28. Fin del trato

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–Hola mi querido Luzu, finalmente he vuelto para ser la omega correcta para ti.

Todos esperaban una reacción explosiva como era característica del heredero, al menos eso era lo que esperaba su padre. Pero Córdoba miró fijamente a aquella mujer, serio.

–Roier –este salió de su asombro, mirando a su primo– Lleva a los niños a casa con Quackity.

–Claro, vamos.

El chico se quedo ahí, recibiendo la mirada del mayor.

–Alexis, ve con Roier.

Había tanto que quería decir, tantas dudas que debía preguntar, más aún ver a aquella mujer que le dedicó una sonrisa a él, con aquel brillo extraño en sus ojos, pero simplemente se apartó. Una vez solo, Luzu miró a su padre molesto.

–Luzu –aquella mujer intentó acercarse, pero el hombre se alejó de ella retrocediendo.

–¿Puedo saber qué es lo que planeas ahora? Sé que no te agradaba Alexis, como tampoco estabas de acuerdo con mi decisión, pero fuiste tu quien me orillo a buscar a alguien con quien casarme.

–Si es verdad, deje que tus ridículos intentos por proteger a esos niños continuarán. Pero en verdad fue una decepción, cuando de todos las posibles omegas, decidiste quedarte con él peor. Stern no es de fiar, él...

–Él es mi esposo y te pido que le tengas respeto, porque es el omega de los Córdoba.

–No lo es, Alanary es tu prometida, ella...

–Ella se fue y rompió nuestro compromiso.

–Luzu lamento tanto lo que sucedió, estoy arrepentida por eso todo este tiempo he estado preparándome para poder ser la omega que tu...

–No Lana, yo no ocupo de ti. Tomaste tu decisión ese día y yo tomé la mía hace un año, cuando conocí a Alexis.

El hombre soltó una risa llamando su atención.

–Por favor Luzu deja de niñerias de una vez, tu no eres homosexual hijo.

–Es claro que no –comento frío.

–Lo ves, entonces...

–Pero me gusta Alexis, es él único hombre omega que ha llamado mi atención y –miró a la mujer– No sale corriendo al primer intento, es valiente y decidido, además de amar a mis hijos como si fueran suyos.

–Esos son mis hijos –reclamó la mujer.

–Perdiste la oportunidad cuando quisiste romper el lazo que apenas se estaba formando, ¿acaso no sentiste remordimiento al saber que eso afectaría más a Chayanne y a Tilly siendo los más delicados?

–Por supuesto que sí por eso, yo...

–Basta Alanary –alzó su voz llamándola por aquel nombre completo– No quiero más de tu excusas, solo olvídate de esto. Yo ya no te quiero, tengo un cariño por ti por nuestra amistad de infancia, pero no el mismo cariño de antes, lo nuestro se acabó ese día.

–Es una lástima que así tengan que ser así las cosas –habló su padre, mientras un mayordomo le extendía unos documentos a Córdoba, quien los tomó leyendolos.

–¿Qué es todo esto?

–Son los secretos oscuros de tu amado omega y su familia, además del trato que tenias con él. ¿Acaso me crees tan tonto como para no darme cuenta de lo que intentabas? Buen trabajo Luzu acepto que te quedes a los niños, pero ese omega se debe de ir, por eso amenace a tu abogado y tramite el divorcio, felicidades ahora estás oficialmente comprometido con Alanary tal y como siempre debió ser.

Oh Mr CórdobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora