Bitty Sans #2

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Espero que les guste~

Nota: Me invente algunas cosas en el camino, porque no recuerdo el Lore completo de esto y debo ser sincera, me dio pereza investigar xD

-Ahora que lo pienso...- se detuvo después de unos minutos de silencio y comodidad, con una repentina curiosidad en su mente, apartando su mano y sonriendo apenas al recibir una queja perezosa. Sans parecía haber estado en proceso de caer en un sueño profundo, lo había escuchado empezar a roncar entre ronroneos, despertó ahora que ya no recibía cariño. -...¿Cómo puedo cuidarte?- porque la caja estaba vacía ahora, sin siquiera una nota con indicaciones o algo así. -¿Necesitas comer?- se enderezo un poco en su lugar, mientras los ojos blancos con un ligero toque azulado solo lo miran. -¿Qué se supone que debo darle de comer a un esqueleto?- la gran pregunta del momento.

-Tranquilo, chico- su boca se abrió de alguna manera, dejando escapar un amplio bosteza, el castaño observando eso con cierto encanto y asombro. -Bájale la espuma a tu chocolate o te dará algo y no soy del tamaño correcto para llevarte a un hospital- hizo un gesto y MK se obligó a relajarse, volviendo a caer de pecho sobre su cama, cruzando los brazos para poder ver al más pequeño con atención. -Escucha, puedo comer lo que sea y lo hago con gusto, en especial si me ofreces un sobre o dos de kétchup...- el castaño anoto eso en su mente, asintiendo. -...pero mi alma en sí...- su pecho se iluminó, de un tono azul notable cuyo color lograba brillar a través de su remera blanca. -...se alimenta de energía para que mi magia siga corriendo por mi cuerpo y me mantenga vivo-

-¿Energía?- ladeo la cabeza con curiosidad. -¿Te alimentas...de mi energía?- parpadeo, su cerebro un poco lento en procesar eso. -¿Eso me haría daño...o a ti?- y esa era una preocupación genuina, moviéndose para sentarse, frotando su pecho de manera distraída.

-Nha, no es malo para ninguno- de levanto, un poco tambaleante por la mullida superficie, y desapareciendo en un destello azul, el castaño sobresaltándose cuando reapareció sobre una de sus rodillas. -Imagina que eres como una jarra de agua que se llena constantemente y con mi tamaño, lo único que puedo consumir son gotas. Ni siquiera siendo más grande podría consumir la energía suficiente como para agotarte o hacerte daño siquiera- sonrió, tranquilo. -Ahora, solo necesitas respirar profundo...- se movió, colocando sus pequeñas y blancas manos sobre la ajena, los ojos del chico abriendo con sorpresa ligera ante el brillo azulado que podía ver venir del esqueleto. -...y relajarte- MK respiro, una repentina ola de calma inundándolo.

-¿Qué...?- lo miro con curiosidad.

-No puedo manipular tus sentimientos, solo darte algo de calma- se encogió de hombros, el azul en sus ojos resaltando un poco más. -Podría hacerlo sin contacto si nuestras almas estuvieran conectadas pero no llegare tan lejos, puede ser un poco...invasivo-

-Gracias- lo tomo entre sus manos, frotando su mejilla muy suavemente contra la cabeza de Sans, pudiendo escucharlo hacer una risa extraña y divertida.

Al final, MK no duerme pero si se da una ducha y luego, se pone a hornear galletas con chispas de chocolate, un poco grandes para su invitado pero él parece disfrutarlas con lucho gusto. Su emoción en aumento cuando el chico le promete conseguirle kétchup más tarde.

En algún punto, el sucesor recuerda a sus amigos y se da cuenta, con un pequeño sobresalto, que debe hacer algunas presentaciones. Así que se arma de valor y con el pequeño esqueleto sentado cómodamente en su hombro, se dispone a hablar con los demás.

Ellos lo observan en silencio por unos segundos, casi analizando a su invitado sorpresa.

-Sup~- Sans parece no perturbase por las miradas fijas, luciendo divertido casi, balanceado sus pies con toda la tranquilidad del mundo. Y su voz es suficiente para que uno reaccione.

-MK...- Pigsy parece estar entre resignado, cansado y hasta divertido, respirando profundo y dejando escapar un largo suspiro mientras cruzaba los brazos sobre el mostrador. -...¿De dónde lo sacaste?- hace un gesto ligero, amable y paternal.

-Estaba en una caja en mi habitación- es sincero.

-¿Tienes una dirección al menos?- enarco una ceja y el menor solo pudo negar, acariciando con uno de sus dedos bajo la barbilla del esqueleto, quien pareció derretirse ante el simple toque con un tarareo ligero.

-Un esqueleto pequeño...- Tang se acerco y al sentirse analizado, Sans se separó del toque para ver al otro, casi pareciendo enarcar una ceja. El hombre se acomodo los anteojos, pensativo. -...es fascinante-

-Se mira y no se toca la mercancía, amigo- sonrió ante la mano que intentaba acercarse a él, con el brillo en sus ojos en una advertencia silenciosa, y el de anteojos dudo una poco antes de decidir alejarse, algo aprensivo.

-¡Es adorable!- Mei se acerco con estrellas prácticamente en sus ojos, encantada y fascinada por igual, sacando su teléfono con la intención de tomar una foto, su sonrisa más grande cuando el esqueleto pareció guiñar uno de sus ojos. Ya tenía algunos planes en su cabeza, al mismo tiempo que empezaba a buscar páginas de ropa para muñecos.

-Es tan...pequeño- los ojos de Sandy brillaron con cariño, siempre adorando las pequeñas criaturas que podía ver, sus dedos temblando con las repentinas ganas de tejer.

-Soy una bolsa de huesos, edición bolsillo- bufo, riendo de sus propias palabras y MK sonrió ligeramente, divertido.

-¿Qué vas a hacer con él?- el cerdo volvió al tema importante, ignorando los arrullos llenos de adoración y la curiosidad infinita de su amigo que parecía murmurar teorías entre dientes.

-De momento, cuidarlo...- se encogió apenas de hombros, cuidadoso, optando por tomar al pequeño entre sus manos por seguridad. Bajo la vista al sentir pequeñas palmadas, notando que Sans lo miraba. -...y conseguir algo de kétchup- sonrió, divertido ante la expresión de confusión de los presentes.

Y así es como el cuidado de un pequeño esqueleto mágico se agrego a la rutina de MK. En serio, que rara se había vuelto su vida.

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora