CAPÍTULO 5

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Me acerco al ventanal y admiro las vistas. Este barrio es lujoso, las farolas funcionan a la perfección y no hay ni un rastro de suciedad en las calles. La estética es simple pero elegante. 

Veo a Blake caminar hasta su moto y alejarse a una velocidad de legalidad cuestionable. 

Aunque me siento aliviada de estar aquí y no en el tenebroso parking donde me citaba la nota, no puedo evitar sentirme también un poco culpable. ¿Y si no es una trampa y de verdad Matt está allí? He aprovechado la más mínima oportunidad de ponerme a salvo, sin ni siquiera razonar demasiado. Simplemente me he dejado guiar por la sofocante preocupación de Blake. Pero hasta dónde sé, él no tiene nada que ver con la desaparición de mi hermano. ¿Por qué está tan seguro de que la nota miente? Ni siquiera lo hemos comprobado. La nota me citaba en la planta -5 y solo he bajado hasta la -4.

Intento librarme de los pensamientos de culpa, ahora ya es tarde. Blake me ha dejado aquí encerrada bajo llave. Me pregunto si lo habrá hecho para mantenerme a salvo de posibles amenazas externas, para impedir que salga corriendo de nuevo hacia el parking o como él diría, para evitar que haga ninguna estupidez.

Sea como sea, solo me queda esperar, no tengo otra opción. Resignada, me sirvo un vaso de agua y tomo asiento en el sofá. Marco un par de veces el número de Matt, pero tal y como esperaba, no hay respuesta.

Finalmente enciendo el televisor, dispuesta a distraerme. Aunque no lo consigo, intento prestar atención a una aburrida película hasta que siento como mis ojos se van cerrando.

El sol me despierta a la mañana siguiente. Abro los ojos y frunzo el ceño al no reconocer la habitación en la que me encuentro. Es un salón, y no es mi salón. ¿Dónde diablos estoy? Hago memoria y los recuerdos de la noche anterior llegan de golpe. 

Suelto un gruñido, ojalá no me hubiese despertado. 

El ruido de agua procedente del baño me indica que Blake ya está en casa, probablemente dándose una ducha. Tomo asiento en el sofá, ignorando mis ganas de cerrar los ojos y olvidarme de todo de nuevo. Poco después el ruido de agua cesa y escucho la puerta del baño abrirse junto a unos pasos que se acercan. 

Levanto la vista, pero me arrepiento de inmediato al ver a Blake vestido únicamente con unos pantalones cortos de deporte y secándose el cabello con una toalla. Varias gotas resbalan por su pecho y abdomen totalmente desnudos, haciendo que su piel bronceada brille. 

Trago saliva. No estaba preparada para tanta perfección de golpe.

–Recoge tus babas –habla mientras camina por delante del sofá en dirección a la cocina, ofreciéndome unas buenas vistas de su nada despreciable trasero.

Muy a mi pesar, me obligo a apartar la mirada. Hay asuntos más importantes a los que atender ahora mismo. Me acerco hasta quedar a un par de metros de distancia y tomo asiento en uno de los taburetes de la cocina mientras él se prepara un café. Me sorprende verlo hacer algo tan banal como preparar un café. Hasta ahora solo hemos interactuado en situaciones peligrosas y surrealistas.

–Necesito tu ayuda –hablo ignorando su último comentario, alza la cabeza en mi dirección, pero no dice nada–, con lo de mi hermano.

Da un largo trago a su humeante taza y se apoya en la encimera, quedando justo enfrente de mí. Parece pensativo.

–¿Por qué no llamas a la policía? –ni siquiera él suena muy convencido.

Lo he pensado, pero la policía es la última de mis opciones. Si investigan el caso de Matt descubrirán que consume drogas y lo meterán a la cárcel nada más encontrarlo. Yo no tengo ni idea de por dónde empezar y probablemente acabaría muerta si intento encontrar a Matt yo sola, apenas conozco nada del oscuro mundo en el que el muy idiota se ha metido y lo poco que he visto es aterrador. 

BLAKE [#1] ✔️  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora