1. Stern

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Dicen que las mejores historias inician con una inesperada sorpresa. Quackity adoraba las historias, amaba conocer cada aspecto de ellas, como si viviera en otra realidad, soñando que algún día dichas historias fueran protagonizadas por él mismo, al menos eso fue cuando era solo un niño.

Nunca le gustaron las historias de amor, odiaba el concepto de tener que ser feliz teniendo a un alfa, él siendo omega era lo suficiente capaz de arreglarse por sí mismo. Su padre el Señor Stern le había enseñado eso, no podías confiar en un alfa, más siendo un omega.

Su familia de por si era extraña, todos conocían que el matrimonio de los Stern no era tan maravilloso, tenían dos hijos en total. Auron el mayor y Alexis el menor. Ambos eran omegas y muy diferentes entre sí.

Mientras Auron era la definición de omega, Alexis era todo lo contrario, un omega no debía contradecir a un alfa, Alexis siempre inicia un debate. Un omega debía ser cálido y gentil, Alexis era descrito como arisco y agrio. Los omegas tenían un olor suave ya se con toques flores o dulces, Alexis nació teniendo un extraño aroma a flor de cempasúchil.

Para la madre del chico fue una vergüenza, tal vez por esa razón es que nadie le sorprendió que el matrimonio de los fracasará. Todo inició debido a una mala inversión del padre, terminando así en casi bancarrota. Alexis era demasiado joven, no recordaba en verdad tener lujos, a diferencia de su hermano.

Su madre harta de tener que aguantar a un alfa tan soñador, tomó a su hijo perfecto volviendo con sus padres. Alexis y su padre se quedaron ellos solos con lo poco que tenían, pero gracias a eso el chico aprendió que la vida no era sencilla, si querías algo debes esforzarte.

Su padre le había educado así, lejos de todas las creencias de ser un buen omega, tal vez fue eso lo que hizo que a raíz de la muerte de su padre el chico fuera un problema para sus abuelos, los cuales constantemente le reprendían junto a su madre.

Mayor fue su molestia cuando el chico los engaño entrando a una carrera que solo era de alfas. Todos pensaban que solo era un caprichoso, una etapa su rebelde forma de ser, pensando que recapacitara una vez que viera que no era bienvenido entre los alfa, cosa que sucedió, pero lejos de incomodar o hacer sentir mal al chico, lo tomó como un reto.

Fue difícil al inicio, pero logró posicionarse como el mejor de su clase a pesar de ser un omega, sus profesores estaban impresionados, claro que había algunos que intentaban abusar de su poder, pero había otros más que se encontraban maravillados por el ingenio del joven.

Alexis había hecho un voto que nunca confiaría en un alfa, como tampoco iba a ser lo que la sociedad había dictado para él. Haría lo que quisiera siendo un omega. Por eso mismo es que cuando tuvo tiempo se independizó a pesar de los gritos de su abuelo llamándolo un omega cualquiera y una decepción como su padre.

Pero gracias a esa decepción de alfa como lo llamaban sus abuelos, es que él había podido superarse en la vida y no ser como Auron, quien había dejado que sus abuelos y su madre decidiera por él, recordando que era lo correcto.

🦆

–Mamá está preocupada por ti, Alexis. Claro que yo también.

El nombrado suspiro, continuó con sus actividades acomodando aquellos libros que los clientes desacomodaron mientras era seguido por su hermano mayor.

Se había presentado hace unos minutos alegando que debían hablar un tema serio, pero el tiempo no podía perderlo, estaba en plena jornada laboral.

–Auron, ya te dije que no me interesa.

–Puede que a ti no, pero a Mamá y a mi si. Es por tu futuro, ¿o acaso piensas graduarte, y seguir trabajando en esta librería?

–No Auron, me graduaré en un año y ejerceré como abogado.

Oh Mr CórdobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora