~Monkie Kid~ 7️⃣

Rechazo

Espero que les guste~

Nota: No lo sé, quería que MK tuviera la oportunidad de rechazar el papel que básicamente empujaron contra él

Nota-2: Se me da que, de cierta manera, MK realmente no tenía la opción de rechazar algo como el papel de sucesor. Ya tenía el bastón, derroto a DBK, y a partir de allí, todo simplemente sucedió

Nota-3: Por si no se dieron cuenta, esto sucede después de "A Hero is Born". Por ende, aquí, MK no es consiente siquiera de su verdadera naturaleza

Nota-4: Recuerdo haber leído una historia, en mis principios en el fandom, la presión de ser el sucesor fue tanta que MK decidió devolver el bastón por su propia salud mental y como los enemigos no dejaban de llegar, Pigsy decidió mudarse de ciudad. No tiene nada que ver pero fue algo que recordé mientras escribía esto ^_^

MK juguetea de manera distraída con el bastón a medida que avanza, manteniendo sus pasos lentos en un intento de darse un poco más de tiempo para pensar en que decir exactamente. Por mucho que haber peleado y usado los poderes del gran Monkey King aun se sintiera como algo sacado de sus más locos y fanáticos sueños, ahora que todo esta en paz y pasaron unos días, no puede negar que ya no se siente del todo cómodo con la situación.

Claro, logro vencer a DBK, salvo la ciudad y eso es asombroso pero entre más lo piensa, más ansiedad le da. Sun Wukong lo mando solo, sin entrenamiento y sin estar dispuesto a ayudar siquiera, para enfrentar a quien fue su enemigo hace muchos años. Por mucho que lo adorara, porque era un fanático desde que era niño, no podía negar que esa simple acción de parte del dios fue algo muy...malo, hasta horrible si lo piensas bien.

¿Qué hubiera pasado si MK hubiera decidido no pelear? ¿Y si hubiera decidido huir con todos sus amigos? ¿Y si el miedo hubiera sido demasiado como para enfrentarse a un demonio tan poderoso? ¿Monkey King hubiera saltado en su auxilio? ¿Habría abandonado su paz y relajación para salvar una ciudad llena de inocentes?

Hay muchas dudas en su cabeza, dudas que termino hablando con Pigsy y Mei en espera de una guía o de ayuda pero su jefe termino diciendo una gran verdad. Monkey King era un ser irresponsable que no pensaba mucho en sus acciones o las consecuencias de estas, una gran prueba era su legado lleno de locuras tontearías según sus propias palabras. Con eso en mente, era capaz de afirmar con creces que ese mono no había planeado más haya de su épica entrada en ese momento.

-¡Recuperaste mi bastón!- se anima, notablemente encantado, aunque eso no evita que continúe comiendo de manera desordenada. Las frituras que se lleva a la boca hacen un fuerte ruido a medida que mastican. -¡Sabía que serias perfecto!- ríe, la bolsa desapareciendo con un rápido movimiento de mano, al mismo tiempo que se mueve para sentarse de piernas cruzadas encima de su nube. -Felicidades~- hizo un gesto y más que una sonrisa de orgullo, parecía más una sonrisa superior o quizás socarrona, el castaño no lo tiene muy en claro. -Eres mi sucesor ahora, puedes quedártelo- hace un gesto casi desinteresado y el menor frunce apenas el ceño. El gran sabio de la montaña termino siendo menos espectacular de lo que había soñado.

-En realidad...- mira el bastón, suspirando. La actitud de Wukong, tanto la de su primer encuentro como la de ahora, hacen que su decisión sea mucho más fácil de tomar. -...vine a devolverlo- lo hace girar, en una especie de despedida silenciosa hacia el arma que en realidad lo había salvado en su primer encuentro, antes de golpear el suelo con uno de los extremos. Hay un fuerte ruido, jura que todo a su alrededor tiembla o se sacude, pero se concentra más en asegurarse de que estuviera clavado antes de soltarlo y alejarse.

-¿Qué?- Wukong parece sorprendido, como si en realidad no hubiera esperado ese tipo de respuesta de seguro. -Estás bromeando, ¿cierto?- esta lleno de incredulidad y MK solo puede mirarlo, metiendo las manos en los bolsillos, encogiéndose de hombros. Para muchos, incluyendo al mono que tiene delante por lo que ve, rechazar el titulo de "sucesor" de un gran y legendario ser debe ser una total locura, un desperdicio de una de las más grandes oportunidades que te da la vida o algo así.

Para MK, es un alivio en ese momento.

-No te ofendas pero no quiero ser tu sucesor- fue sincero, directo, y quizás un poco brusco pero soltar el bastón se siente como si le quitaran un gran peso, en todos los sentidos.

-¿Por qué?- parece tan confundido y perdido, casi como una especie de niño que no entiende la razón por la que le están negando algo.

-¿Te das cuenta de que DBK debía ser tu problema y no mío?- enarco una ceja hacia el mayor, un poco decepcionado en este punto. Había idealizado demasiado al protagonista de todas las historias que escucho desde que era niño. -Era tu amigo, luego fue tu enemigo y tu fuiste quien lo encerró, tu tenias que haberlo enfrentado y haber salvado la ciudad, no yo- eso fue algo que se dio cuenta mucho después de la pelea, cuando Pigsy empezó a divagar con furia, maldiciendo al dios que ni siquiera fue capaz de mostrar la cara. Wukong se enderezo, solo para fruncir el ceño apenas y desviar la vista, como si estuviera intentando ignorar lo que el chico decía. -La peor parte es que no es el peor enemigo que has hecho- había decidido leerse el libro, por recomendación de Mei principalmente, y aunque había ciertas cosas que ya sabía, se sentía diferente a lo que Tang le había contado durante toda su vida. -¡Ni siquiera soy un luchador!- no tenía entrenamiento, solo una gran imaginación que le sirvió en ese momento.

-Te fue bien- bufo entre dientes, notablemente incomodo y el menor se pregunto como es posible que el mono no hubiera ya huido.

-¿Y si eso no hubiera pasado? ¿Y si mi miedo era tan grande que decidía escapar? O peor aun, ¿Qué hubiera pasado si lo enfrentaba y moría? No soy inmortal como tu, ni siquiera soy un demonio super resistente- Monkey King solo parece encogerse un poco más en su lugar, como un niño regañado. El castaño se pregunta si sus palabras estaban entrando por un oído y saliendo por el otro, Wukong tenía fama de hacer ese tipo de cosas. -Además, esto del "sucesor" se siente más como...si quisieras tener un reemplazo que pudiera enfrentar todas las consecuencias de tus actos- y era algo horrible para pensar, porque eso podía significar que no era el "elegido" en si, sino alguien que estuvo allí por pura suerte y ahora, tenía que lidiar con algo que no era realmente su culpa.

-¡Oye!- y ahora, Wukong parece molesto, lo suficiente como para salir de su posición cómoda y pararse. Su cola se agita bruscamente tras suyo. -No te pases, niño- lo dice en tono autoritario, como si lo estuviera mandando o algo así.

-¡Pero es cierto!- esta molesto por ese intento de autoridad. -¡Yo no quiero ser quien se encargue de los enemigos que tu hiciste!- estuvo aterrado en su enfrentamiento con el demonio toro y al leer el libro, esta aterrorizado por cualquiera de los enemigos ajenos que pudieran venir por él. -¡Apenas pude vences a DBK y toda su familia! ¿Qué se supone que debo hacer cuando aparezcan los demás? LBD, Spider Queen y sus secuaces, Six-Eared Macaque, todo el reino celestial...- hizo un gesto, sin sentirse intimidado de momento ante le ceño fruncido en el rostro del mono. -...no voy a ser tu chivo expiatorio, me niego a serlo- negó. Ya había tomado su decisión y nada lo haría retroceder. -No voy a poner mi vida en riesgo, mucho menos la de mis amigos, solo porque no quieres salir de tu jubilación a enfrentar tus propios errores- tiene le comienzo de un dolor de cabeza, Esta cansado pero el alivio aun esta presente. Devolvió lo que no le pertenecía y rechazo ese papel que se sentía como un enorme peso que realmente no quería, también alcanzo a decirle algunas cosas al dios. Estaba satisfecho. -Adiós, Monkey King. Mucha suerte con...todo- le da la espalda y se aleja sin mirar atrás, permitiendo que toda la tensión se desvaneciera de su cuerpo, ya queriendo llegar a los pies de la montaña para subirse al barco de Sandy y abrazar a su familia.

Wukong se quedo en su lugar, con el bastón clavado en el suelo a su lado y sin poder ignorar el dolor en su pecho. No pensó que las cosas terminarían así.