Reinicio #2

401 72 24
                                    

Espero que les guste~

Nota: Lamento haber tardado pero tuve exámenes y el fin de semana vino una amiga ^_^

Nota-2: También me senté a ver un anime o dos ^_^ 

Nota-3: En todo caso, díganme si quieren algo más de este Au antes de que pase a otra cosa, porque a mi creo que medio se me seco el cerebro 

La noticia de que el gran Sun Wukong iba a tener un sucesor fue algo que llego a los oídos de muchos en cuestión de días simplemente. Era una total locura para muchos, que un ser inmortal y sin nada mejor que hacer a parte de dormir tuviera de repente un sucesor, un ligero temor llegando a unos cuantos ante los rumores que decían que aquel ser podía ser un simple humanos más del montón y el horror inundaba a todos ante la sola idea de que aquel bastón poderoso terminara en las manos de un cualquiera, una sensación que solo aumentaba con ese pequeño detalle de que también heredaría sus poderes.

Sería estúpido decir que no había quienes le temían a Wukong y no se atrevían a acercarse, porque era sabido que ese mono era capaz de muchas cosas si alguien osaba a interrumpir su jubilación auto-impuesta pero había unos cuantos cuyo resentimiento e ira crecieron lo suficiente como para hundir ese miedo en lo más profundo de si mismos, anhelando venganza.

Macaque no tenía muy en claro si considerarse uno de esos o no.

Había sido empujado de lado e ignorado como si no fuera más que basura, por supuesto que quería venganza pero al mismo tiempo, había sido asesinado de una forma brutalmente horrible, odiando admitir que una pequeña parte de si le temía a Wukong. La idea de enfrentarlo, hacerlo pagar por lo que le había hecho, estaba muy presente en su mente pero no podía hacerlo así nada más, necesitaba un plan, uno infalible y poderoso.

La noticia del sucesor le dio una brillante idea.

-Quien sea, me servirá- y sonrío para si mismo ante la idea que se formaba en su mente. Solo debía estar atento a cualquier cambio que sucediera en la ciudad, mantener su buena audición bien abierta y estar vigilante con sus sombras para el gran momento en el que alguien pudiera levantar el bastón, solo para poder analizarlo de cerca. Su intención era presentarse, quizás como un aliado o algo así de tonto para poder acercarse lo suficiente como para colocar un sello de robo en aquel ser y obligarlo a usar todo el poder que tuviera para recargarlo, solo para arrancárselo después.

Podría tener el poder de Wukong en sus manos y quizás con ello, aplastar su maldita cabeza contra el suelo. Eso seria satisfactorio. Así que Macaque hizo uso de su paciencia y simplemente se dispuso a esperar, manteniendo un perfil de incognito porque se suponía que estaba muerto pero mostrando un rostro humano para manejar su teatro de sombras, siempre atento a cualquier noticia que pudiera llegar a él.

La cosa es que...el sucesor nunca se presento o por lo menos, no de una manera notable.

DBK fue liberado, yéndose sin siquiera atacar la ciudad, y el bastón había desaparecido sin dejar rastro alguno. No hubo grandes gesto, ni una pelea épica, ni siquiera una aparición. Solo sucedió y nadie supo que paso realmente pero eso, para él, no era suficiente y quería respuestas. DBK no solo fue liberado y de vuelto a su familia sin mucho problema, sino también sellado, atado a un trato que lo obligaba a mantener la paz según lo que entendió pero eso solo fue el principio. Spider Queen no tardo en ser sellada de igual manera, dispuesta a mantener la paz por la comida para su gente y un buen hogar para habitar. LDB fue eliminada de alguna manera, pudo sentir como esas cadenas de hielo en su alma se desvanecían en un día cualquiera, y la memoria de Mayor había sido reescrita, quedando como un humano tranquilo que tenía una buena vida en la ciudad y trabajaba en el banco, sin siquiera poder recordar realmente lo que alguna vez fue. Su asombro más grande fue cuando se entero de la liberación de Azure, Yellowtusk y Peng, quienes habían sufrido el mismo destino que los demás, aceptando sin mucha opción la paz y ubicados en un templo que parecía haber aparecido de la nada a las afueras de la ciudad.

Pero eso no fue todo.

El supuesto sucesor había hecho mucho más sin que se diera cuenta. Ayuda a demonios aquí y haya, ganándose una gran reputación. "Salvador", "Protector", "Liberador", "Amigo". Tenía muchos apodos, dependiendo de quien hablara, pero muchos decían que el mismo sucesor se llamaba a si mismo "Nadie", negándose a dar siquiera la cara.

-Rayos...- maldice a quien sea el sucesor, notablemente más inteligente que su antecesor. Mantiene la paz con buena actitud y amabilidad pero es firme y tajante, sellando lo que de seguro consideraba los problemáticos más grandes entre todos o eso era lo que supuso. -¿Quién rayos eres?- había muchas preguntas y pocas respuestas, sin pistas ni guías. Era frustrante. Sin importar cuanto preguntara e indagara, cuanto pensara e intentara encontrarle un sentido a todos, no tenía nada.

-Esa es la pregunta que todo el mundo me hace- Macaque se tensa ante la voz que de repente resuena en su estudio cerrado al publico, tragando en seco mientras su mano se coloca ligeramente sobre su fiel linterna pero mantiene un rostro neutral cuando se voltea, frunciendo el ceño cuando nota que hay alguien sentado en las gradas. Es un encapuchado que mantiene una postura relajada y de piernas cruzadas, aunque tiene una larga cola que llama su atención moviéndose por afuera de la capa y aunque la capucha puesta oscurece su rostro hasta el punto de ser irreconocible, tiene dos ojos brillantes de colores que parecen poder perforar tu alma con una sola mirada. -Soy Nadie- hace un gesto, como manos de jazz y el brillo en sus ojos es suficiente como para iluminar un poco su rostro, mostrando una gran sonrisa de dientes afilados como los suyos.

-¿Y qué te trae hasta aquí, Nadie?- enarco una ceja, luchando contra la ligera ola de ansiedad que lo inundad. El sucesor es poderoso, aunque no tiene muy en claro hasta que punto, y esa incertidumbre es horrible pero eso no lo detiene. -Yo no hice nada y...-

-Six Eared Macaque. Manipulador de sombras, guerrero y luchador, un ser que alguna vez fue hermano de Sun Wukong y murió en sus manos- el de pelaje oscuro cierra la boca con tanta fuerza que sus dientes chasquean con un audible sonido, mientras su cuerpo se tensa y su pelaje se eriza. -Sé muy bien quien eres, así como también sé que tus intenciones y acciones no siempre son buenas...- se levanta en un gesto elegante y baja de las gradas, avanzando algunos pasos, una espesa y agobiante burbuja de miedo creciendo en el pecho del domador de sombras ante la sensación de poder puro que puede sentir venir de aquel ser. Es muy diferente a lo que había esperado. -...así que vine a negociar-

-No aceptare nada de lo que me des...- la luz violeta de su linterna ilumina todo el cuarto y las sombras se mueven a su voluntad, dispuesto a usarlas de distracción al menos para irse de allí. -...y tampoco quiero ese mugroso sello tuyo en mi pecho- quizás decir eso en voz alta no sea lo más sensato pero bueno, el daño ya estaba hecho.

-Me imagine que dirías algo así- se encogió de hombros, alzando las manos para bajar su capucha, su apariencia de mono tomando al otro por sorpresa. El castaño sonríe, casi burlón, chasqueando los dedos y ante la atónita mirada de los ojos dorados, las sombras se desvanecen. Eso no era nada bueno. -Y no voy a obligarte, no esta en mi hacer algo así...- en un parpadeo, el castaño esta frente al otro a escasos centímetros y Macaque aprieta los dientes, sintiéndose entumecido, congelado. -...pero me temo que eres muy terco y no puedo dejarte así nada más-

-¿Qué...?- el domador de sombras abre los ojos cuando siente un dedo contra su frente y pronto, esta cayendo al suelo de rodillas. Hay una sensación extraña que recorre su cuerpo y aumenta el entumecimiento, sin dolor realmente, pero si llenándolo de miedo y desesperación.

-Puedo destruir y armar lo que quiere, tantas veces como sea necesario- el castaño solo ladea la cabeza en una imagen inocente que no concuerda con la escena. -Tómalo...como una seria advertencia- sus ojos brillan con promesas que Macaque no quiere escuchar, acompañado de una sonrisa algo siniestra que solo había visto en su propio rostro.

Así como apareció, se fue, dejando al pobre de Macaque arrodillado en el suelo de su teatro de sombras. Esta temblando y por primera vez en su larga vida, decide que no quiere indagar más en un tema.

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora