Capítulo 2

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Abrí los ojos asustado, mi corazón latía con fuerza y el sudor empapaba mi frente

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Abrí los ojos asustado, mi corazón latía con fuerza y el sudor empapaba mi frente. Había tenido otra pesadilla, una que parecía repetirse cada vez que cerraba los ojos. Miré a mi alrededor y no encontré nada más que oscuridad y una profunda soledad. Mi choza estaba en silencio, el fuego ya se había apagado y la noche envolvía todo.

¿Así serían todas las noches? ¿Soñar con un beta que tocaba mi cuerpo mientras yo le gritaba que parara? Los sueños sentia cada día más reales.

Me senté en la cama y me sequé el sudor de la frente, después me quité el pelaje de oso que me cubría. Mi estómago gruño por el hambre, pero solo lo ignore.

Me levanté y caminé hacia la entrada, sintiendo un leve dolor en los pies por haber pataleado con todas mis fuerzas para que Tod me soltará. Miré las marcas moradas en mis muñecas y esperaba que fueran las únicas visibles para mí.

Sali de la choza, mi omega interior gritaba por consuelo y protección, aunque me molestaba, solo pensé en ir con Cáncer. Ofiuco y Cetus no estaban en la aldea, de hecho casi nadie de la unión se encontraba aquí, todos tenían misiones afuera, por eso no vendrían en un largo tiempo.

Caminé con paso lento y silencioso, tratando de no despertar a nadie en mi camino. Mi cuerpo pequeño me hacía más ligero, por lo cual el ruido de las hojas o las ramas pasaban desapercibidas.

Las chozas que estaban cerca de la mía, eran las de Virgo, Sagitario, Leo, Ofiuco y Cáncer, las demás ya eran de personas de la aldea que separaban a los demás de nosotros.

Cuando llegué a la entrada de la choza de Cáncer, dudé por un momento antes de levantar la mano y golpear la puerta. No quería molestarle, sabía muy bien que se estaba recuperando de su enfermedad. Pero mi necesidad era egoísta, por eso esperé hasta que abriera la puerta. Cuando está se abrió lentamente y apareció Cáncer en mi visión, me arrepentí totalmente de mi desicion, sentí vergüenza por ser un Omega,

-Aries, ¿qué ocurre? -Preguntó en voz baja y preocupada, note las ojeras bajo sus ojos, seguramente estaba cansado-. ¿Por qué estás aquí?.

-Lo siento, Cáncer -Dije con mi voz temblando ligeramente, agache la cabeza no quería que viera el miedo que tenia al pensar en ser rechazado-. No quería despertarte, pero... Tuve otra pesadilla.

No era para nadie un secreto que sufría de pesadillas, incluso mucho antes del incidente con Tod. Muchas veces soñaba con mi madre, sus palabras al decirme que me odiaba, que no quería vivir más a mi lado. Otras veces soñaba con los de mi unión o los de la aldea, diciéndome que era un omega salvaje y que moriría solo por ser tan rebelde y grosero. Después soñaba con mi abuela diciendo que mi padre había muerto por mi culpa. Y ahora con Tod, sus manos en mi cuerpo y su sangre en mi cara.

Cáncer me miró por un momento, alce la cabeza y fue en ese momento que me sonrió, yo apreté los labios nervioso y él entro a la choza dejando la puerta abierta para que pasara. Me condujo a un rincón donde estaba la chimenea. Me senté, sintiendo el calor envolverme.

DAMIED: AriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora