One Shot's ||Jortini||

Creo en ti ||Parte 4||

-4-

Me miro nerviosa de nuevo frente al espejo. Llevo puesta una remera blanca suelta y un short rosa desgarrado, junto con unas converse blancas. Realmente no se si así debería vestirme para mi primera vez con Jorge.

Desearía ser una de esas chicas millonarias que pueden complacerse cualquier conjunto para la ocasión, pero claro, no tengo un papá que pueda darme la plata.

Suspiro y me siento en la cama mientras cepillo mi pelo, ya van como 10 veces que me paso el cepillo y aun así no paro, pero realmente estoy nerviosa y tengo demasiado miedo. Sé que algo malo va a pasar. Sé que todo lo nuestro se va a ir al carajo esta noche. Mi vida no puede ser peor.

— ¡Martina! —Escucho la voz de mi mamá llamarme al otro lado de la puerta— Jorge está afuera esperándote.

Respiro profundamente y salgo de mi habitación, camino hacia la puerta y cuando estoy a punto de girar la manilla, Greg me llama.

— ¿A dónde te pensas que vas Martina? —Me dice secamente, yo giro hacia el y me recargo en la puerta nerviosa.

— A la calle —Contesto sin rodeos, el sonríe cínicamente.

— ¿Y a quien le pediste permiso? Que yo recuerde... —Y mi mamá lo interrumpe.

— Greg, dejala. Yo le di permiso —Me defiende mi mamá con una tierna sonrisa.

— ¿A que hora vas a volver? —Pregunta con interés.

— No sé, ella puede llegar a la hora que quiera. A fin de cuentas mi hija ya tiene 18 —Yo le sonrió a mi mamá.

— Bueno, yo ya me voy, gracias mami —Le digo tiernamente, ella se acerca a mi y besa mi frente.

Salgo de la casa antes de que Greg hable una vez más. Veo el auto de Jorge al frente de mi casa, sonrió algo nerviosa y corro hacia el dándole un abrazo, él me recibe gustoso y me da vueltas en el aire. Rió encantada y cuando el me baja, le doy una tarjeta que le hice ayer en la noche.

— Sé que... esa tonta tarjeta no se compara con lo que vos me mandaste esta mañana, pero sabés que no tengo para mas —Murmuro algo avergonzada, siento sus brazos de nuevo rodearme.

Sus labios besan mi cachete y sin separarse me habla.

— No me importa amor, yo soy feliz con que estés conmigo —Yo me separó de el y le doy un pico— ¿Nos vamos? —Yo asiento y el me abre la puerta del copiloto, como todo un caballero, me burlo y entro.

Empieza mi tortura y mi terror por que se de cuenta.

En el camino hablamos un poco, mis manos están transpiradas. Lo miro a el, que va con una enorme sonrisa. Y no evito tener una sonrisa al instante al verlo. Es tan perfecto para que este con alguien como yo. Con una mentirosa como yo.

Bajamos del auto agarrados de la mano, y entramos a su casa. La cual está en total oscuridad.

— No hay nadie —Murmura tomando mi cintura por detrás, y acercando sus labios a mi oído— Feliz 10 meses mi amor. Te quiero demasiado.

Y se me para el corazón, me gira hacia el y empieza a besar mis labios. Mientras sus finas manos rodean mi cintura y me aprietan contra el. Y realmente, me siento en las nubes, porque nunca nadie me trato con amor en la cama... nadie. Y sé que el lo va a hacer.

Las manos de Jorge bajan a mis muslos, y con un leve impulso me hace brincar para hacer una llave con mis piernas alrededor de su cintura. Y sin dejar de besarme, el empieza a subir las escaleras, tropieza varias a veces, a lo que me rio.

— Jorge, mejor bajame —Murmuro risueña, el niega con la cabeza.

— Tiene que ser romántico Tini, como en las películas, ya no digas mas. —Murmura burlón.

— Si romántico quiere decir que vas a subir a upa, mientras te tropezas en cada escalón. —Le digo sarcástica, el suelta una carcajada.

— Ya no hables mas nena —Yo solo le sonrió y vuelvo a juntar nuestros labios.

Siento como entramos a una habitación, el aplasta un botón y la luz de la lámpara se prende. Dándole un toque romántico, la lámpara tiene chiquitos hoyuelos, que hacen que con la luz se reflejen en toda la habitación.

Jorge me acuesta en la cama con cuidado y se sube encima de mí sin echar todo su peso encima. Sus labios bajan por mi cuello y me hacen soltar varios suspiros. Siento sus manos empezar a subir mi remera, yo me siento en la cama y le facilito el trabajo. Él la saca y se queda varios minutos viendo mi cuerpo. Yo me sonrojo y le saco la camisa a el.

Finalmente, termina dejándome prácticamente desnuda frente a el. Solo con mi tanga y el con sus bóxers, estoy demasiado nerviosa. Las manos de Jorge exploran cada vez más mi cuerpo.

Y aunque este asustada, me siento a la vez bien. Lo hace con demasiado amor que me hace olvidar todas mis estúpidas mentiras. Todo lo que pasa a mi alrededor que me hace mal.