees. Y siempre estaré aquí para ti.

Sunoo sintió que las lágrimas amenazaban con salir, pero las contuvo. —Gracias, Roo. Te quiero mucho.

Pasaron el resto de la tarde juntos, cenando y hablando de cosas triviales para distraerse de los problemas. Sunoo sabía que los días difíciles no habían terminado, pero con el apoyo de su hermana y sus amigos, se sentía un poco más capaz de enfrentarlos.

Echoes | HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora