Sun Wukong: Black Myth #3

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Espero que les guste~

Nota: Al parecer, esa enorme figura que tanto Macaque como MK pueden hacer son llamados "Kaiju", que hace referencia a "bestias gigantes" por lo que pude encontrar. Así que lo voy a usar ^_^

Nota-2: Fuban es un enemigo opcional en el juego, que se encuentra en el área del desierto. Es una especie de escarabajo enorme, que parece haber estado asechando y matando a quienes habitan allí o algo así. Vi a algunos teniendo muchas dificultades al vencerlo y me llamo la atención su extraña apariencia, así que decidí usarlo para algo

Nota-3: No duden en decirme si quieren algo en especial sobre estos dos :3

Nota-4: Tengo pensado que MK podría encontrarse con Bajie, los demonios arañas y el mismo Red Son o bueno, Red Boy como lo llaman en el juego pero aun lo estoy analizando xD

MK estaba un poco sorprendido de lo rápido que su entorno podía cambiar. Del bosque al desierto abierto, un poco extraño pero eso no detiene a Tao, quien avanza con grandes pasos, atento a todo a su alrededor y con bastón en mano, dispuesto a defenderse de lo que sea que pudiera salir de la nada o algo así.

Aunque el desierto no es lo más extraño por allí.

-Eso es...- hay un ser de extremidades flacas que camina con total tranquilidad por ahí, con un instrumento entre sus manos que toca con agilidad, tocando una melodía que acompaña con una letra que parece improvisada. Es como si estuviera relatando la aventura del predestinado o algo así pero lo que más llamaba la atención era que no tenía cabeza. Literalmente. Parecía como si se la hubieran cortado, un corte limpio a simple vista, pero aun así, aquel ser era capaz de cantar y moverse sin tropezar con nada. -¿Cómo es que...?- tiene tantas preguntas pero hay dedos que rascan bajo su barbilla y se apoya en la ligera caricia, cerrando la boca, escuchando a medias la extraña canción que el otro canta. De paso, pide que alguien recupere su cabeza, eso no le sorprende.

A pesar de aquello, siguen su camino. Tao tiene fijo su meta, conseguir las reliquias del gran Sun Wukong pero, antes de meterse de lleno en una pelea, se detiene en seco y hace un gesto ligero.

-Esta bien, esta bien- MK capta la orden y se baja de sus hombres, aterrizando en la arena caliente con facilidad, sacudiéndose apenas y esponjando un poco su pelaje en el proceso. Alza la vista para encontrarse con la mirada seria del más grande, sintiendo que casi podía leer su mente a estas alturas. -Yo me quedare aquí- se movió con las manos en alto, lejos de la pelea y el enemigo que obviamente ya los tenía en la mira, cruzándose de piernas para sentarse en la arena sin mucho problema, deseando por unos segundos tener un cambio de ropa. -Seré bueno, lo prometo- agita la cola y llevas sus manos a su regazo, la imagen de la inocencia, Tao analizándolo por unos segundos antes de dejar escapar un suspiro y enderezar su postura, mandándole otras miradas, decidiéndose y corriendo hacia el enemigo que sostiene una cabeza extrañamente grande.

El sucesor suspira, haciendo un puchero, observando al otro pelear.

MK era bastante consiente de que el predestinado, ahora nombrado Tao para no tener que llamarlo con ese título, no confiaba completamente en él y si lo pensaba un poco mejor, tenía todo el sentido del mundo. Era un ser básicamente salido de la nada, que vestía colores brillantes y ropa muy lejos de la época, que podía parecer humano por momentos y luego como un mono, que para colmo de males lo había esta siguiendo durante horas como todo un maldito acosador. Además, teniendo en cuenta su pequeño tamaño y aparente parecido a un cachorro para el otro, no ayudaba, solo podía esperar que Tao realmente no pudiera sentir el gran poder en su interior que aun no había revelado. Así que si, MK no estaba exactamente sorprendido de sentir la mirada ajena encima suyo cada dos por tres, en una clara señal de que estaba siendo observado y vigilado pero no le ofendía, ni siquiera un poco. 

Tao tenía todo el derecho de ser algo desconfiado hacia él, quitando que de seguro pensaba que era un cachorro raro que había sido abandonado de seguro, aun era un extraño que se había metido en su gran misión. A pesar de eso, el castaño estaba siendo tratado exactamente como un niño, con una clara orden silenciosa de que se mantuviera alejado de las batallas y fuera de peligro, con el permiso de divagar todo lo que quisiera cuando no estuvieran en peligro.

Había una extraña sensación de impotencia que lo inundaba al no poder pelear y defender a quien ahora estaba llamando su amigo en su mente pero al mismo tiempo, un alivio de no tener que luchar. Era difícil de describir esa maraña de sentimientos que se mezclaban con la ligera ansiedad que lo invadía cuando Tao caía por un golpe fuerte, solo tranquilizándose cuando este se levantaba rapidamente y volvía a la pelea.

Pero todo llega a un limite con un enemigo en particular.

-¿Qué es esa cosa?- un demonio rata toco un gran tambor en lo alto de algo que se siente como un acantilado, el terreno cubierto de arena que tienen a la vista cuya superficie se remueve, en señal de que hay algo que se mueve ahí abajo hasta que sale y se muestra en toda su gloria. Parece una especie de escarabajo, con grandes cuernos y la cabeza de una estatua en su espalda según puede ver. Es enorme, horriblemente enorme. -¡Tao!- y aunque es lento, sus golpes son brutales, levantando arena en el proceso y obligando al mono moverse con agilidad para evitar ser aplastado o golpeado. Por un segundo, aquel escarabajo cae y no se mueve, como si el mono fuera el victorioso y se aprovecha de eso para subirse a su gran espalda por alguna razón pero MK puede notar la tensión en aquel demonio que había pedido ayuda, con el rostro serio, y tiene un mal presentimiento. -¡Cuidado!- justo cuando grita, el escarabajo se mueve y se levanta con una especie de rugido que resuena, lleno de ira, tirando al mono en el proceso y quien no tiene otra más que rodar por la arena, ágil para levantarse, preparado para seguir luchando.

Pero esa cosa luce furiosa, lanzándose de cabeza con toda la intención de golpear al otro con su gran cuerno y hundirlo en la arena.

-¡Oye!- logra tumbar al mono, quien en realidad parece tener un cierto problema para levantarse esta vez, y el castaño ya no lo soporta. Sus ojos se iluminan y se mueve a gran velocidad, con un destello dorado que hace que Tao lo mira con los ojos bien abierto, golpeando a aquel escarabajo lo suficientemente fuerte como para alejarlo de su amigo. El extraño ser se remueve, teniendo problemas para levantarse ahora, gruñendo y chillando como una especie de animal, lleno de ira a pesar de todo. -Deja en paz a mi amigo- su pelaje se eriza ante el aura dorada y llena de poder que lo rodea, obligándose a recordar las enseñanzas de Macaque a espaldas de su maestro. No había nada mejor que poner en practica lo que le habían enséñalo, ¿no es así? -¡Y metete con alguien de tu tamaño!- permite que el poder salga en oleadas.

Y muy pronto, en su lugar, esta el gran Kaiju que solo había usado por puro instinto en su pelea con Azure. Un mono dorado de poder puro, cuyo rugido resuena más que el de aquel insecto y sus colas se agitan, levantando un montón de arena en el proceso.

MK se sentirá un poco mal más tarde pero en ese instante, aplasta a aquella cosa con sus grandes manos y lo deja tirado en el suelo, atento por unos segundos. El escarabajo no se mueve, ni hace un sonido, su cuerpo pareciendo hundirse en la arena y amenazando con desaparecer, derrotado al parecer. Y eso es suficiente como para que la adrenalina bajea tan rápido como había subido y el poder volviera de golpe a su pequeño portado, quien siente una ola de cansancio, apenas sintiendo que esta cayendo por unos segundos antes de que haya brazos que lo rodeen y lo sostengan. Se queja un poco ante los sonidos que escucha, tarareando ante el rostro de Tao que pronto aparece en su campo de visión. Su boca se mueve un poco, haciendo sonidos llenos de pánico y preocupación, sacudiéndolo cuando quiere cerrar los ojos.

-Solo estoy cansado- Macaque le advirtió de eso, usar al Kaiju podría agotarlo mucho en sus primero usos, solo debía acostumbrarse y para ello, necesitaba tiempo. Aun así, la sensación fue genial, incluso si fue un poco abrumador estar rodeado de tanto poder. -Necesito...una siesta- bosteza, solo para quejarse y removerse cuando algo es bruscamente insertado en su boca, con un liquido que la inunda y se ve obligado a tragar. Sabe raro, un poco fuerte, pero elimina todo el cansancio repentino. -Eso sabe tan raro- hace una mueca, notando que el otro sostiene esa calabaza suya que parece tener más de un uso, este suspirando de alivio al verlo más despierto y se mueve para colocar aquello en su lugar.

MK es alzado, sostenido cual niño a la altura de Tao, quien lo mira con seriedad y preocupación, y a pesar de que este realmente no habla, el castaño puede imaginar las mil y un preguntas que están rondando por su cabeza ante lo que acaba de ver. Por el momento, sonríe con nerviosismo y sacude la cola con ansiedad, sin saber exactamente como explicarse. Al menos, con eso, a logrado demostrar que en realidad puede defenderse y ayudar, ¿no?

~Monkie Kid~ 7️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora