10. Lazos

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Notas: >:[ Oye si ni has leído el capítulo nuevo de Hades y Perséfone mejor ve a leerlo y vuelve cuando lo termines. Es un amable consejo que te doy :] a veces los temas difíciles, necesitan un final cálido y dulce como el capítulo de hoy. Solo sigo, es un consejo.

Varias cosas habían cambiado aquellas semanas en la vida de Quackity, desde comenzar a ser respetado por sus propios compañeros, sin recibir un comentario ofensivo con doble sentido, incluso aquellos profesores que lo veían menos, comenzaron a tratarlo con respeto aun mostrando su molestia. Incluso tener a Roier ya en su círculo de amigos, era ya costumbre para todos.

Los rumores corrían rápido y entre ellos estaba sobre aquel diamante de la temporada ya tenía dueño y no era de extrañarse que fuera el heredero de la familia Córdoba, claro que no todo era bueno. Su madre se presentó exigiendo que debía ceder con aquel cortijo y dejar a su pobre hermano obtener lo que quisiera, alegando que si Auron no encontraba un mejor alfa que el suyo, tendría que recurrir al programa.

Aquello hizo reír al chico, que no podía creer lo enfermos que eran su madre y su hermano, con su mejor cara simplemente rechazó las opciones de su madre, afirmando que había cumplido con su petición. Había encontrado a un buen alfa para él, como entre las condiciones no decía nada sobre que aquel alfa debía ser dado a su hermano. La mujer se volvió loca comenzando a decirle que no tendría ningún dote por parte de su abuelo. Cosa que tenía menos preocupado al chico.

Mientras su poca relación familiar se rompió por culpa de su egoísta hermano, el vínculo que estaba formando con los niños iba mejorando, tal y como lo prometido. Cada tiempo que tenía libre y con aquel chofer que le había dado Luzu. Fit era un alfa sumamente confiable, desde que lo conoció, Quackity sintió confianza por aquel hombre.

Se notaba que no solo era un chófer y conociendo a aquel excéntrico alfa, lo más seguro es que hiciera pasar a un guardaespaldas como chófer. Pero le agradaba que fuera fit, incluso recordó como unos alfas desubicados habían intentado llevárselo debido a los recientes rumores sobre su relación con el castaño, cosa que no permitió fit, al aparecer y darles un escarmiento.

Cada vez que iba a la residencia de los Córdobas era recibido por Tilin, quien no se quería despegar de su lado, luciendo como un patito bebé siguiendo a su madre. Esto ayudó a Quackity la aceptación de la pequeña era sinónimo de que algo bueno había hecho, por eso mismo es que siempre le daba ejercicios para su desarrollo propio, guiados por varias consultas en su trabajo.

Las lecciones con Leonarda eran buenas, al inicio la chica lucía temerosa de cometer errores, recordando lo perfeccionista que era, pero el chico le había dado enseñado que los errores servían para aprender a ser mejor. Aquel día era sumamente especial, ya que Chayanne cumplía sus 16 años, había pasado aproximadamente un mes desde que había conocido a los Cordoba. Luzu le pidió asistir a una pequeña fiesta se haria con motivo a la revelación de la casta de su hijo, todo era por formalidad, ya que la verdadera fiesta sería solamente con sus más cercanos.

Al llegar a aquel lugar se quedó conmocionado por notar aquel elegante lugar, era una mansión, la residencia principal de la familia Córdoba, nada que ver con la elegante y espaciosa casa en la que vivían Luzu y sus hijos, desde le primer momento Tilin y Richas se apegaron a él, sabía que era signo de los cachorros en sentirse atacados buscar protección del omega de la familia. Ciertamente aquella calidez le hacía sentir extraño.

–¿Qué hace él aquí?

Exige saber Chayanne, mirando mal a su papá, el hombre suspiró. Notando como Stern fruncía su ceño, hace días ambos habían tenido una pelea, ya que el adolencente seguía sin aceptar a aquel omega. La relación de Chayanne con Quackity era mala, siempre que podían peleaban, incluso con Bobby era mucho más tranquila, el chico sacó a relucir su carácter, mostrando porque no era igual de perfecto que los otros omegas, regañando a aquellos niños sin temor.

Oh Mr CórdobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora