Capítulo 26

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Ha pasado exactamente una semana y ya llego Will, estoy emocionada, porque solo tendré dos días para saber si me quiere... Tengo miedo, pero es normal tener miedo ¿No?

Caminé al cuarto de Will, un poco dudosa, me habían dicho que llego en la madrugada, tal vez estaba durmiendo. Cuando me iba a retirar él abrió la puerta.

—Ellie....

—Will...

Corrí a sus brazos y lo abracé con todas mis fuerzas, no podía creer que solo había pasado una semana, pero lo había extrañado como sino lo hubiera visto como en un año. Olía de nuevo su olor, era tan peculiar, pero además de eso tan masculino. Esto definitivamente era mejor que oler libros.

"ELLIE BASTA DEJA DE OLOR SU CABELLO."

"PERO..."

"PERO NADA, DEJA DE HACERLO, ES RARO."

"PERO SE SIENTE TAN BIEN"

"BASTA" —ME DOY UNA BOFETADA MENTAL.

"AHORA Si, ÉNTRALE MUNDANA"

"SOY TU MISMA, OSEA QUE TÚ MISMA TE LLAMASTE MUNDANA"

"NOOOOOO"

—Te extrañe mucho. —Le dije mientras él me acariciaba la mejilla.

—Yo también, es extraño como nos hemos acostumbrado a estar juntos... —Dijo haciéndome sonrojar.

Me quedé un momento observándolo, en serio me había enamorado de él, que si me decía que me quería aceptaría el quedarme, aceptaría toda una vida con él. Por un momento inclusive nos vi casados y con una hija, una pequeña niña de cabello castaño como el mío, pero sus ojos azules.

—Bueno.... —Dijo devolviéndome a la realidad. — Cambiando de tema... ¿Lista para tener una cita?

—Claro vamos.

Caminamos agarrados de la mano, hasta el cine, donde él me trajo las palomitas y refresco. En la película el me daba de comer en la boca como cualquier típica pareja. Me abrazó y nos reíamos además de disfrutar la película.

Al acabar fuimos a la biblioteca donde leímos un libro corto, mientras él me decía lo que opinaba, me encantaba verlo como se enojaba con los personajes, como los insultaba, pero también cuando reía de los comentarios. Me encantaba obsérvalo. E inclusive durante cierto momento, él puso mis piernas sobre las suyas. Ese detalle hizo que mi corazón latiera fuertemente.

Por último, fuimos a ver como se metía el sol, como el cielo se tornaba de un amarillo y rosa tan hermoso, hasta que por fin se metió el sol.

—Will....Este día ha sido maravilloso.

—Lo sé, me encantaría que el día tuviera más horas...

—Igual a mí, pero el mundo no es una fábrica de conceder deseos...

—Bajo la misma estrella... —Dijo dejándome sorprendida que conociera ese libro.

Le sonreí, me acerqué a él, mientras le daba un ligero beso en la comisura de los labios, sin duda esto podría hacerlo por horas. Era como una droga que no quería dejar por nada del mundo.

Cuando la cita término, me acompaño de la mano hasta mi cuarto, se despidió de mí haciéndome una reverencia y dándome un beso en la mano.

Entre a mi cuarto con una sonrisa como tonta, sin percatarme que estaba Emma con un abrigo café.

—¿Iremos hoy? —Pregunté.

—Sí... Así que arréglate.

Corrí al baño y me cambie, me quite maquillaje y me volví a peinar, me puse los zapatos y huimos.

Princesa Ellie (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora