Sun Wukong: Black Myth

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Espero que les guste~

Nota: Me mire muchos videos sobre la explicación de este juego y debo decir que me encanto, así que aquí esta el épico crossover que muchos de seguro estuvieron esperando xD

Nota-2: Descubrí que, biológicamente hablando, parece ser que Red Son no es el hijo de DBK y que este, incluso tiene una segunda esposa. Leí comentarios sobre eso pero aun así, wow, me tomo por sorpresa O_o

Nota-3: Como un dato curioso y un enorme Spoiler del juego, el personaje con el que se juega se llama "El Predestinado" y técnicamente, no es realmente Wukong hasta...bueno, mucho más adelante en el juego 

MK se encuentra en lo alto de una montaña que no conoce, puede sentir la ligera presión a su alrededor por estar más arriba del suelo en pocas palabras, encogido gracias a sus poderes y ocultándose la rama de uno de los tantos arboles que decoran aquella cima en la que esta, curioso por lo que esta sucediendo en ese momento. Hay monos reunidos, monos grandes y pequeños, algunos parados sobre sus patas traseras como lo haría su maestro y otros que se trepaban a los arboles como animales comunes, unos pocos con con bastones en mano, escuchando la historia que aquel mono tan mayor que su pelaje es blanco esta contando, atentos a sus palabras. Hay  una piedra, de aspecto extraño que yace ahí en el medio de todo, el anciano recorriendo las deformidades con la mano mientras habla.

Esta contando una historia, algo que parece haber sucedido hace mucho tiempo atrás, del último enfrentamiento conocido del gran sabio de la montaña contra los soldados celestiales. Habla del gran ejercito que se presento para la batalla, con Erlang Shen al frente, listo y dispuesto para acabar con el dios que tantos problemas había causado. Sun Wukong dio pelea, se enfrento a él como siempre, pero el celestial hizo trampa. Activo la corona, que ya no debería haber funcionado luego de que Wukong completara su misión, pero que por alguna razón aun así funciono, logrando no solo estrellar al mono contra la cima de su propia montaña, si no también derrotarlo en ese instante.

-Así concluye la última historia de Sun Wukong, un héroe que valoraba la libertad por encima de todo- MK se acurruca un poco más en su lugar, sin poder creer del todo lo que estaba escuchando. Sun Wukong, el Monkey King de este mundo, había sido derrotado. Se sentía como una especie de mentira, una que dolía escuchar, incluso si realmente no era su maestro. -Si bien obtuvo la condición de Buda, las Leyes Celestiales le resultaban fatigosas, pues él anhelaba regresar y disfrutar de los pequeños placeres con nosotros- los observo, dándose cuenta con un sobresalto que ellos debían ser su gente, el grupo de monos que el dios se había esforzado por proteger para que tuvieran una larga y pacifica vida. -Esta piedra ha permanecido un sin fin de días en esta montaña- el anciano se mueve, acariciando los grandes y notables surcos que tiene aquella gran piedra- se voltea a ver a los demás monos, alejándose unos pocos pasos. -Desde joven, he oído decir que en interior yacen sus restos. Es la naturaleza de un mono de piedra-

-¿Esa es...la piedra de Monkey King?- se cubre la boca con las manos para amortiguar un jadeo, curioso.

-Y aunque su cuerpo se quebró, su espíritu aun perdura- lo dice con tanta seguridad que los monos a su alrededor se enderezan, asintiendo ante sus palabras casi. -En seis reliquias se dividió, las cuales escaparon, y por separado, se ocultaron- hace un pequeño gesto. -Son los seis sentidos del gran sabio, más nadie los ha visto desde hace siglos- y ahí es cuando uno de los espectadores, que había estado sentado y escuchando, se levanta. Esta vestido, a diferencia de la mayoría de los monos a su alrededor, con algo firme en su postura mientras avanza y seriedad en su expresión, luciendo decidido mientras golpea apenas el suelo con un extremo de su bastón. Hay un cierto aire familiar en el que llama la atención del intruso de otro mundo que los observa. -Yo ya soy viejo e imposible me resulta recorrer el mundo, aunque quizás uno de vosotros este predestinado...a recuperar todas las reliquias perdidas- el mono se acerca y el anciano contempla a su alrededor, más allá de la montaña, en la tierra donde las reliquias seguro están escondidas. -Y al traerlas de vuelta al monte, quizás se alce de nuevo- MK, por pura curiosidad, se asoma para ver el borde lo mejor posible y hace una mueca de espanto, medio abrazándose a la rama alta en la que esta, horrorizado.

Ese mundo es enorme, realmente enorme.

-¿Por qué soy tan pequeño?- sollozo dramáticamente para si mismo. -Cierto, me encogí- aunque sabe perfectamente que incluso estando en su tamaño original, todo a su alrededor aun se sentiría enorme. Se sentía como un juguete de repente.

-Suerte, predestinado...- se sobresalto ante la voz del anciano y volvió a prestar atención. -...y mucho éxito en su viaje- el mono vestido asintió, ligero y serio, antes de avanzar y lanzarse por el borde de la montaña sin ningun rastro de duda o miedo, ignorantes de como los ojos del menor se abrían con asombro.

-Oh, cielos- MK duda. No es su mundo, ni siquiera cerca, y aquella misión que ese ser al que llamaron predestinado ni siquiera es de su incumbencia, pero no quiere quedarse allí que por obra y gracia de alguna cosa santa vuelva a su hogar por si mismo. Este lugar es enorme y es hermoso, quiere explorar, pero también quiere seguir a aquel mono con el que siente una cierta familiaridad y ayudar en su misión si tiene la oportunidad, incluso si no lo incumbe. -Aquí voy- se para, y a pesar del ligero miedo que lo invade tanto por la gran altura como por el entorno desconocido, salta. Vuelve a su tamaño original en el aire y con un destello dorado, se transforma en un águila, abriendo las alas para poder volar y descender con un poco más de control. Seguirá al predestinado, a quien le tendrá que poner un apodo o preguntarle su nombre porque llamarlo así no suena nada bien.

Y decide seguirlo, ocultándose entre la naturaleza lo mejor posible y esperando no resaltar demasiado debido a su ropa muy colorida que no pega para nada con su entorno, observando con asombro. El mono es ágil y rápido, hay un obvio entrenamiento de muchos años allí, usando tantos las habilidades de su propia especie como las que de seguro aprendió a los largo del tiempo mientras se preparaba para aquella misión. Es realmente genial verlo y MK puede reconocer el estilo de pelea.

-Me encantaría tener un hechizo como ese- jadea con asombro ante el viejo que deja una marca dorada en la palma ajena que le permite congelar a su enemigos por unos segundos. Eso sería muy útil si es totalmente sincero...y también muy genial. -Tengo hambre- después de un rato, a pesar de realmente disfrutar de ver las peleas y movimientos geniales, no puede negar que se siente un poco ansioso. No esta muy acostumbrado a quedarse quieto o quedarse escondido por mucho tiempo, Pigsy siempre lo llamo niño inquieto, de esos que parecen tener hormigas en los pantalones o algo así. Además, tenía hambre.

Justo cuando estaba dispuesto a quizás buscar frutas para al menos calmar su estomago de momento, porque transformar su cabello en comida aun le parecía algo asqueroso y no podía evitarlo realmente, algo es lanzado y choca con fuerza contra el tronco del árbol en el que esta, haciendo que este tiemble y él pierda el equilibrio.

-¡Ah!- cae de espaldas al suelo, gimiendo con molestia y ligero dolor, sintiéndose avergonzado. Era un desastre, ni siquiera había escuchado que algo se acercara a su escondite o algo así, tenía que haber estado más atento a su entorno pero se distrajo. Seguro que Macaque se estaría riendo si estuviera allí. -Que mala suerte- se mueve para sentarse y alcanza a alzar la vista solo para que cuerpo entero se congele, sin su consentimiento por supuesto. No lo ve pero hay un ligero destello que bordea su cuerpo en señal de estar bajo un hechizo muy particular, aunque su atención completa esta en el ser que se acerca hasta pararse frente a él.

El predestinado lo observa, luciendo confundido pero curioso, con la mano levantada y esa marca en su palma brillando. MK se siente un poco avergonzado de pensar que no había sido para nada discreto y algo intimidado por el hecho de que ese mono es realmente alto.

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora