Vacaciones #3

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Espero que les guste~

Mientras los demás movían las cosas para acomodarse dentro de la pequeña cabaña aparecida de la nada, Steven y MK se adentraron a la casa en la que el menor alguna vez vivió, caminando con paso decidido para buscar sus cosas. No tenía mucho al parecer, la mayoría en su departamento en la ciudad y lo que trago, a parte de su ropa, aun estaba en su auto, así que no tardo mucho en juntar todo lo que tenía en su bolso.

-¿Eso es el transportado de gemas?- señalo aquello que llamo su atención, la plataforma circular que parecía casi estar hecha de cristal sobre una base con pequeñas escaleras al parecer.

-Sip, las gemas lo usan para ir a donde quieran, siempre y cuando haya uno de estos del otro lado- asintió, cerrando su bolso y haciendo un gesto. -Te lo mostrare más tarde, hay lugares geniales a donde podemos ir y explorar con todos- sonrío y MK se animo, aunque el brillo viniendo de la plataforma llamo su atención. En un destello de luz, ahí estaban las demás y el chico se removió apenas en su lugar cuando ellas se enfocaron en él. -Hola, chicas- Steven sonrío, extendiendo su mano libre sin pensar mucho, dejando que el sucesor se aferrara a él de momento. Ellas lo saludan, casi iluminándose al verlo, su cariño por el hibrido notable y dulce.

-Oh, tus amigos ya llegaron- Perla sonrío, bajándose del transportador con una sonrisa amble que se congelo y tenso cuando noto el bolso en las manos del menor.

-¿A donde vas?- Amatista señalo lo obvio, enarcando una ceja al parecer. -Pensé que te quedarías durante las vacaciones- se cruzo de brazos en espera de una respuesta.

-Ese es mi plan aun pero iré y me quedare con ellos- hizo un gesto hacia el castaño a su lado, quien solo pudo sonreír con cierto nerviosismo, sintiendo que de alguna manera ellas lo estaban acusando de ladrón en silencio y con solo mirarlo. 

-Haremos una pijamada con Red Son y Mei- agrego con emoción ligera, mientras Steven asentía con animo. Perla parece desanimarse un poco, mientas Amatista desvía apenas la vista con una pequeña mueca que se apresura a ocultar y ahí es cuando Garnet toma el mando al parecer.

-Diviértete entonces- ella le sonrío, con ese aire maternal del que MK siempre escucho de parte de su amigo. -Siempre estamos aquí y tendrás un espacio para quedarte si lo necesitas-

-¡Lo tendré en cuenta, gracias!- y se da media vuelta, arrastrando al otro consigo cuando empieza a caminar, saliendo de allí sin decir mucho más y solo cuando la puerta se cierra tras ellos, el castaño suspira.

-Creo que nos les agrado- no pudo evitar comentar cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos como para no ser escuchado.

-Nha, no es que no les agredes tu o los demás, es solo que no lo entienden- se encogió de hombros, luciendo resignado y MK decidió no comentar más sobre el tema, dándole un apretón a la mano ajena.

Los primeros días fueron toda una aventura. En su mayoría, pasan tiempo juntos pero no siempre es así. Peridot se ofreció a contar toda la historia posible de su especie, algo que Tang acepto y escucho con gusto, haciendo preguntas que la gema contesto con total entusiasmo, siempre feliz de poder sentirse una sábelo todo. Bismuto no tuvo problemas en abrir su taller para Mei y mostrar todas las armas posibles, guardadas a pesar de que ya no se usaban al decir verdad, con la chica muy feliz con aquello, su emoción solo en aumento cuando la gema se ve dispuesta incluso a enseñarle a hacer una espada desde cero. Macaque es quien explora todo a su alrededor, encontrando los rastros de lo que alguna vez fue la guerra entre gemas de la que solo escucho y vio de lejos, contento de hacerlo solo de vez en cuando para tomarse su propio tiempo. Wukong poco interesado en explorar realmente, aunque a veces solo se adentra al bosque más cercano y disfruta de actuar como el mono que realmente es, colgándose de las ramas. Sandy le gusta pasearse por la pequeña ciudad, conociendo a todos los que puede, mientras Pigsy es feliz con solo tener ingredientes y en donde cocinar. Y MK esta feliz con solo hacer de todo, sintiéndose como una persona normal por primera vez en mucho tiempo, disfrutando la falta de pelas y entrenamientos, adorando esa paz que viene con estar lejos de la ciudad.

-¡Esto es asombroso!- tenían un lugar de videojuegos y demás, como en la ciudad, pero estos se veían diferentes y hasta un poco avanzados, creaciones dignas de parte una civilización tecnológica como parecían ser las gemas. -¡Tienen un juego de danza!- y avanza con una sola intención, soltando un chillido ahogado, mientras él menor solo lo sigue entre risas.

-Este lugar estaría incompleto sin eso- bufo con diversión.

-¡Juguemos!- y Steven solo puede asentir ante los ojos brillantes de emoción con los que el castaño lo mira, sabiendo que es débil a la hora de decir "no" a ciertas cosas, en especial con el sucesor a estas alturas.

-No sabía que aun te gustaba este juego- Connie, quien se había estado uniendo a ellos en cada oportunidad que tenía y cuando estaba libre, retorciendo apenas sus dedos y sonriendo ligeramente.

-MK tiene una obsesión con este juego, creo que tiene que ver con una competencia que tiene con Mei...- rio y la sonrisa de la chica se suavizo, feliz de poder verlo actuar un poco más tranquilo y alegre. -...y me arrastra a jugarlo mucho- se acomodo la campera, avanzando con paso lento cuando quienes estaban jugando terminan y bajan, MK saltando para subirse a la plataforma de baile con un salto, luciendo como niño emocionado. -Además, le gusta romper mi dieta con sus galletas de celebración-

-¡Amas mis galletas!- y ambos ríen por alguna razón, ella solo viéndolos con cierta confusión, sintiéndose no por primera vez un poco apartada de ese par porque no siempre podía entender de que hablaban. Connie solo se queda allí, con las manos entrelazadas, observándolos bailar. Intenta ignorar la punzada en su pecho al darse cuenta de que Steven actúa un poco más como antes, sonriente y casi infantil, cuando esta con ese chico en particular y empuja esa pequeña parte llena de envidia en lo más profundo de su mente.

-¡Hora del gran final!- extiende la mano con una gran sonrisa, un deseo repentino llegando a su mente y aunque MK lucio confundido por un segundo, no tardo en sonreírle enormemente, aceptando su mano. Ante la atenta mirada de la chica y de todos los presentes, ambos se vieron envuelto en una brillante luz mientras sus fundirse en una sola forma. Y ahí estaba, una fusión que tomo a muchos con la guardia baja.

-¡Uni-Kid esta de vuelta!- rio alegremente, abrazándose a si mismo, con la larga cola de mono castaña moviéndose con animo tras suyo e ignorando la puntuación que aparecía en la pantalla del juego. Dio un pequeño salto para bajarse de allí, girando un poco, luciendo a gusto y feliz, hasta que sus ojos se encontraron con los ajenos. Connie y Uni-Kid se miran fijamente, la primera con los ojos bien abiertos y luciendo sorprendida, cerrando la boca al no tener nada que decir, mientras la fusión solo parpadea antes de desviar la vista y estirarse, sonriendo de estar presente una vez más. -¡Aventura!- y sale antes de que la chica pudiera siquiera quejarse, queriendo explorar Ciudad Playa por su cuenta y ver todo lo posible con sus propios ojos antes de ir a buscar a sus amigos ¡Estar de vuelta era genial y emocionante!

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora