Aries era conocido en su tribu como un Omega que rompía siempre las reglas. Su actitud rebelde y determinada lo hacía una persona admirable, aunque algunos le consideraban problemático. No seguía los caminos establecidos, desafiaba las normas y viví...
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Los de la unión china permitieron que Leo y Sagitario entraran en la aldea. Mientras los veía cruzar la entrada, sentía que todo era un sueño, como si mi mente no pudiera procesar la realidad de tenerlos de nuevo a mi lado. Los demás miembros de la unión, entendiendo la gravedad del momento, nos dieron espacio y tiempo para estar a solas con ellos, para hablar y aclarar tantas cosas que habían quedado sin decir durante todo este tiempo.
Nos sentamos en un círculo pequeño, en un rincón tranquilo de la aldea. Sagitario, con su semblante sereno, tomó una manzana que Cáncer le había ofrecido y comenzó a explicar lo que había sucedido.
-Los demás están esperando ocultos en el bosque, no todos. Los Alfas se quedaron en la aldea, no les contamos nada. Ellos no se arriesgarían tanto, ya que están convencidos de que ustedes están muertos -Dijo Sagitario mientras mordía la manzana-. Si todo salía mal, estabamos preparados para entrar en acción. Incluso teníamos una señal acordada para actuar en caso de emergencia, tal vez fue algo impulsivo y poco planeado, pero debíamos de ser rápidos para no despertar sospechas en los Alfas.
Lo mire por un momento, sin duda lo que hicieron era peligroso, ¿Y si no hubiéramos sido nosotros los que hubieran encontrado?, ¿Y si la unión los hubiera matado? Suspiré un tanto resignado por su comportamiento, al parecer no habían aprendido nada sobre estrategias.
-¿Cómo sobrevivieron? -La voz de Cáncer salió temblorosa-. Me refiero a todo, a cómo vivieron después de esa guerra, cómo nos encontraron y cómo han estado.
Sagitario se quedó en silencio mientras desviaba la mirada, no entendí mucho su comportamiento, y Leo pareció intentar recordar algo, para después empezar a hablar.
-Pues, la verdad es que después de derrotar a la otra unión, nos quedamos un tiempo allí, observando que ya no hubieran amenazas, de hecho fueron los líderes los que querían que no dejaramos a nadie con vida -Comenzó hablando como si ya casi no se acordará-. Pero cuando regresamos, nuestra aldea ya estaba destruida. Nos dimos cuenta de que ellos habían enviado un grupo para asegurarse de que no quedara nadie con vida en nuestra aldea, nunca pensamos que harían un movimiento así.
»Pensamos que ustedes habían sido asesinados, ya que no los encontramos -Continuó Leo, su voz comenzó a ser más baja y casi susurrada-. Fue... doloroso. Así que decidimos reconstruir la aldea en un territorio diferente y oculto para evitar otra guerra. El territorio de la anterior unión también nos pertenece. Cabe aclarar que los Alfas se volvieron más sobreprotectores. Ofiuco y Cetus... ellos cambiaron. Se volvieron distantes, más salvajes. Incluso tuvimos que crear una especie de jaula lejos de la aldea para evitar que lastimaran a los aldeanos.
Creo que mi preocupación era evidente en mi rostro, porque Sagitario, notando mi inquietud, intervino rápidamente.
-Pero creo que ya estarán bien, después de todo ustedes están vivos -Dijo con una sonrisa nerviosa, tratando de tranquilizarme. Sus ojos se encontraron con los de Cáncer por un momento, como buscando confirmación-. Algo similar ocurrió con Tauro, pero él simplemente se recluyó en su choza, bebiendo té para calmarse.
