~Monkie Kid~ 7️⃣

Plan Fallido #2

Espero que les guste~

Nine-Headed Demon maldigo su suerte en todos los idiomas que se sabía y usando una serie de palabras que, según los más educados, estaban prohibidas pero poco le importa. Había planeado sus acciones con mucho tiempo de anticipación, intentando pulir hasta el último detalle para asegurarse de que todo pudiera salir tal y como quería para que el resultado final fuera el que buscaba. Liberar al presagio del caos antes de tiempo era parte de su plan, permitirle tener una vida para poder salir un poco de esa monotonía que se había desarrollado por tanta repetición en cada ciclo, y luego, manipular ciertas situaciones cuando decidiera que era tiempo para poder adelantar muchas cosas. Solo quería completar su plan, lograr la libertad y alcanzar el caos puro una vez más, como lo había hecho hace tantos siglos atrás que había perdido la cuenta.

Y de alguna manera, su plan se fue por el caño.

Debería golpearse en al cara, fue su culpa que las cosas salieran mal, había subestimado el poder del presagio y su habilidad en su despertar, incluso cuando estaba saliendo de su piedra unas cuantas décadas antes, no había contado con su gran cantidad de fuerza y poder, mucho menos había pensado en su capacidad de replicar sellos. Fue un tonto y ahora, estaba pagando las consecuencias.

-¿Bicho?- el presagio lo miro lleno de curiosidad infantil, con los ojos brillante en esperado de una respuesta, mientras le mostraba con cierto orgullo lo que había logrado atrapar. Un ser verde, cuyas extremidades inferiores colgaban debido a su posición, inflando lo mejor que podía su pecho para dejar escapar un sonido que hizo al mono sonreír.

-Un anfibio, en realidad- siente algo feo que se retuerce en su pecho, sabiendo que es vergüenza mezclado con frustración pero mantiene la calma de momento. Esta encadenado, sin posibilidad de llegar siquiera a sus poderes, y lo que menos quiere es hacer enojar al mono con grandes poderes. Además, ser una especie de maestro se siente...extrañamente bueno, por alguna razón que no entiende. -Es una rana, come moscas e insectos- es más especifico ante la mirada fija y casi como una prueba de sus palabras, una mosca vuela cerca de ellos, la boca de la rana abriéndose para que su lengua saliera disparada y atrapara a la mosca para comérsela.

-Genial~- sus ojos se iluminan y lo deja en el suelo con manos gentiles, luciendo encantado mientras el anfibio aprovechaba su libertad y se alejaba entre saltos. Nine no puede evitar sentirse un poco impresionado por como el presagio aprende con rapidez y como el hecho de estar despierto ya hace unos cuantos días hace una gran diferencia. Su expresión, usualmente en blanco y como la de un ser que no pensaba por su propia cuenta, ahora es como la de un niño pequeño si lo compara con la de los humanos, lleno de curiosidad y encanto por el mundo que lo rodea. Es capaz de entender si le explicas las cosas de manera clara y directa, un ser pensante que guarda toda la información que puede y solo curiosea aun más para poder seguir aprendiendo.

Llama mucho su atención como aquel ser destinado a su muerte no mucho después de despertar puede llegar a tener personalidad propia y hay una voz, en el fondo de su mente, que esta casi emocionada de ver como podía resultar las cosas.

-¡Nine!- levanta algo más, con orgullo como siempre, y el demonio parpadea ante el ser de largo cuerpo, sin extremidades, escamoso y algo delgado que se retuerce entre las manos ajenas.

-Es una serpiente- bufo, sin poder evitar sentir una cierta diversión. Entiende a que viene la comparación, su aspecto es mayormente a la de un reptil, con la piel escamosa y de un tono verde claro, con cabezas de serpiente por cabello. El presagio luce confundido por un segundo, mirando al reptil y luego al demonio, haciendo un ligero gesto hacia su falta de extremidades, su cola agitándose con cierta brusquedad. -Es un reptil común y corriente, se arrastran por el suelo y no necesitan las extremidades para existir- un espécimen realmente interesante creados por la diosa Nüwa, uno de sus favoritos siendo completamente imparcial. -Yo, soy un demonio, por eso mi aspecto y yo si necesito de estas, me gustan- hace un gesto con las manos, el mono haciendo un pequeño sonido de entendimiento, sus manos cuidadosas mientras toca el largo cuerpo de la serpiente y parece interesarse en las escamas. -¿Cuál de los dos te gusta más?- no puede resistir la tentación de preguntar. Algunos podrían decir que hacerlo elegir y decidir puede parecer innecesario, en especial con lo seguido que él lo hace, pero tiene sus razones. Le gusta ver su expresión de desconcierto, que se suaviza cuando empieza a pensar y quizás repasar todo lo que sabe hasta el momento, con un destello dorado llegando a sus ojos cuando parecía tomar la decisión y la exclamaba con total seguridad. Esta maravillado por el rápido progreso que el pequeño con apariencia de mono muestra con cada hora que pasa.

Pero esta vez, para su absoluta sorpresa, no se detiene a pensar mucho.

-¡Nine!- suelta la serpiente, la cual no duda en arrastrarse lo más rápido que puede para alejarse y volver a esconderse entre el ambiente verde, para alzar los brazos en su dirección. No dudo, como si aquello fuera una decisión ya tomada desde el principio, con una gran sonrisa que muestra sus colmillos y luciendo super feliz mientras el demonio solo puede quedarse allí por unos segundos, atónito.

-Oh...- y de repente, hay una sensación cálida que crece en su pecho, opacando todo lo demás. Es extraño ser la opción de alguien, una sensación que solo crece al darse cuenta de que cree que es la primera vez que es elegido, y no puede luchar del todo contra la satisfacción que lo inunda. Es raro, aunque de una buena manera. El presagio emite un ruido, entre frustrado e insistente, haciendo un gesto con las manos en una especie de orden silenciosa que de alguna manera, aumenta la confusión del demonio pero aun así, él obedece por alguna razón. Si inclina, dejando que el pequeño pero fuerte ser rodeara su cuello con sus brazos y después de un segundo de duda, sus manos son torpes cuando lo sostiene contra su pecho. Puede escucharlo soltar sonidos de satisfacción, con algo que cree que puede ser un ronroneo fuerte u vibrante, el presagio hundiendo su rostro en el hombro del demonio que no parece poder salir de su asombro pero mientras él lo abraza, su agarre un poco más confiado, observando la cola que se enrolla en su brazo, siente algo diferente. Su plan se fue por el caño y cree que su intención de mantenerse frío o distante también esta fracasando. Siente una chispa de cariño por el presagio que esta seguro que solo crecerá con el tiempo.

Ah, bueno, al diablo con los planes. Ya vera que van a hacer.