Protector

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Espero que les guste~

Nota: La idea de que Nine-Headed Demon sea una especie de protector para MK me gusta :3

Nine-Headed Demon sostuvo al pequeño presagio entre sus brazos, maravillado más allá de las palabras. Era tan pequeño, de pelaje esponjado y una larga cola que se movía constantemente, de ojos grandes y brillantes que lo miraban con asombro infantil, además de manos pequeñas y llenas de curiosidad que recorrían su rostro mientras dulces sonidos salían de su boca. Es tan joven, por haber sido despertado mucho antes de tiempo, y tan inocente como en cada una de sus vidas, un ser nuevo que nunca había tenido la oportunidad de ver o conocer. Una pizarra un blanco, un ser completamente puro a sus ojos.

-Hola, pequeño presagio~- susurra con encanto mientras lo acomodaba un poco más en sus brazos, sin poder evitar que su corazón se ablandara por el pequeño y dulce ser que sostiene, que parece animarse notablemente ante el sonido de su voz, haciendo pequeños ruidos entusiastas. Es dulce, tan pequeño y lindo que el demonio no puede evitar sentir algo en su pecho.

No lo dice en voz alta pero en ese mismo instante, de alguna manera, muy en su interior sabe que parte de sus planes originales quedan enterrados en lo más profundo de su mente.

-Tendrás una larga vida, pequeño presagio- aprovecha que aquel ser esta entretenido con su rostro, deslizando su mano para tocar su pequeño pecho, permitiendo que algo de su poder llegará a su dedos. Solo lo suficiente para cambiar su apariencia, haciendo que luzca más humano, y ocultar su presencia, aunque mantiene una cierta conexión entre ambos. Puede sentir el poder puro que viene de ese pequeño cuerpo y solo espera que su sello sea suficiente como para no llamar la atención de nadie.

Parte de su plan realmente no cambia. Bajo un disfraz humano y poderes bloqueados de momento, lo lleva hasta la ciudad, porque su intención principal es que el presagio pudiera crecer en un entorno donde pudiera aprender como lo haría un humano normal y se desarrollarla por si mismo, sin la intervención o guía a parte de su futuro tutor. Encontró al descendiente de aquel cerdo que acompaño a Wukong en su gran viaje, lo analizo y lo observo, decidido al final que este era mejor opción que el descendiente del monje para cuidar del menor, porque parecía tener muy en claro lo que quería y lo que no.

Su intención total es dejarlo allí, en manos capaces que le pudieran enseñar la diferencia entre el bien y el malo, donde pudiera aprender hasta desarrollar su propia conciencia y ser capaz de tomar sus propias decisiones pero cuando esta por hacerlo, hay un pequeño tirón en su mano que lo detiene en seco. Baja la vista, parpadeando con cierta sorpresa. El presagio lo observa, con una suplica silenciosa en sus ojos ahora oscuras y negros de que no lo deje solo en un mundo completamente desconocido. Su mano se aferra a la suya y aunque de momento no tiene la super fuerza que debería tener, Nine se encuentra incapaz de alejarse de esa pequeña mano que tiembla ligeramente. 

Quiere que se quede, es su primer decisión en ese mundo, y Nine siente que todo su interior se derrite. En contra de todo lo que había planeado y lo que estaba destinado para aquel pequeño ser, se vuelve un amigo, un protector que nadie a su alrededor puede ver pero que siempre esta allí, rondando.

-¡Ya vine!- sonrío al escuchar la voz infantil y llena de emoción del presagio, a quien nombraron Qi Xiaotian según lo que pudo escuchar y ahora, tiene el famoso apodo de MK por su fascinación por los monos, lo que es algo irónico en su opinión. Lo puede imaginar entrando por la puerta principal, tropezando en su apuro de quitarse los zapatos y adentrarse del todo, lleno de energía pura. -¡Nina!- también le da cierta risa ser llamado "Nina", lo que empezó como una mala pronunciación de su nombre, se quedo como una especie de apodo.

-Hey~- sonrío con cariño al verlo. En su mayoría, se queda en la habitación del niño, pero cuando este sale, a veces lo vigila de lejos y en ocasiones, se va para poner en orden ciertas cosas. Aunque nunca se va por mucho tiempo. -¿Te divertiste en la escuela?- la escuela sin duda era una gran fuente de aprendizaje y socialización, un lugar perfecto en su opinión para el pequeño presagio que crece cada día un poco más. Esta orgulloso de solo verlo.

-Fue divertido- sonrío, cerrando la puerta de momento, pero en vez de cambiarse su uniforme, se mueve para quitar la mochila de su espalda. -Te dibuje en clases hoy- deja su mochila de lado para sacar una hoja y mostrarla con orgullo. Sus dibujos son como los de todo niño, en su mayoría rayones de colores con formas vagas, pero Nine aun esta encantado.

-Se ve genial~- tarareo con suavidad y cariño. Puede ver dos figuras, la más pequeña con una clara melena castaña y vestido mayormente de rojo, mientras el otro esta hecho con diferentes tonos de verde, con ondulaciones en la cabeza en honor a sus serpientes. -¿Te gusta dibujar?-

-¡Me encanta!- se empieza a sacar la ropa que tiene puesta y Nine se mueve de su lugar, juntando el uniforme caído para colgarlo de manera ordenada mientras el menor se poner algo más cómodo. -Algún día, mis dibujos serán geniales y hare un super comic que todos amaran- lo dice con mucho orgullo y el demonio no pudo evitar sonreír. Era asombroso ser testigo de como aquella pizarra en blanco se iba llenando, el menor aprendiendo de gustos y disgustos, eligiendo por su propia cuenta que le gusta y lo que no. -Oye, Nina- llama, haciendo un gesto, y el mayor se inclina para sentarse en el suelo, cruzando las piernas, atento a lo que el niño pudiera decirle. -¿Eres mi amigo imaginario?- ladeo la cabeza, genuinamente curioso.

-No que yo sepa- bufo, algo divertido. Ya podía darse una idea de donde venia ese termino. -¿Por qué lo preguntas?-

-Pigsy dice que eres mi amigo imaginario...- se movió para subirse al regazo ajeno, un gesto que el demonio permitió con tranquilidad. -...pero no eres imaginario- extendió las manos para apretar las mejillas del demonio, como si se estuviera asegurando de sus propias palabras.

-No, no lo soy- MK no había parado de hablar de "Nina" con el demonio cerdo que lo adopto y el amigo de este, hasta había hablado con su amiga descendiente de dragones, pero nadie parecía creer su existencia. Los mayores lo tachaban como "amigo imaginario", creyendo con firmeza que era "Nina" solo era producto de una imaginación muy activa. No tenían idea de lo equivocados que estaban. -Soy totalmente real, pequeño presagio- acaricio su espalda, sonriendo con confianza. -Te lo aseguro- era casi gracioso como una verdad tan grande como la que decía MK terminaba siendo tachado como algo imaginativo o algo así de parte de los adultos.

-Lo sé- se acomodo en el regazo ajeno, pensativo de repente. -¿Algún día me contaras sobre eso del "presagio"?- alzo la vista para mirarlo con curiosidad inocente y Nine dejo escapar un suspiro de cansancio, pasando su mano por el cabello castaño. Siente tristeza al recordar que aquel pequeño ser fue obligado a morir por un mundo que nunca llego a conocer, muchísimas veces, pero espera poder hacer las cosas de manera diferente esta vez.

-Quizás en unos años- quiere esperar a que que MK sea capaz de comprender aunque sea la razón de su nacimiento, el destino que habían escrito a sus espaldas, y cual debía ser su final según la diosa que lo creo pero también quiere que entienda que el destino no lo es todo, que tiene derecho a elegir y permitir el mundo arder si es lo que quiere.

Algún día, le contara toda la historia y lo prepara para el futuro pero de momento, dejara que el niño tenga una cierta infancia.

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora