Le di la respuesta más rápida que pude a Leo, diciéndole que lo intentaría, pero en el fondo, sabía que no era cierto. Sabía que jamás me acercaría a Escorpio, al menos no por voluntad propia. Solo pensarlo me hacía sentir incómodo. La verdad era que no tenía las agallas para conversar con él, tarde o temprano surgiría el tema, y no me gustaba esa idea.
Pasaron unos días en los que me sumí en la rutina, pensando que mi respuesta había cerrado ese tema al menos por un tiempo. Sin embargo, el universo tenía otros planes. Una tarde, mientras estaba en mi choza, Cáncer entró con una expresión inusualmente seria. Sentí un escalofrío al ver su rostro. Rara vez se mostraba tan tenso, y me preparé mentalmente para una mala noticia.
—Aries, necesitamos reunirnos —me dijo sin rodeos, su tono formal, casi frío.
Lo miré, extrañado y con una mezcla de confusión y preocupación. No entendía qué podría ser tan importante como para que me hablara así, pero entonces añadió:
« Escorpio... ha matado a alguien de la tribu.
Esas palabras hicieron que mi mente se nublara, y por un instante me quedé sin aire, intentando procesar lo que acababa de escuchar. Escorpio, el mismo Escorpio que había evitado, ahora se encontraba en una situación mucho más grave de lo que jamás podría haber imaginado. La aldea se reuniría en el círculo, y él sería juzgado al frente de todos.
Mierda, no sabía que seguían juzgando a las personas de esa misma manera, tal parece que siguen sosteniendo las mismas tradiciones de siempre.
Al poco tiempo ya estábamos allí, y frente a todos, en el centro del círculo, estaba Escorpio. A pesar de la gravedad de la situación, su expresión era una mezcla de desafío y resignación, como si esperara y aceptara el destino que le aguardaba. Parecía imperturbable ante la multitud, pero yo podía percibir una tristeza y una rabia ocultas en sus ojos, emociones que me hicieron recordar la última vez que los dos estábamos allí parados.
Mientras me quedaba en el borde del círculo, observándolo desde la distancia, no pude evitar sentir una punzada de culpa. Quizá Leo tenía razón: tal vez mi rechazo hacia Escorpio había contribuido de alguna forma a su cambio.
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DAMIED: Aries
FanfictionAries era conocido en su tribu como un Omega que rompía siempre las reglas. Su actitud rebelde y determinada lo hacía una persona admirable, aunque algunos le consideraban problemático. No seguía los caminos establecidos, desafiaba las normas y viví...