Es difícil de entender cómo todos pueden ser tan crueles, y cómo todos pueden caer por el simple hecho de no querer sucumbir a esa crueldad.
Siete años. Siete malditos años.
Una aldea nos recogió, aquella que era el puto zodiaco chino, y la mía sucumbió. Cuando me fui después de ver la aldea destrozada, no supe nada más de los míos. Tenía la creencia de que seguían vivos; no podían morir tan fácilmente. Si Cáncer y yo, siendo omegas, sobrevivimos, algo me decía que ellos también estaban en alguna parte y que debíamos buscarlos.
Pero, ¿Por qué arriesgar todo por una corazonada? Sí, era impulsivo, pero eso no me hacía estúpido. No podía renunciar a la paz que conseguí por algo tan patético como una corazonada.
Si realmente estaban vivos, que vinieran por nosotros. Si estuvieran vivos, creo que ya nos habrían encontrado después de siete años, si yo no les importaba, estaba seguro de que por Cáncer voltearian cielo y tierra.
No podía negar jamás el hecho de que cada noche me perdía en mis pensamientos y a veces terminaba llorando porque mi Omega los extrañaba. Pensar que realmente no vería sus rostros, o que no los vería crecer jamás a mi lado, que no pude hablar con todos y no pude saber siquiera sus comidas favoritas, me llenaba de una profunda tristeza.
Cuando llegamos a este lugar, Cáncer de inmediato recayó en una profunda depresión. Se refugió en su omega interior y apenas hace dos años logró salir de sus instintos animales. Cuando volvió a ser él mismo, no supo en dónde estaba y le tuve que explicar todo de nuevo.
Recuerdo la primera vez que vio a los aldeanos del zodiaco chino. Su mirada estaba perdida y sus ojos, vacíos. Tuvo que aprender a confiar nuevamente, algo que le costó demasiado. Volví a dormir con el en las noches, se aferraba a mi diciendo que no lo dejara solo, que no le abandonace como lo hicieron los demás, yo lloraba en su cuello fingiendo ser su pilar.
Ahora que lo pienso, se acerca el momento en que Cáncer entra en celo. Siempre es un desafío satisfacerlo durante esos períodos. La última vez fue complicado porque su celo se prolongó durante cinco días, y siempre es irregular, nunca sabemos cuándo va a ocurrir. Preferiría que esta vez se demorara un poco más, necesitaba energía para ese tipo de cosas, es feo sentir cosas tan intensas, pero me sentiría mal al decirle que no, es mi deber como esposo, el tambien cumple su parte cuando entro en el mío, solo me genera agotamiento que dure más de tres días, esa es mi única queja.
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DAMIED: Aries
FanfictionAries era conocido en su tribu como un Omega que rompía siempre las reglas. Su actitud rebelde y determinada lo hacía una persona admirable, aunque algunos le consideraban problemático. No seguía los caminos establecidos, desafiaba las normas y viví...