Sentí algo húmedo en mi frente; era un paño con agua, acompañado de unas caricias suaves en mi cabello. Voces me llamaban, sonaban preocupadas pero gentiles.
-Aries, despierta, necesitas comer -La voz familiar de Cygnus fue lo primero que percibí al abrir un poco los ojos. El calor abrumador aún no se iba de mi cuerpo-. Ya, ahí estás, qué bueno.
Lo miré confundido, mi mente aún estaba perdida en un mar de sensaciones desconocidas. A mi vista se asomó Piscis, quien parecía algo nervioso.
-Estábamos preocupados al ver que no volviste a hacer tu labor. Es algo inusual viniendo de ti, así que vinimos a ver cómo estabas -Explicó mientras movía sus manos nerviosas. Su apariencia delicada pero un poco madura me recordó que era un año mayor que yo-. Resulta que solo tenías tu primer celo, eso es un alivio.
Mi mente tardó en procesar sus palabras. Primer celo. La frase resonó en mi cabeza, trayendo consigo alivio. Ahora entendía por qué mi cuerpo había reaccionado de esa manera, pero aún no sabía cómo manejarlo.
-¿Primer celo? -Murmuré, mi voz era apenas un susurro-. No sabía que se sentiría así.
Libra asintió, sus ojos reflejaban comprensión, lo ví moverse hacia la cama y se sento a mis pies.
-Es normal sentirse abrumado la primera vez. El cuerpo cambia y responde de maneras nuevas. Pero no estás solo en esto, Aries. Te cuidaremos.
-¿Cuánto tiempo dura? -Pregunté, tratando de mantener la calma.
Piscis me miró con amabilidad, aunque su nerviosismo era palpable.
-Varía de persona a persona, pero normalmente dura unos tres días cada mes. Durante ese tiempo, es importante que te cuides y te mantengas hidratado. Y, si te sientes abrumado, no dudes en llamarnos.
-Gracias por venir, les debo una -Dije, mi voz era un susurro, sin fuerzas y cansada, pero salió firme porque era una promesa-. Realmente lo aprecio.
Libra sonrió y me ofreció un vaso de agua que estaba en alguna mesa de mi habitación.
-Para eso estamos, Aries. Ahora, bebe esto y descansa. Necesitas recuperar fuerzas.
Me senté con dificultad, Cygnus me ayudo cuando mis manos fallaron, tomé el vaso y bebí mirándolos un tanto confundido, sintiendo cómo el agua fresca aliviaba un poco el calor en mi cuerpo. Me recosté nuevamente, cerrando los ojos y permitiéndome relajarme un poco.
Mientras descansaba, escuché a Piscis hablar en voz baja con Libra.
-¿Crees que deberíamos avisar a Cetus y Ofiuco? -Su tono era de preocupación-. Noté que son cercanos y que Aries a veces duerme con ellos. Puede que estén preocupados al notar que no fue esta noche a su madriguera.
-Ellos también querrán saber lo que está pasando, creo que lo mejor es decirles -Dijo, y luego me miró con una sonrisa-. Aries, vamos a avisarles a Cetus y a Ofiuco sobre tu situación actual. Después volveremos, no te duermas. También traeremos comida.
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DAMIED: Aries
Hayran KurguAries era conocido en su tribu como un Omega que rompía siempre las reglas. Su actitud rebelde y determinada lo hacía una persona admirable, aunque algunos le consideraban problemático. No seguía los caminos establecidos, desafiaba las normas y viví...